Isagen: un pulso sobrecargado | El Nuevo Siglo
Domingo, 18 de Agosto de 2013

La decisión del Gobierno de poner en venta el 57 por ciento de su participación en la generadora de energía Isagen, ha despertado toda suerte de opiniones y debates a favor y en contra. Sin embargo, lo que nadie puede cuestionar son las cifras que se desprenden de todo lo que supone esa venta y de las verdaderas intenciones del Ejecutivo para salir de una de las empresas consideradas como la joya de la corona.

Aparte de las reacciones de color totalmente político que han caldeado el ambiente, el Gobierno ha tenido que salir al paso de quienes lo acusan de estar despilfarrando recursos y que con la venta va a cuadrar la caja.

Reacciones

En primera instancia el presidente Juan Manuel Santos le preguntó al ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, sobre las reacciones negativas que se han presentado luego de anunciar la venta de la participación del Gobierno en la compañía:

“¿Usted qué le respondería a los que lo acusan de ser un ministro o nos acusan de ser un Gobierno derrochón y un Gobierno que está vendiendo activos que no debería vender, porque supuestamente no tenemos los recursos, cuál es la realidad sobre eso?”.

El funcionario dijo que al Gobierno no lo pueden tildar de ser “derrochón” “cuando pasa de una situación en la que encuentra un déficit, cuando encuentra un Gobierno que gasta más de sus ingresos y pasa a un Gobierno que genera un superávit, es decir, que gasta menos de lo que sus ingresos le permitirían”.
Enfatizó en que la apuesta del Gobierno se concentra en reducir la deuda pública; y agregó que la gestión que se adelanta desde hace 3 años “en este Gobierno busca precisamente fomentar la inversión en sectores como la educación, en tecnologías, entre otras estrategias que buscan el mejoramiento de la economía en Colombia.
“El país hizo unas inversiones enormes que requirieron un gran esfuerzo en los años 90, para fortalecer la infraestructura eléctrica, afortunadamente hoy en esa materia no tenemos ningún factor de riesgo, el país puede estar tranquilo, la capacidad de generación de energía es amplia, suficiente, hoy el país tiene necesidades mucho más fuertes y tal vez más críticas para su prosperidad y su crecimiento en el sector de la infraestructura de transporte”, manifestó Cárdenas Santamaría.

Añadió que el país hace bien al convertir un activo que ya fue superado por el país con inversión en infraestructura eléctrica “para salir de este activo e invertir en el desarrollo de proyectos de vías terrestres en diferentes regiones del país”.

El jefe del Estado dijo que la venta de los activos, como las acciones que tiene la nación en Isagen, se hace en un momento en el cual “esos activos tienen un rendimiento relativamente bajo, creo que esa es una correcta utilización de nuestros recursos que son de todos los colombianos, poner los recursos donde más renten desde el punto de vista del retorno monetario, el retorno económico y social”.

Posición de Acosta

Sin embargo, los expertos en el sector energético, han reaccionado  a esta venta y argumentan, con cifras en mano, que es totalmente contraproducente hacer esa venta en estos momentos.

El ex senador, en un extenso análisis sobre esta venta y titulando “De remate”, indica que “¡No se puede pretender comer carne y seguir tomando leche de la misma vaca! ¿Por qué se va a vender Isagen en su mejor momento?”.

Haciendo un poco de memoria sobre el auge privatizador en el país, Acosta dice que “las primeras privatizaciones se justificaron con el socorrido argumento de la ineficiencia de las empresas, de su clientelización y por considerar que eran un foco de corrupción. Pero, después que el Estado se desencartó de aquellas empresas que supuestamente constituían un lastre para las finanzas del Estado, como fueron Telecom, casi todas las distribuidoras de energía y Carbocol, entre otras, siguió con aquellas de las que no se podía predicar lo mismo, es el caso de Ecogas y un porcentaje del 20% de Ecopetrol”.

Señala en su análisis que “en todo caso, en Colombia se ha recurrido a las privatizaciones con el fementido propósito de corregir el desequilibrio fiscal, cuando no de asumir el Estado el papel del buen samaritano, como es el caso de la nacionalización y posterior venta de bancos cuando estos entran en crisis, no sin antes solventarlos con los dineros de todos los contribuyentes”.

Agrega que “indudablemente las empresas más codiciadas por el sector privado en este momento, justamente por ser las tres joyas de la corona, son en su orden Ecopetrol, ISA e Isagen y por ello mismo se han constituido en objeto del deseo de los intereses creados”.

