En la actualidad el Concejo de Bogotá continúa en la discusión y aprobación del Plan Distrital de Desarrollo. Ante la coyuntura, la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica (Acodres) Capítulo Bogotá, manifestó su preocupación por la posible aprobación de nuevos impuestos a los establecimientos de la ciudad, por la compleja situación que viene afectando seriamente a la operación gastronómica, dada la constante y significativa inflación de alimentos, servicios públicos y arriendo de locales comerciales.
Según indicaron en un comunicado, desde 2021 el sector gastronómico ha soportado “un constante aumento de sus costos de operación, principalmente por cuenta de la inflación de alimentos, servicios públicos y arriendo de locales comerciales”.
Asimismo, señalan que el impuesto que planteó la administración de Carlos Fernando Galán del alumbrado público, “se constituiría, especialmente, en un encarecimiento sustancial del servicio, toda vez que el valor del kilovatio aumenta mes tras mes, y sobre tal incremento estaríamos pagando el nuevo tributo”.
Además, el gremio sostiene que si se aplica esta medida los establecimientos gastronómicos (restaurantes) “nos vemos obligados a subir los precios de nuestros menús, desciende el consumo de los alimentos y bebidas que preparamos, alcanzando la cifra de -27 por ciento con corte a abril, situación que se reflejó en la celebración del Dia de la Madre, cuyo reporte no registra cifras alentadoras”.
“Solicitamos a los honorables Concejales el tener en cuenta que adicionar impuestos en momentos de contracción del consumo y encarecimiento de los costos de operación, en lugar de permitirle mayores ingresos al Distrito, puede conducir al efecto contrario, pues la necesidad de supervivencia de los establecimientos incentiva más informalidad, indeseable para las aspiraciones de desarrollo social y económico de Bogotá”, concluye la petición.
Asimismo, señalan que el impuesto que planteó la administración de Carlos Fernando Galán del alumbrado público, “se constituiría, especialmente, en un encarecimiento sustancial del servicio, toda vez que el valor del kilovatio aumenta mes tras mes, y sobre tal incremento estaríamos pagando el nuevo tributo”.
Además, el gremio sostiene que si se aplica esta medida los establecimientos gastronómicos (restaurantes) “nos vemos obligados a subir los precios de nuestros menús, desciende el consumo de los alimentos y bebidas que preparamos, alcanzando la cifra de -27 por ciento con corte a abril, situación que se reflejó en la celebración del Dia de la Madre, cuyo reporte no registra cifras alentadoras”.
“Solicitamos a los honorables Concejales el tener en cuenta que adicionar impuestos en momentos de contracción del consumo y encarecimiento de los costos de operación, en lugar de permitirle mayores ingresos al Distrito, puede conducir al efecto contrario, pues la necesidad de supervivencia de los establecimientos incentiva más informalidad, indeseable para las aspiraciones de desarrollo social y económico de Bogotá”, concluye la petición.