El manejo de una política fiscal más rigurosa para cumplir con el ahorro previsto para este año, pidió Luiz Eduardo Peixoto, economista de BNP Paribas para Latinoamérica.

En su más reciente análisis sobre las finanzas del país, Peixoto señala que “la reforma fiscal y de pensiones en Colombia podrían llegar a limitar el margen para que se dé una política fiscal más laxa. Esperamos que la política fiscal del nuevo Gobierno sea más estricta de lo que se propuso inicialmente”.

Sostiene el experto que “apartarse de las reglas fiscales puede poner en riesgo las calificaciones de grado de inversión soberana”.

Asegura además que “a pesar de todo la posición fiscal actual de Colombia parece ser sólida a corto plazo. El país tiene como meta finalizar 2018 con 0.5 puntos porcentuales de superávit del PIB, lo cual creemos que puede lograrse fácilmente. Se espera que los ingresos relacionados con el petróleo aumenten en 1 punto porcentual del PIB y se pronostica que el crecimiento se acelerará a 3% durante este año”.

Indica Peixoto que “vemos que el verdadero reto está en cumplir los objetivos fiscales para 2019. La consolidación es engañosa por dos razones: primero, los ingresos están limitados por una base impositiva con restricciones (sólo 10% de los hogares aproximadamente, pagan impuestos de renta y evasión, más los costos fiscales asociados con el empleo informal que son el 4% del PIB, según la OCDE)”.

La carga

Expone el economista que “la carga de los gastos actuales en el presupuesto va en aumento a medida que suben las presiones relacionadas con la edad de los colombianos y el crecimiento de los programas sociales, los cuales se encuentran luchando por un espacio dentro de un presupuesto del 14% del PIB”.

Explica que “el nuevo Gobierno planea realizar reformas integrales a los sistemas de impuestos y pensiones. Aunque los detalles aún no se han revelado, algunos informes sugieren que dichas reformas vayan en línea con la expectativa de que la administración de Iván Duque adoptará un enfoque conservador en cuanto a las finanzas públicas, a diferencia de lo que se dijo inicialmente durante la campaña”.

Tributos

Dice el economista del BNP Paribas, que “la piedra angular del plan de Duque es bajar la carga fiscal. Se espera que la administración se centre primero en la disminución del impuesto a las empresas al 28%. (Del 33% planeado para 2019). La expectativa es que esto suceda dentro de los próximos dos años y se equilibre, reduciendo las exenciones y ampliando la base tributaria a través de un umbral mínimo más bajo para la renta individual, la modernización del IRS y la eliminación de los huecos fiscales”.

El informe manifiesta que “el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, además de las reformas fiscales, hizo hincapié en la reforma laboral, la reducción de los costos de empleo no salarial (alrededor del 35% del PIB) y la disminución de la burocracia en general”.

Se pregunta el experto, “¿qué tan efectivas son estas medidas? Según las estimaciones hechas, una reducción del 10% en la evasión fiscal podría generar una ganancia de 0.3 puntos porcentuales del PIB para los ingresos que recibiría el Gobierno. Duque planea recortar la evasión en un 50% para el final de su mandato en 2022 lo que aumentaría los ahorros potenciales cinco veces. Además, le apunta a las exenciones tales como las relacionadas con el IVA, que representaron sólo 6 puntos porcentuales del PIB en 2017, según la DIAN, y benefician principalmente a los hogares de mayores ingresos”.

La base impositiva

De otro lado, el analista sostiene que “Duque también planea ampliar la base impositiva reduciendo el umbral mínimo de recaudación de impuestos de renta. La reducción del límite a un saldo inferior al salario mínimo (alrededor de 3.7 salarios mínimos desde el actual 4.7) lo que potencialmente puede generar ingresos adicionales de aproximadamente 0.3 puntos porcentuales del PIB según las estimaciones realizadas. Carrasquilla ha planteado un umbral cercano a los dos salarios mínimos, pero es probable que enfrente una fuerte oposición”.

Señala el informe que “la coalición de Duque, por ejemplo, ya perdió un partido grande por miedo, en parte, a una reforma impopular (como resultó el proyecto de ley de Santos en 2016). Un impuesto a las empresas más bajo, es más manejable ¿Qué tanto perderá el Gobierno por la reducción de impuestos?”.

“Durante la campaña, el equipo de Duque propuso flexibilizar la norma fiscal, pero desde su nombramiento Duque ha prometido tenerla intacta. Es probable que la nueva administración disminuya los gastos este año, ya que planea ahorrar 1 punto porcentual en gastos de capital. Con una inversión ya reducida a 2.5% del PIB (de 3.5% hace dos años), creemos que una cifra más realista estaría cercana a los 0.5 puntos porcentuales, así como se planeó en el presupuesto de este año”.

Asimismo apunta que “la calificación de grado de inversión no está amenazada, por ahora. En total, la regla fiscal del país implica una trayectoria descendente de la relación deuda/PIB. En este contexto, esperamos que el país mantenga su calificación de inversión, si sigue el camino de la regla fiscal actual”.