Abriendo el paso

Sostiene el experto que “a través de procesos de “democratización” de la propiedad accionaria de ellas se abrió la escotilla para el progresivo proceso de su privatización, pero gracias a la resistencia de la opinión pública el Estado aún conserva el control de las mismas, en el primer caso con el 80% de las acciones, en el segundo con el 61.57% y en Isagen con el 57.66% de la Nación, que se viene a sumar al 13% de EPM, para un gran total en manos del Estado del 70.6%”.

Primero fue a través del Decreto 700 de 1992 y luego a través de la Ley 143 de 1994 que se facilitó la entrada del sector privado como generador y comercializador de la energía eléctrica en el país. Este ha venido ganando participación en el mercado, a tal punto que hoy por hoy controla 60% de la base de generación del país; de 14.361 MW de capacidad instalada, 8.616 MW están en manos privadas.

“Los onerosos para el Estado, contratos PPA y BOT, que surgieron a raíz del apagón de catorce meses que padeció el país entre 1992-1993, le sirvieron de cabeza de playa para ganar un espacio mayor en el Sistema Interconectado Nacional (SIN). Isagen es la tercera gran generadora que alimenta el SIN, después de Empresas Públicas de Medellín (EPM) y Emgesa, cuenta con seis centrales de generación (Jaguas, San Carlos, Calderas, Miel I, Río Amoyá y Termocentro), dos trasvases (Manso y Guarinó) y el proyecto de Hidrosogamoso, a punto de culminarse”, sostiene Amylkar Acosta.

Explica que Isagen “además, tiene en su carpeta 6 proyectos más para su ejecución, 3 de ellos hidroeléctricas (Cañafisco, piedra del Sol y Samacá), 2 de energía geotérmica, uno en el Macizo Nevado del Ruiz y otro binacional (Tufiño-chiles, cerro Negro) en límites con el Ecuador y, finalmente, uno de energía eólica, en La Guajira. Actualmente cuenta con una capacidad instalada de generación de 2.212 MW de potencia, que se complementará con los 820 MW adicionales una vez entre en operación Hidrosogamoso, cuyo avance a la fecha es del 71.5%, superando los 3.000 MW”.

Su capacidad de generación oscila en torno a los 9.683.6 GWH, de los cuales 9.167.86 es de origen hídrico y 515.73 es de origen térmico; su participación en el mercado no regulado es de 21.4% y abastece a 272 clientes industriales. Indica Acosta que “es más, Isagen participa actualmente con el 16.45% de la energía que se transa a través del SIN y en el momento que entre en operación

Hidrosogamoso dicha participación se elevará hasta representar el 22.5%.

¿Quién da más?

Explica Amylkar Acosta, que “después de dos intentos fallidos de obtener de parte del Congreso de la República las facultades para vender otro 20% de la participación del Estado en Ecopetrol, ahora el turno es para Isagen, la que a su vez ha tenido que sortear varias embestidas tendientes a enajenar el 57.6% de las acciones de la misma”.

Señala que “aduce esta vez el Ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas que ‘la labor del Gobierno en Isagen ya está culminada: la empresa es sólida, y eficiente; la industria de generación eléctrica es madura en Colombia y cuenta con una adecuada regulación y amplia competencia’. En este caso, dado su excelente manejo, no han podido alegar razones de ineficiencia, clientelismo o corrupción y no es para menos: en el 2012 su utilidad neta fue de $460.903 millones, para un margen neto del 27% (¡!) y un margen ebitda del 35% (¡!)”. Es más, según el Gerente de la empresa Luis Fernando Rico, los ingresos operacionales en el primer trimestre de 2013 presentaron un incremento del 17% frente a los registrados en el mismo período del año anterior. Y añade, “estos ingresos contribuyeron a un crecimiento en la utilidad operacional del 10% y del ebitda del 7% respecto al primer trimestre de 2012”.

Perder el control

“Huelga decir que al perderse el control de Isagen por parte del Estado, la base de generación del país quedaría, excepción hecha de EPM de Medellín, prácticamente en manos de los particulares y recordemos que los únicos proyectos nuevos de generación que han entrado en funcionamiento han sido los que han ejecutado las empresas públicas; de modo que, si nos hubiéramos atenido a los privados el país se habría visto a gatas para responder a los requerimientos del sector”, sostiene Acosta.

En su detenido estudio sobre esta venta, Acosta sostiene que como lo afirma el analista Mauricio Cabrera, “el argumento del gobierno es que los dividendos que reparte Isagen son menores que el costo de la deuda que tendría que contratar si no recibe los ingresos de la venta. Es cierto, pero es un argumento miope porque deja de lado las buenas posibilidades de aumento del valor de la empresa por las nuevas hidroeléctricas que está construyendo y las perspectivas de expansión que tiene”.

