Voto útil definirá el resultado en Francia: Oswaldo Pérez | El Nuevo Siglo
OSWALDO PÉREZ, doctor en derecho de la Universidad de Paris II y experto en política francesa
Foto archivo personal
Domingo, 24 de Abril de 2022
Redacción internacional

COMO en un dejá vú, una reedición del duelo presidencial que dirimieron hace cinco años en las urnas, hoy los franceses vuelven a ejercer su derecho a elegir entre los mismos protagonistas: el liberal centrista, Emmanuel Macron y la candidata de extrema derecha, Marine Le Pen.

Aunque todos los sondeos coinciden, desde meses atrás, en que el joven mandatario mantiene la ventaja, que de siete puntos hace una semana subió a diez esta luego del cara a cara televisivo, éste es más estrecha de la registrada en el pasado duelo y podría darse la eventualidad de un masivo voto de los suburbios, abstencionistas e inclusive sectores de izquierda por la candidata líder de Restauración Nacional, en su tercer intento por llegar al poder.

Con un escenario disímil al de hace cinco años, puesto que la invasión rusa a Ucrania puso sobre el tapete la necesidad de replantear, entre otras cosas, la seguridad europea, las elecciones de hoy no solo serán decisivas para la política doméstica francesa, sino también para el futuro de la Unión Europea.

En entrevista con EL NUEVO SIGLO, el doctor en derecho de la Universidad de Paris II y experto en política francesa, Oswaldo Pérez, explicó qué está en juego en esta cita electoral.

EL NUEVO SIGLO: Francia se enfrenta, una vez más, al mismo escenario de hace cinco años: Emmanuel Macron y Marine Le Pen se disputan el Palacio del Eliseo. ¿Por qué se repitió este panorama?

OSWALDO PÉREZ: En efecto hoy se llevará la segunda vuelta presidencial con la misma configuración que hace cinco años. Estos dos candidatos le ganaron, en primera vuelta, a Jean-Luc Mélenchon, el candidato de la Francia Insumisa y un disidente del partido socialista; a Yannick Jadot, del partido Verde y a la conservadora Valérie Pécresse.

El presidente conservó la misma tradición de sus antecesores en materias como Europa, medio ambiente, inmigración y algunos temas sensibles como el uso del velo islámico, además de sortear los vaivenes de la pandemia con bastante éxito. Sin embargo, hay muchos electores, incluso del partido propio, que no se sienten reconocidos en la fórmula que presenta el candidato presidencial y de ahí a que votaran en primera vuelta por la extrema derecha, representada en el movimiento de Restauración Nacional, que encarna Marine le Pen.

Entonces, nos encontramos ante la misma figura en donde lo que se está debatiendo en las urnas es a que se le dé una continuidad al denominado Pacto Republicano, frente a candidatos que encarnan una inconformidad, tanto de la izquierda (como el caso de Mélenchon), como de la derecha, encarnada por Marine Le Pen y heredera de las huestes de su padre.

Y hay que señalar que estos dos candidatos recogieron el 27.6% y el 23.4% de los votos respectivamente, señalando que hubo un gran volumen de abstención y es muy probable que hoy también lo haya.  

ENS: ¿Cuál es el panorama político y electoral?

OP: El sistema de partidos francés cambió. Antes teníamos un partido socialista, unido y fuerte, desde François Mitterrand hasta la presidencia de Françoise Hollande. Ese partido hoy no aparece dentro de las mayorías que un día gobernaron. Se acabó con Jacques Chirac y aparecieron nuevos partidos. El partido del presidente es un partido reciente y los verdes están buscando su espacio.

ENS: ¿Cuáles son las principales diferencias en las propuestas de ambos candidatos?

