¿Se ha democratizado la guerra con los drones? | El Nuevo Siglo
Foto AFP
Martes, 17 de Septiembre de 2019
Redacción internacional

Tras el ataque del sábado en la base petrolera más importante de Arabia Saudita ha quedado claro el poder de estos aparatos de guerra, que están en manos no solo de estados, sino de grupos terroristas por sus precios bajos y fácil acceso

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LA CAPACIDAD de los drones como herramienta militar ha quedado, una vez más, probada en el ataque del sábado ejecutado por los rebeles hutíes de Yemen contra la infraestructura petrolera más importante de Arabia Saudita, ubicada en la fábrica de Abqaiq  en el yacimiento de Jurais.

Arabia Saudita, en rueda de prensa, reiteró que detrás del ataque esta Irán, su principal rival en Medio Oriental, país que viene adelantando una carrera armamentista desde hace décadas, que incluye drones y armas de muy alto nivel, según expertos.

Los drones son, y han sido desde hace al menos cinco años, armas de guerra usadas por los estados, como han demostrado los ataques de Estados Unidos en Afganistán y los movimientos de Israel en Palestina, y por grupos terroristas como el Estados Islámico y los rebeldes hutíes.

Carrera de drones

El uso de drones en escenarios de conflicto se ha justificado principalmente como herramienta de monitoreo.  Israel, uno de los primeros en usarlos, reconocido además por su capacidad para desarrollar armas de alta complejidad tecnológica, ha solido implementar sus campañas en Cisjordania y la Franja de Gaza ayudado por drones.

Las operaciones de Estados Unido en Afganistán e Iraq también han venido acompañadas de drones, como explica el Bureau of Investigative Journalism, una organización dedicada al seguimiento, entre otras, de las operaciones de este país en terrirotorios extranjeros.

Como está demostrado, los drones no son algo nuevo, pero los hechos en Arabia Saudita han dejado en evidencia que ahora no sólo son usados para monitorear, sino para atacar objetivos militares de alto impacto como una base petrolera.

Irán, en particular, ha dejado claro que los drones se han convertido en una herramienta disuasoria en aguas internacionales como el Estrecho de Ormuz, donde en los últimos dos meses de se han presentado choques por el secuestro de buques petroleros por parte de Teherán.

Haciendo un seguimiento de las acciones del régimen de los Ayatolás se encuentra que el 18 de julio un avión “no tripulado” (dron) se a acercó al buque de la Armada estadounidense USS Boxer,  hecho confirmado por el portavoz del Pentágono Jonathan Hoffman. 

Pero la amenaza de los drones contra objetivos militares norteamericanos viene de tres años atrás, cuenta The National Interest. En 2016, dice la publicación,  “un avión no tripulado iraní sobrevoló un portaaviones estadounidense que transitaba por el Golfo de Omán en su camino hacia el Golfo Pérsico y también fotografió un buque naval francés”.

Teherán, desde la década de los 80, ha venido desarrollando alta tecnología armamentista, que ha incluido drones. Un informe no clasificado del Congreso da cuenta que Irán tiene un programa activo y dos familias de UAV de reconocimiento, objetivo y letales”, escribe la publicación.

Estados Unidos precisamente ha llevado a cabo una serie de ataques los últimos años contra estos objetivos letales en territorio afgano. Según Khaama Press, un ataque con aviones  tripulados “mató a ocho miembros del Estado Islámico de Afganistán e hirió a otros tres”.

Esto demuestra que la guerra en Medio Oriente entre estados y grupos terroristas, de parte y parte, se viene desarrollando no sólo con contingentes militares convencionales, sino con alta tecnología como los drones, que reduce enormemente los costos en vidas y de precio de movilización de las tropas.

No sólo en Afgasnistán Estados Unidos ha adelantado campañas acompañadas de drones. En Pakistán, un territorio donde combate una de las principales y quizá más peligrosa célula de Al Qaida, el Bureau of Investigative Journalism reportó que aviones nos tripulados mataron a un comandante.

Así, en otros casos se encuentra que los drones son más comunes de lo que se cree y no sólo se usan para llevar a cabo operaciones de monitoreo. El ejército leal a Basher al-Assad los ha usado para atacar a grupos rebeldes y terroristas en el noroeste de Siria. Incluso, un avión no tripulado (dron) fue el responsable del presunto atentado contra Nicolás Maduro hace un año, durante un acto militar en Caracas.

Terrorismo contra drones

Hace menos de un mes, Arabia Saudita también había reportado la destrucción del dron Qasef-2, de Yemen, y aseguró haber neutralizado “una veintena” de estos aparatos. Uno de los drones más sofisticados que está en poder de los hutíes es el “Sammad 3”, una herramienta cuyo radio de acción es de 1.500 km, como quedó demostrado el sábado pasado.

Otros grupos terroristas han usado drones para enfrentar a su contraparte. De acuerdo a Foreign Policy, el Estados Islámico en 2016 ya usaba drones “Jerry” para lanzar “pequeñas bombas”.

Los costos de estos drones varían en el mercado. Según The National Interest están alrededor de los USD$ 1,000. “De esta manera, los drones han democratizado la guerra. Por primera vez en la historia, los actores no estatales tienen una fuerza aérea”, escribe la publicación.

Los drones ilegales vienen en diferentes formas y tamañaos, de acuerdo esta revista. “La mayoría de nosotros pensamos en los depredadores más grandes, Reaper y Global Hawk, pero nos olvidamos de las máquinas más pequeñas con usos más específicos. El Global Hawk tiene una envergadura de casi 131 pies, pero el Black Hornet Nano cabe fácilmente en la palma de su mano”, dice.

El mayor desafío de estos drones, además de su bajo precio y tamaño, es que pueden atacar en clave de “enjambre”, una forma en la que se aglomeran miles de drones para atacar un solo objetivo, haciendo difícil su eliminación por parte de las defensas antiaéreas de los países.

Tras el ataque del sábado, queda claro que Arabia Saudita, una potencia petrolera que ha invertido millones de dólares en su defensa, ha sido golpeada por un dron manejado por rebeldes hutíes. Si bien estos han sido apoyados por Irán, no deja de ser cierto que el desafío para los sistemas de seguridad de los países de Medio Oriente, y del mundo, es enorme, al darse cuenta que un grupo mucho menor es capaz de golpear el corazón de un país sin problema.