Si Donald Trump pierde la reelección, como auguran distintos analistas, sería la primera derrota de un presidente en ejercicio en 28 años. Sin embargo hay una cosa segura: gane o pierda, no se marchará en silencio.
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De ser así al mandatario le quedarían como mínimo 76 días en el cargo y sin duda usaría su poder para intentar consolidar su legado y seguramente seguirá siendo una fuerza poderosa y disruptiva en la vida política estadounidense.
El presidente recibió al menos 69 millones de votos, seis más que en 2016 y obtuvo alrededor del 48 por ciento del voto popular, lo que significa que retuvo el apoyo de casi la mitad del electorado, votación que ningún otro candidato republicano había conseguido.
Eso le da una base de poder para desempeñar un papel que otros presidentes de un solo período derrotados como Jimmy Carter y George Bush no han desempeñado. Es tal el apoyo que tiene el presidente Trump que incluso se ha afirmado que podría postularse nuevamente en 2024.
Por otra parte sus 88 millones de seguidores en Twitter le dan un megáfono para ser una voz influyente del partido republicano, lo que potencialmente lo convierte en un determinador de liderazgos entre los republicanos en ascenso.
"Si algo está claro a partir de los resultados de las elecciones, es que el presidente tiene un gran número de seguidores y no tiene la intención de salir del escenario pronto", dijo el exsenador Jeff Flake de Arizona.
Su preponderancia en el partido, podría convertirlo en el jefe natural de su colectividad y tendría la capacidad de incidir en los senadores republicanos que, todo parecería indicar que, preservaron su mayoría y harán oposición Biden en todo momento. No sería extraño que sus copartidarios visitaran su finca de Mar-a-Lago en Florida en busca de su bendición para cosechar a su electorado cautivo. De esta manera Trump podría incidir en las políticas del país durante años.
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Independientemente del resultado final de las elecciones el mandatario logró, no sólo el apoyo de más del 90% de los votantes republicanos, sino que además mejoró en un 12% su aceptación entre la comunidad afroamericana e incrementó en un 32% l apoyo de votantes hispanos con respecto a la elección pasada. Entre los jóvenes también logro un incremento en la votación y no cabe de que el partido querrá mantener estas poblaciones manteniéndolo en la escena política.
Su posible legado
A pesar de la pandemia del coronavirus y el costo económico relacionado, el 41% de los votantes dijo que les estaba yendo mejor que cuando asumió el cargo. Por otra parte el 35% de los votantes consideran que la economía es el tema más importante y 49% considera que su gestión en esta materia era excelente. Así las cosas incluso el partido demócrata intentará mantener algunas medidas lo que lo mantendrá vigente durante todo el próximo periodo.
Personas cercanas al mandatario han asegurado que de presentarse en la próxima elección, Trump será más joven que Biden quien ya dijo que no descarta aspirar a la reelección de ser presidente, razón por la cual la edad no sería un problema. Expertos aseguran que no hay nadie en el partido republicano que pueda desafiar al presidente en las primarias y que podría conseguir la nominación con facilidad.
"Si es derrotado, el presidente conservará la lealtad inquebrantable de los votantes del partido y de los nuevos votantes que trajo al partido", dijo Sam Nunberg, quien fue estratega de su campaña de Trump en 2016. “El presidente Trump seguirá siendo un héroe dentro del electorado republicano. El ganador de las primarias presidenciales republicanas de 2024 será el presidente Trump, el candidato que más se le parezca" o aquel que reciba su beneplácito.
Si bien la mayoría de expresidentes que no han logrado la reelección han permanecido en la sobra, algunos han intentado influir en política con resultados muy modestos. Se considera que este no sería el caso del presidente Trump quien es apoyado por importantes sectores industriales y su preponderancia no radica en la fortaleza de su partido sino en sus políticas individuales y carisma personal.
El último expresidente no reelegido que intentó desempeñar un papel de agente de poder después de dejar el cargo fue Herbert Hoover, quien se postuló nuevamente a la presidencia pero no obtuvo el apoyo de su partido pues no contaba con el caudal electoral del actual presidente.
"No me volverán a ver"
A lo largo de la campaña el presidente Trump fue indagado frecuentemente sobre cuál sería su futuro si llegara a perder las elecciones. En sus respuestas, que servían más como un ataque al candidato demócrata, dijo que "si pierdo, habré perdido ante el peor candidato en la historia de la política y hubiera preferido enfrentarme a alguien extraordinariamente talentoso para, al menos, retirarme y seguir con mi vida”.
Sin embargo apartes de sus declaraciones arrojan luces sobre la cuestión de qué haría Trump si sale de la Casa Blanca. El mandatario ha hecho varias sugerencias sobre lo que podría hacer y que incluye estar al frente de un medio de comunicación o hasta desaparecer por completo de la actividad pública. Sobre la primera posibilidad se ha afirmado que el mandatario está convencido de que controlar a los medios de comunicación significa controlar la política y a la gente y podría utilizar esa plataforma para afianzar su influencia política y electoral.
A pesar que en septiembre el presidente dijo en un mitin en Carolina del Norte que si perdía “no lo volverían a ver”, esta opción no parece viable considerando fortaleza electoral, el éxito de su gestión económica y su particular estilo.
No hay duda de que Trump es la figura política más polarizadora de la historia moderna, a este respecto Tony Fabrizio, uno de sus encuestadores dijo sobre el mandatario que “sus seguidores lo adoran y sus oponentes lo aborrecen. No hay término medio".
Así las cosas mientras hay quienes esperan que continúe activo políticamente otros quieren que se retire y se dedique a jugar golf en su campo de Turnberry en Escocia, como alguna vez bromeó que haría.
Otros esperan que renueve el Trumpworld y que asuma la dirección de la eventual cadena 'Trump News' que ya tendría un enorme público cautivo.
Finalmente hay quienes aseguran que de perder las elecciones, el presidente renunciaría en favor de su vicepresidente Mike Pence, con el objetivo de que éste le otorgue un perdón presidencial por las eventuales acusaciones que se le hagan de su periodo en la Casa Blanca, algo que es poco probable.