Ucrania afirmó ayer que expulsó a las tropas rusas de varios puntos estratégicos del este del país, después de que Moscú anunciara un repliegue de la región de Járkov para reforzar el frente de Donetsk, más al sur.
En el otro gran foco del conflicto en este momento, la agencia de energía nuclear de Ucrania afirmó que el último reactor activo en la central de Zaporiyia, controlada por Rusia, fue desconectado de la red eléctrica por razones de seguridad.
Desde hace tres días, este reactor era el único que estaba produciendo la electricidad necesaria para enfriar el combustible nuclear y garantizar la seguridad de la instalación.
A comienzos de mes, el ejército ucraniano anunció primero una contraofensiva en el sur del país, antes de lograr esta semana un avance fulgurante en el noreste, en la región de Járkov.
"Desde comienzos de septiembre, más de 3.000 km2 han vuelto bajo control ucraniano", indicó en un comunicado el general Valeri Zaluzhny, comandante en jefe del ejército de Ucrania.
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El gobernador de la región rusa de Belgorod, fronteriza con Ucrania, aseguró que miles de personas huyeron de la región de Járkov camino de Rusia. "No ha sido ni la noche ni la mañana más fácil. En las últimas 24 horas, miles de personas cruzaron la frontera", declaró Viacheslav Gladkov en Telegram.
Poco antes, y coincidiendo con los 200 días del inicio de la invasión rusa, el ejército ucraniano afirmó que "la liberación de las localidades en los distritos de Kupiansk e Izium, en la región de Járkov, continúa".
Pese a las afirmaciones de Ucrania sobre sus avances, las fuerzas rusas prosiguieron sus bombardeos a lo largo del frente oriental, y en la región de Donetsk las autoridades dieron parte de 10 muertos y 19 heridos en los bombardeos.
En la planta nuclear de Zaporiyia, en el sur, los bombardeos de las últimas semanas, de los que se culpan mutuamente Kiev y Moscú, dispararon el temor a un desastre nuclear en la mayor central de Europa.
A este respecto el presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió ayer a su homólogo francés, Emmanuel Macron, en una llamada telefónica, sobre las "consecuencias catastróficas" de los ataques contra la central ucraniana.
Según la presidencia francesa, Macron le dijo a Putin que es "la ocupación rusa la causa de los riesgos que pesan sobre la central" y le pidió que retire de la planta las "armas pesadas y ligeras".