Dieciocho aeropuertos regionales en Francia recibieron este viernes avisos de bomba, lo que obligó a evacuar diez y provocó una tercera jornada consecutiva de perturbaciones del tráfico aéreo cuando inician dos semanas de vacaciones escolares.
"Desde el miércoles, hemos asistido a un aumento del número de alertas y falsas amenazas de bomba en nuestros aeropuertos", indicó el ministro de Transportes, Clément Beaune, calificando a sus autores de "grandes idiotas, incluso delincuentes".
A pocas horas del inicio de las vacaciones escolares de Todos los Santos, Beaune indicó, sin citar sus nombres, que 18 aeropuertos recibieron amenazas de bomba este viernes, de los que diez fueron evacuados temporalmente antes de retomar sus actividades.
Fuentes aeroportuarias hablaron horas antes de 14 aeródromos que recibieron amenazas: Burdeos, Beziers, Rennes, Lille, Beauvais, Tarbes, Nantes, Brest, Toulouse, Carcasona, Lyon-Bron, Pau, Niza y Biarritz.
Los aeropuertos parisinos de Orly y Charles de Gaulle no están afectados.
Francia se encuentra en nivel de alerta "emergencia atentado" desde hace una semana, cuando un islamista radicalizado asesinó con un cuchillo a Dominique Bernard, un profesor de francés, en su centro educativo en Arras (norte).
Desde entonces, se multiplicaron los avisos de bomba en liceos, aeropuertos o lugares turísticos, como el Palacio de Versalles, que tuvo que cerrar unas horas este viernes por quinta vez.
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, indicó el jueves por la noche que se detuvo a 18 personas por estas alertas.
El ministro de Justicia, Éric Dupond-Moretti, precisó este viernes que se abrieron 22 investigaciones y criticó a "muchachos" que "no tienen ningún sentido de la responsabilidad".
En Saint-Ouen-l'Aumône, a unos 27 kilómetros al noroeste de París, un alumno de 16 años fue detenido por un falso aviso de bomba en su centro escolar, que tuvo que ser evacuado, indicaron a AFP fuentes policiales.
Las autoridades advirtieron que las penas para los mayores de edad por estos falsos avisos de bomba pueden ser de hasta 2 años de prisión y 30.000 euros (31.170 dólares) de multa.