Relaciones con Taiwán y economía, grandes retos de Xi Jinping | El Nuevo Siglo
AFP
Lunes, 24 de Octubre de 2022
Redacción internacional con AFP

Convirtiéndose en el político más poderoso de China desde Mao Zedong, ayer Xi Jinping se aseguró un tercer mandato consecutivo al frente de China, uno de los pesos pesados del Sistema internacional de Estados. Su mandato, desde ya, se anuncia lleno de riesgos en un contexto de inédita ralentización económica y de crecientes tensiones con Estados Unidos.

El presidente chino fue reelegido como secretario general del Partido Comunista, la función esencial del poder en China que le abre la vía a un nuevo mandato presidencial de cinco años, en marzo próximo.

Este es un hecho prácticamente sin precedentes, pues desde el régimen Mao Zedong (1949-1976), la transición del poder en China estaba institucionalizada y el presidente solo podía permanecer en el poder dos mandatos, y por una duración máxima de diez años. No obstante, en 2018 Xi obtuvo una modificación de la Constitución y suprimió estas restricciones.

En este sentido, y considerando que el mandatario tiene 69 años, Xi podría, en teoría, dirigir el destino de la República Popular de China por lo que le queda de vida. "La reelección de Xi Jinping es producto de una extrema concentración de su poder personal", subrayó a la AFP un politologo chino que prefirió mantener el anonimato, y quien añadió que la intención del líder chino, de mantenerse en el poder toda su vida, es algo frente a lo cual “no cabe ninguna duda”.

Esta decisión es "catastrófica para China" y daña al Partido Comunista, opina este intelectual, quien anunció "el declive y el estancamiento" de la segunda economía mundial.

Freno económico

Al iniciarse el tercer mandato del líder chino, todas las miradas se centran en la economía del gigante asiático. Tras décadas de crecimiento desenfrenado, el país afronta ahora una grave ralentización, acentuada por una inflexible política de "cero covid", que genera muchos confinamientos.

Aunque en los últimos años Xi Jinping ha puesto el énfasis en el consumo y la demanda interna, el mantenimiento de las restricciones sanitarias en China dificulta esta estrategia.

"Dada la magnitud de las restricciones, es poco probable que el consumo recupere su nivel anterior al covid", precisó el economista Dan Wang, del banco chino Hang Seng.

Así mismo, los sectores del turismo, transportes y restauración se han visto especialmente afectados y la coyuntura ha golpeado asimismo al otrora lucrativo sector inmobiliario, en el cual varios promotores luchan hoy por sobrevivir.

Este sector representa, con el de la construcción, un cuarto del Producto Interior Bruto de China.

Por último a este respecto, a varios analistas les preocupa que esta semana, en un gesto muy poco común, China postergó sin explicaciones la publicación de los datos trimestrales de crecimiento.



"Error de cálculo"

Vale referir que todas estas dificultades se producen mientras las relaciones entre China y las potencias occidentales son cada vez más tensas.

Las divergencias son numerosas: control autoritario en Hong Kong, represión de la minoría uigur en Xinjiang (noroeste), guerra en Ucrania, y la rivalidad tecnológica con Estados Unidos.

El mundo "sufre cambios inéditos desde hace un siglo", dijo Xi Jinping al inaugurar el congreso del Partido Comunista, en donde el tema de la "seguridad nacional" apareció como prioritario.

El partido por ejemplo inscribió, por primera vez en sus estatutos, una mención a su "firme oposición" a la independencia de Taiwán. Y es que Pekín considera a esta isla de 23 millones de habitantes como parte integrante de su territorio, aunque Taiwán lleve más de 70 años rigiéndose por un gobierno democrático propio.

Las tensiones en torno a la isla se incrementaron con Washington tras la visita en agosto de la número tres estadounidense, Nancy Pelosi, hecho ante el cual Pekín consideró que se trataba de una afrenta a su soberanía y organizó poco después sus mayores maniobras militares alrededor de Taiwán.

En este sentido, de acuerdo con Dan Macklin, analista político basado en Shanghai, la reelección de Xi Jinping "puede constituir un elemento que aumente el riesgo de un conflicto armado".

Adicionalmente, en caso de ralentización económica, el Partido Comunista podría intensificar su presión sobre Taiwán para reforzar su legitimidad, explicó el analista a la AFP.

Actualmente, el PCC basa su legitimidad en el aumento del poder adquisitivo de la población, pero ello está hoy en peligro.

Putin manda un mensaje

Por último, ayer el presidente ruso, Vladimir Putin, expresó sus "más cálidas felicitaciones" a su homólogo chino, Xi Jinping, tras su reelección como líder del Partido.

"Estaré encantado de continuar nuestro diálogo constructivo y nuestro estrecho trabajo común para reforzar las relaciones de colaboración global y cooperación estratégica entre nuestros Estados", dijo el presidente ruso, citado en un comunicado del Kremlin, deseándole al dirigente chino prosperidad y "más éxitos".