CELEBRÓ LA noche del domingo porque su partido, el Popular Europeo (PPE, centro-derecha) se mantuvo como la primera fuerza en la Eurocámara lo que de suyo implica una fuerte base para su anhelo reeleccionista. Sin embargo, a la alemana Ursula Von der Leyen, le esperan unos días de arduas negociaciones para lograr cinco años más al frente de la Comisión Europea.
Al fin de las elecciones en los 27 países del bloque, en las que hubo un notable avance de la derecha (en todos sus matices) el nudo central del poder en dicho Parlamento seguiría con la coalición que desde años atrás mantienen los conservadores del PPE (centro-derecha), los socialdemócratas (S&D) y los centristas liberales de Renew (RE). Ello matemáticamente sería más que suficiente para que Von der Leyen logrará cinco años más al frente del ejecutivo comunitario, ya que el bloque suma 401 curules (185, 137 y 79, respectivamente), superando cómodamente los 361 apoyos necesarios.
Sin embargo, como lo señala el analista del centro Euroasia Group, Mujtaba Rahman, "existe un riesgo real de que (Von der Leyen) no sea confirmado por los eurolegisladores, dadas las posibles deserciones de la centroderecha, centroizquierda y liberales".
Es por ello que la respaldada por los populares europeos debe asegurarse los votos de los que se dicen seguros aliados (socialdemócratas y liberales), así como de otras formaciones (Los Verdes) y parece descartada cualquier alianza con los bloques Conservadores y Reformistas (ECR) que lidera Hermanos de Italia de Georgia Meloni e Identidad e Democracia (ID) , de la que forma parte la Agrupación Nacional de Marine Le Pen -ambas triunfadoras indiscutibles en esta cita de las urnas comunitarias- ya que esa es la ´línea roja’ que le pusieron los integrantes de la coalición para respaldarla cinco años más.
En sus primeras declaraciones poselectorales, Von der Leyen afirmó en Bruselas que la victoria de su formación representa una "responsabilidad" para trabajar en una mayoría de fuerzas proeuropeas en el Parlamento que apoye un segundo mandato.
"Hay una mayoría de centro para una Europa más fuerte, esto es crucial para la estabilidad. El centro aguanta, pero es cierto que los extremos en la izquierda y la derecha han logrado apoyos. Por eso este resultado significa una gran responsabilidad para partidos de centro", sostuvo.
Preguntada por las negociaciones para encabezar una mayoría, la conservadora alemana insistió en que cuenta con una coalición de "fuerzas proeuropeas" y que priorizará a liberales y socialdemocrátas. "Empezaremos a trabajar en esto mañana mismo. Tenemos que tender los puentes necesarios y trabajar con aquellos afines y que comparten nuestros mismos objetivos", ha declarado, subrayando que la relación con estas fuerzas ha sido "fiable y efectiva".
Y horas después desde Berlín, a donde viajó para reunirse con los conservadores alemanes –otros grandes triunfadores de la jornada- y el gobierno del socialista Olaf Scholz ya que requiere que su país de origen la nomine para el cargo, Von der Leyen reiteró que su prioridad era obtener el apoyo de los partidos de la actual coalición, pero advirtió "que eso deja otras puertas abiertas", en una posible referencia al voto de los Verdes, quienes se han mostrado dispuestos a respaldarla.
La nominación de Alemania es solo el primer paso a surtir para Von der Leyen ya que tendrá que recibir la luz verde del Consejo Europeo, integrado por los jefes de Estado o de Gobierno de los 27 Estados miembros de la UE, el presidente del Consejo Europeo y el presidente de la Comisión Europea.
Una vez recibido dicho aval, el nombre escogido se somete a votación en el Parlamento Europeo. Se trata de votos secretos, sin disciplina y por lo tanto no son raras las deslealtades de última hora.
Hora de negociar
La presidencia de la Comisión Europea a la que aspira Von der Leyen no es el único cargo a suplir. También se definirán el presidente del Consejo Europeo (a partir de diciembre) y la presidencia del Parlamento Europeo.
Por ello los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea encaran desde ahora semanas de negociación con el objetivo de pactar el reparto esos altos cargos clave en las instituciones comunitarias antes de que acabe el mes de junio, un acuerdo que deberá respetar equilibrios ideológicos, geográficos y de género, pero atender también al resultado de las elecciones al Parlamento.
