Alarmante situación en Amazonas por rápida expansión del Covid | El Nuevo Siglo
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Jueves, 7 de Mayo de 2020
Redacción Nacional

Amazonas lidera el escalafón de regiones con mayor tasa de incidencia del coronavirus por cada 100.000 habitantes.

La situación que se presenta es de extrema gravedad dado que es el primer territorio en el país que, por este problema, copó su escasa capacidad hospitalaria.

El departamento del Amazonas, hasta el momento, reporta 230 personas contagiadas con Covid-19, por encima de regiones muchísimo más pobladas como Huila (137 casos), Tolima (94 casos) y Norte de Santander (85 casos).

La capacidad del sistema hospitalario del Amazonas se reduce a 68 camas en su capital, que tiene por lo menos 50.000 habitantes (27 en el Hospital San Rafael y 41 en la Clínica Leticia); 8 camas de cuidados intermedios sumando las que hay en estas dos instituciones y cero camas en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) para adultos.

La rápida expansión de la pandemia en Leticia se ha presentado porque es frontera con la localidad de Tabatinga (Brasil) y Santa Rosa (Perú), a su vez, hay tránsito constante de personas a pesar que el paso está cerrado desde marzo pasado en que el presidente Iván Duque ordenó clausurar todas las fronteras terrestres y marítimas con la intención de contener el ingreso del virus.

 

Corrupción

A la delicada situación sanitaria que vive el Amazonas se sumó que el lunes, la Superintendencia Nacional de Salud ordenó la intervención forzosa del Hospital San Rafael de Leticia, por el término de un año, tras adelantar un seguimiento que identificó fallas de tipo administrativo, financiero, asistencial y jurídico.

La fallas que se presentan “ponen en riesgo la adecuada y oportuna atención a los usuarios de este departamento”, según la Superintendencia.

Añadió el organismo de control que en el Hospital San Rafael de Leticia “no se garantizan servicios accesibles, oportunos, continuos y seguros, generando un riesgo para la vida de los usuarios”.

El jueves, el gobernador de Amazonas, Jesús Galindo, hizo un llamado al Gobierno nacional para que ayude al departamento por la pandemia de coronavirus.

“Le pedimos a nuestro Gobierno central que nos ayude con el tema de más médicos para el departamento de Amazonas, ayuda humanitaria, personal de salud, ventiladores mecánicos, camas, camillas”, dijo Galindo.

Como consecuencia, el pasado fin de semana el ministro de Salud, Fernando Ruiz, se desplazó hasta Leticia con el objeto de revisar el desarrollo del plan de contingencia frente a la pandemia que adoptaron el departamento y este municipio, así como para anunciar ayudas con equipos que fortalezcan el débil sistema hospitalario.

El Ministro destacó que ya se realizó la intervención del hospital público “y ahora viene todo el apoyo que daremos desde el Ministerio de Salud, con provisión de respiradores y elementos de protección personal, así como protocolos. Vinimos con la Nueva EPS para traer un médico intensivista y un enfermero, especializados en entrenamiento para operación de hospitales en relación con Covid-19”.

Además, fueron contratados cuatro médicos y tres enfermeros jefes; a su vez, se entregaron tres ventiladores y elementos de protección para el personal de salud.

De otra parte, el día de ayer el contralor del Amazonas, Daniel Oliveira, informó sobre hallazgos de presuntas irregularidades en contratación para los hospitales de Leticia y Puerto Nariño.

Indicó que se compraron medicamentos (que nunca aparecieron) con empresas fantasmas y otros, a punto de vencer; hay contratos de remodelación con empleados del mismo hospital y sobrecostos en compras para la emergencia del Covid-19 en contratos por más de $5.000 millones.

 

Virus importado
 

La vecindad de Amazonas con Brasil, el mayor foco del virus en Latinoamérica, abrió un corredor de contagio que minó aún más su precario sistema de salud.

“Nuestra frontera es demasiado porosa, hay muchas partes por donde se puede pasar (...) aquí tocaría sumar los casos de Leticia (Colombia) y Tabatinga (Brasil) porque son ciudades gemelas”, le dijo Olivera a la AFP.

Aunque Colombia cerró sus fronteras terrestres el 16 de marzo y apostó por el aislamiento, en Brasil, con más de 7.000 muertes y 100.000 contagios, la política es diferente.

El mandatario Jair Bolsonaro minimiza la gravedad del contagio y se opone al confinamiento, alegando que las consecuencias económicas serán peores. 

Manaos, capital del estado Amazonas de Brasil, al que pertenece Tabatinga, registra la mayor tasa de mortalidad de las 27 capitales estatales y vive un caos sanitario.

De los primeros diez casos detectados en Leticia, cinco fueron importados del país vecino.

En medio de la emergencia sanitaria, la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica lanzó una alerta para proteger a los nativos de nueve países que comparten la mayor selva tropical del mundo.

Augusto Falcón, presidente de la Asociación de Cabildos Indígenas del Trapecio Amazónico, explicó que la “estrategia” de los resguardos para evitar contaminaciones “es prohibir el ingreso” a quienes no sean de la comunidad.

Sin embargo, asegura que muchos nativos integran el “cordón de pobreza en la ciudad y esa es la gente que está corriendo más riesgo”.

“Nuestros chamanes y sabedores locales en sus territorios vienen haciendo sus protecciones, pero esto es un tema que requiere también de asistencia tecnológica, de otro tipo de conocimiento”, deplora Cañas. 

Aunque las medidas de confinamiento son muy estrictas en el Amazonas colombiano, la población más vulnerable vive de la economía informal y sale a buscar el sustento diario.