OP: La diferencia fundamental que se presenta hoy ante los electores franceses es el de mantener el Pacto Republicano, frente a la oferta de un partido populista que no lo reconoce. Este pacto está basado en los principios de libertad, igualdad y fraternidad, así como en la separación de la iglesia y el Estado, y principios que la mayoría de los franceses reconocen. No obstante, hay muchos franceses, incluso inmigrantes, que quieren un cambio más nacionalista, que es lo que está proponiendo la señora Le Pen, y de ahí el cuadro de esta segunda vuelta.



ENS: ¿Y qué cambio quiere ese electorado nacionalista?

OP: Por ejemplo, con la energía nuclear. Ambos candidatos están de acuerdo en que hay que mantener la energía nuclear, no obstante, el presidente Macron planea hacerlo con los acuerdos del tratado de Paris, mientras que Le Pen propone hacer una energía toda nuclear. Ahí existe una gran diferencia.

Otra diferencia sustancial está relacionada con la inmigración. Le Pen, fiel a la doctrina de su partido, está en contra de toda inmigración, “Francia para los franceses” y eso es un ataque a la solidaridad que tradicionalmente este país ha tenido frente a los que vienen de afuera.

Y frente a Europa hay una gran diferencia: el presidente Macron planea continuar con sus compromisos del Pacto Republicano, mantener a Francia dentro de Europa y seguir liderando, como sus antecesores, la unión continental. Esto es algo que este país siempre ha hecho de manera conjunta con Alemania. Siempre ha sido la dupla franco-alemana (desde Françoise Mitterrand), el matrimonio que ha sacado adelante proyectos comunes. Y esto, vale decirlo, se ha traducido en una política exterior francesa firme y de vanguardia.

Por su parte, la señora Le Pen quiere sacar a Francia de Europa y del pacto representado en la Unión Europea. Y eso implicaría que Francia saldría de la zona euro. Yo creo que en estos temas radica la mayor diferencia de agendas: en mantener o no el Pacto Republicano, y escoger unos temas populistas en los que muchos se sienten representados. Estamos hablando del 23% de los electores.

ENS: Y los discursos paralelos, “Macron arrogante, presidente de los ricos” y “Le Pen peligro extremista”, ¿son imágenes acertadas de lo que cada uno está vendiendo del otro?

OP: Si. Es más, en la última semana se ha visto a Macron coquetear con los votos de izquierda y con los votos independientes, porque estos serán los que definitivamente van a decidir quién va a ser el presidente. Escuché el otro día a un ciudadano de izquierda diciendo que esto era como escoger entre la peste y el cólera porque para muchos ninguno de las dos opciones es ideal. Por esa razón creo que, como hace cinco años, la figura del voto útil va a ser definitiva en la elección final. De hecho, creo que el voto útil es el que va a decidir el resultado.

La guerra

ENS: En estas elecciones, con relación a la invasión rusa a Ucrania, ¿qué está en juego?

OP: La órbita, a nivel continental, es imposible de analizar sin contemplar a la OTAN. Esta elección va a reafirmar la posición de Francia en el contexto europeo y de las naciones. Es decir que reafirmará si continúa transitando, por así decirlo, la línea que ha trazado la OTAN en el contexto europeo.

Si gana Emmanuel Macron, Francia seguirá transitando la línea que trazaron todos sus predecesores, incluso desde el presidente De Gaulle y desde los principios de la Quinta República. Seguirá habiendo una Francia líder dentro del contexto europeo. Si gana Le Pen, habría un Brexit de Francia, algo que sería, a mi manera deber, impensable en el mundo contemporáneo.

ENS: Pero, ¿así de clara es la intención de Le Pen?

OP: Absolutamente. Nacionalista total.

ENS: ¿Estas elecciones en que podrían incidir frente a lo que está pasando en Ucrania?

OP: Si gana Macron Francia seguirá en la misma línea de la OTAN y en la línea europea con sanciones a corto termino. Y si gana Le Pen, el país saldría de la comunidad europea, con todo lo que eso acarrea en términos de seguridad, de movilidad, de libre circulación de las personas, de libre circulación de bienes, y por supuesto saldría de la zona euro. Sería echar al traste casi 50 años de existencia.