El ministro de Defensa de Rusia, Sergei Shoigu, sostuvo ayer varias llamadas telefónicas con sus homólogos de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Turquía, durante las cuales hablaron de Ucrania. Así lo informó el ministerio de Defensa ruso, quien alertó que la situación en dicho país "tiende a una escalada mayor e incontrolada".

Se trata de intercambios de una intensidad inédita en un solo día para el ministro ruso de Defensa desde el inicio de la ofensiva rusa en Ucrania a finales de febrero. Shoigu mantuvo llamadas telefónicas con el francés, Sebastien Lecornu, el turco, Hulusi Akar, el británico, Ben Wallace, y el estadounidense, Lloyd Austin.

Shoigu también expresó su preocupación por "las posibles provocaciones de Ucrania con el uso de una 'bomba sucia'" y el ministro ya había discutido sobre Ucrania con el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, el viernes de la semana pasada.

En este sentido, vale referir que el gobierno ruso ha venido denunciando un "aumento considerable" de ataques ucranianos en varias regiones fronterizas que están bajo su poder, y en ese sentido Moscú se está enfrentando a una amplia contraofensiva ucraniana lanzada a finales de septiembre en el este y el sur del territorio.

Ataques a infraestructura eléctrica

Punto aparte, los ucranianos sufrieron una serie de cortes masivos de electricidad a causa de los repetidos bombardeos contra las infraestructuras energéticas del país por parte de los rusos, que ayer anunciaron la destrucción de un depósito de carburante de la aviación ucraniana.

El operador nacional ucraniano, Ukrenergo, efectuó varios cortes de electricidad en Kiev para "estabilizar" el suministro energético, informó el proveedor privado de electricidad ucraniano DTEK.

Los cortes, que afectan a diferentes barrios de la capital ucraniana de forma alternativa, no deberían durar más de cuatro horas, precisó DTEK, aunque no excluyó que se extendieran "dependiendo de la magnitud de los daños" provocados por los ataques de Moscú.

Según dijo el gobierno ucraniano el sábado, más de un millón de hogares se han visto afectados, mientras que Rusia ha multiplicado los bombardeos contra la red desde hace más de una semana hasta reducir al menos un tercio de su capacidad, justo antes del invierno. Por este motivo las autoridades han pedido tanto a los particulares como las empresas que limiten el consumo.

Vale referir que los bombardeos destruyeron ayer un depósito con unas 100 mil toneladas de carburante destinado a la aviación ucraniana en la localidad de Smela, en la región de Cherkasy (centro), anunció en un comunicado el ministerio ruso de Defensa.

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También atacaron varios depósitos de munición y otro depósito con diesel destinado a vehículos militares.

Regiones fronterizas con Rusia en alerta

En otro sentido, en estos momentos Rusia se enfrenta a una gran contraofensiva de Ucrania y Moscú ha denunciado un "aumento considerable" de ataques de Kiev en varias regiones rusas fronterizas, en Belgorod, pero también en Kursk y Briansk.

Dos líneas de defensa han sido construidas en la región rusa de Kursk, fronteriza con Ucrania, para hacer frente a un posible ataque de las fuerzas ucranianas, anunció el ayer el gobernador de la región, Roman Starovoit. "Estamos preparados para hacer frente a cualquier ataque a nuestro territorio", aseguró.

Por su parte, el gobernador de la región rusa de  Bélgorod, también en la frontera con Ucrania, anunció el sábado el inicio de la construcción de una línea de defensa en su sector. Ese día dos personas murieron en los ataques ucranianos contra infraestructuras civiles en la región de Belgorod, y unas 15 mil personas quedaron sin electricidad durante varias horas, según las autoridades locales.

Por tal motivo las autoridades prorrusas de la región de Jersón (sur de Ucrania), anexionada por Rusia, urgieron a los civiles a abandonar "inmediatamente" la capital regional ante el avance de las fuerzas de Kiev y desde el miércoles se están llevando a cabo evacuaciones hacia la margen izquierda del río Dniépr, que bordea Jersón.