Von der Leyen es la única candidata con posibilidades reales que ha hecho campaña abiertamente para presidir la Comisión Europea en la próxima legislatura, en el que sería su segundo mandato. La designación del candidato para presidir el Colegio de Comisarios compete a los líderes europeos, pero el nombre que elijan necesitará también el visto bueno del pleno del Parlamento Europeo que se constituirá el 16 de julio en Estrasburgo (Francia).
La política conservadora que cuenta con el respaldo de su familia política, los ‘populares’ europeos, de seguro contará con el apoyo los Socialistas Demócratas y Liberales (Renew) que, de consolidarse, superará el escrutinio del Parlamento, en sesión probablemente en julio.
En las quinielas informales se han barajado otros nombres en las semanas pasadas para disputar a Von der Leyen la jefatura del Ejecutivo comunitario, como el italiano Mario Draghi que contaría con el apoyo, por ejemplo, del presidente de Francia, Emmanuel Macron, pero el descalabro en las europeas de los liberales franceses frente a la ultra derecha de Le Pen ha debilitado fuertemente el peso del mandatario galo.
La presidencia de la Comisión Europea parece en cualquier caso reservada al Partido Popular Europeo (PPE) y, en particular, a Von der Leyen, que ya en la noche electoral celebró que populares, socialistas y liberales pudiesen echar a andar la nueva era, sin temor a bloqueos de partidos radicales a derecha e izquierda del espectro político.
"En estos tiempos turbulentos, necesitamos estabilidad, necesitamos responsabilidad y necesitamos continuidad", reiteró ayer desde Berlín la candidata, satisfecha por poder evitar una alianza con la victoriosa derecha (Meloni y Le Pen).
Aunque no hay un plazo cerrado para acordar la presidencia de la Comisión Europea, los líderes esperan cerrarlo entre la cena informal que mantendrán el lunes para fijar las bases del reparto y el Consejo Europeo formal de los días 27 y 28 del mismo mes, cuando quieren decidir además de este cargo el relevo para Charles Michel al frente del Consejo Europeo a partir de diciembre y la presidencia del Parlamento Europeo. También entrará en juego en el complejo juego de equilibrios el Alto Representante de Política Exterior de la Unión Europea que tomará el relevo de Josep Borrell.
Sin embargo, el futuro de la Comisión comenzará a ser discutido ya desde este jueves al margen de la cumbre del G7, en la que participarán los triunfadores y perdedores de la jornada electoral europea. El lunes, Von der Leyen tiene en agenda una cena informal con los jefes de gobierno de la UE, para definir la suerte de su candidatura.
Para el Consejo Europeo se escuchan con fuerza los nombres del ex primer ministro portugués Antònio Costa, como opción de los socialistas europeos y así hacerle contrapeso tanto a la conservadora von der Leyen en la Comisión como y a Roberta Metsola, también del PPE, en la presidencia de la Eurocámara, cuya continuidad estaría asegurada para al menos la primera mitad de la legislatura.
Costa declaró en una entrevista en televisión que debería ser un socialista el sucesor del liberal Charles Michel, sin autodescartarse de las quinielas. Y este lunes, el primer ministro de Portugal, el conservador Luis Montenegro, dijo 1ue su Gobierno estaría dispuesto a apoyar a Costa si tiene opciones, pese a que ambos no comparten familia política.
El otro gran cargo a repartir es el que ostenta actualmente el español Josep Borrell, Alto Representante de Política Exterior. Si los liberales se quedan sin Comisión y sin Consejo, es en este ámbito donde pueden rascar algo de presencia y, de hecho, la primera ministra estonia, Kaja Kallas, ha optado por la ambigüedad a la hora de abordar sus opciones y porque su perfil respetaría los complejos equilibrios del reparto.
"Los comisarios serán nombrados en agosto (...). Si se hiciera la propuesta, lo cual considero muy improbable, tendría que considerarla", señaló en una entrevista recogida por ERR la primera ministra Kallas, cuyo Partido Reformista Estonio se incluye en el grupo liberal Renew.
Kallas representa a un país del este, lo que garantizaría el equilibrio territorial si el resto de cargos cae hacia el centro o el oeste de Europa.