El simple análisis financiero muestra que es un error privatizar a Isagen, y más grave si es para tapar un hueco fiscal. Como bien lo señala Cabrera, a partir del año entrante entrarán a operar tanto Hidrosogamoso como Amoyá, incrementando su capacidad de generación en 900 MW, el 42% aproximadamente y la generación de energía alrededor del 60%.

Como lo afirman los analistas del Bancolombia Natalia Agudelo y Diego Alexánder Buitrago, “llevarían los ingresos a aumentar 21% a $2.1 billones (1.200 millones de dólares) y el ebitda subirá 60% a $977.000 millones (528 millones de dólares) en el 2015, con respecto al cierre de 2012”.

Falsa disyuntiva

Sostiene el analista Acosta que “para justificar la decisión de la venta de Isagen el Ministro Cárdenas plantea una falsa disyuntiva: o se avanza en la privatización de Ecopetrol o se remata a Isagen. Al respecto plantea que mientras la rentabilidad sobre la inversión de la primera es de 6.7%, la de la segunda es de 2.4%; además, “la rentabilidad sobre patrimonio en 2012 para Isagen fue de 13% y en Ecopetrol de 22%”.

Ello no pasa de ser un sofisma, porque además de que una rentabilidad sobre patrimonio del 13% es muy buena, no se puede equiparar a Ecopetrol con

Isagen, dado que mientras Ecopetrol es un tomador de precio del petróleo que produce, el cual se forma en los mercados internacionales y que en la actual coyuntura por razones excepcionales se transa por encima de los US$100 el barril, la tarifa de energía que vende Isagen está sujeta a los parámetros que fija la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG), lo cual le impone limitaciones que no tiene Ecopetrol.

Dice además el Ministro Cárdenas que “Isagen requiere capital para continuar con su plan de expansión” y el Gobierno tiene otras prioridades, “tales como salud, educación o vivienda”, pero, como lo señalan los analistas de Bancolombia, “el impulso generado por Hidrosogamoso a los resultados financieros y generación de caja, le otorgarán a la compañía una mayor capacidad de desarrollar nuevos proyectos de expansión”.

Explica el experto que “nadie pone en duda que, como lo plantea el Ministro Cárdenas, “hay un consenso acerca de la necesidad de solucionar el cuello de botella que representa el atraso en la infraestructura de transporte”, pero ello no justifica este paso en falso del Gobierno. Afirma el Ministro Cárdenas que “cada acción del total de 1.571´919.000 tendrá un valor de $2.850. Con estos recursos se va a aportar para la construcción de las carreteras que requiere el país”.

“Estamos hablando de $4.5 billones, aproximadamente, que irían “a un Fondo de Infraestructura Nacional cuya única finalidad es realizar los aportes de la Nación a proyectos que muy pronto serán licitados por parte de la ANI”, puntualiza.

Manifesta Acosta que “llama poderosamente la atención el hecho de que se plantee la necesidad de vender a Isagen para financiar dicho Fondo, después que en la reforma tributaria aprobada en diciembre pasado se eliminaron 13 puntos de los parafiscales a los empresarios y se dispuso suplir dichos recursos con el nuevo impuesto CREE, abriéndole una tronera a las finanzas del Gobierno central de más de $6 billones, cifra esta que supera con creces lo que según el Gobierno se recibiría por la venta de Isagen, que bien podían haber servido para tal propósito”.

Preocupación

El gerente general del Grupo EPM, Juan Esteban Calle, expresó preocupación ante el anuncio del Gobierno Nacional de vender el 57% de la generadora eléctrica Isagen.

La empresa antioqueña que posee cerca del 13% de las acciones de Isagen, analiza dos opciones, la primera comprar algunas acciones hasta completar el tope que permite la regulación, o la segunda sería vender sus acciones.
"Opciones de comprar un poco más o la opción de desinvertir, sin estar el Gobierno en Isagen, socio con el cual nos hemos entendido muy bien, socio que le daba valor a la empresa, pues ya nosotros tenemos que decidir qué hacer con esa participación minoritaria", señaló el gerente general del Grupo EPM.
Es posible que la decisión de qué hacer con las acciones que posee Empresas Públicas de Medellín en Isagen, se tome antes del 23 de agosto, fecha en la que el Gobierno le daría inicio a la venta de la generadora de energía al sector Solidario con un precio base de 2.850 por acción y posteriormente en una puja que se realizará en una Subasta Pública.