El Nevado del Huila, uno de los complejos volcánicos más activos de Colombia, mostró un aumento notable en su actividad sísmica en los últimos días. Según el Servicio Geológico Colombiano (SGC), esta actividad se debe a la dinámica de fluidos dentro del volcán, con dos eventos sísmicos de alta energía registrados el viernes a las 9:45 am y el sábado a las 6:45 am, lo que mantiene la alerta amarilla.
El SGC, organismo adscrito al Ministerio de Minas y Energía, detalló que este incremento en la sismicidad afecta directamente a los departamentos de Cauca, Huila y Tolima. Las condiciones meteorológicas adversas, como alta nubosidad y lluvias intensas, han dificultado el monitoreo visual de la cima del volcán, impidiendo obtener imágenes precisas de su estado actual.
A pesar de estas limitaciones, el monitoreo continuo por otros métodos no ha mostrado cambios adicionales en el comportamiento del volcán. John Makario Londoño, director del área técnica de Geoamenazas del SGC, ha asegurado que informará de manera oportuna cualquier cambio adicional en la actividad del volcán.
El aumento en la actividad sísmica llevó también a un incremento en el caudal del río Páez, con altos contenidos de lodo reportados, posiblemente vinculados a la actividad volcánica o movimientos de masa en áreas cercanas al volcán. Las autoridades locales y la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres han recomendado a los residentes cercanos al cauce del río estar vigilantes y seguir las indicaciones oficiales.
Asimismo, se detalló que “los sismos sentidos son fenómenos contemplados en el estado de alerta amarilla, así como la formación de domos, grietas en el glaciar, anomalías térmicas de baja energía, ruidos, entre otros. Se recomienda a las autoridades y a la comunidad continuar atenta a cualquier cambio que se presente en la actividad del volcán”.
El Nevado del Huila, ubicado en la cordillera Central de los Andes colombianos, es conocido por su historia de actividad volcánica significativa. En los últimos 15 años, ha tenido tres erupciones notables: dos en 2007 y una en 2008, esta última causando una importante avalancha de lodo. Su actividad reciente, aunque no ha llevado a una erupción, mantiene a las autoridades y a las comunidades en alerta debido a la posible evolución de los fenómenos sísmicos y volcánicos.
La alerta amarilla indica que el volcán está activo y presenta cambios en los parámetros monitoreados, lo que puede suponer una amenaza latente para las comunidades cercanas. Las recomendaciones del SGC y de las autoridades locales son claras: mantenerse informados y preparados para cualquier eventualidad.