La Policía Nacional de Colombia y la Investigación Criminal y de Cooperación Internacional, la DIJIN e INTERPOL en un trabajo articulado con autoridades dominicanas, en la ciudad de Bogotá, logró retener mediante notificación roja con fines de extradición, al ciudadano lituano “Virginijus Labutis”, requerido por estrados de Lituania por los delitos de tráfico de estupefacientes.
“Virginijus” es un presunto narcotraficante lituano vinculado al Cártel de los Balcanes, dedicados al tráfico de grandes cantidades de cocaína desde América del Sur hacia Europa, esta persona, junto con otros cómplices, fue el responsable de organizar varios envíos de estupefacientes ocultos en contenedores de frutas especialmente bananos, que llegaban a través del puerto de Róterdam en Países Bajos, en donde realizaban el desembarco del alcaloide, para luego continuar con el resto del cargamento hacia otros países de Europa y Asia; las autoridades europeas lograron establecer que los miembros de la organización con el fin de evadir y despistar a las autoridades se comunicaban mediante aplicaciones de servicio de mensajería instantánea encriptada.
La persona retenida venia procedente de la ciudad de Santo Domingo, República Dominicana, y tenía reservado dos vuelos uno próximo para la ciudad de Medellín (Antioquia) y otro posterior para la ciudad de Guayaquil (Ecuador). El capturado fue puesto a disposición de la Fiscalía General de la Nación, a través de la Dirección de Asuntos Internacionales, y posteriormente a disposición de Migración Colombia, quien realizó el proceso de expulsión con rumbo al país de Lituania.
El cartel
El Cártel de los Balcanes ha emergido como una de las organizaciones criminales más poderosas en el tráfico de cocaína en Europa, especialmente desde la desintegración de Yugoslavia en 1991. Este grupo, que incluye mafias albanesas y serbias, ha logrado desplazar a los tradicionales proveedores colombianos y mexicanos, convirtiéndose en el principal distribuidor del continente.
Desde 2017, estas mafias han intensificado sus operaciones, estableciendo conexiones directas con productores latinoamericanos para importar grandes cantidades de cocaína a Europa. Esto incluye el uso de puertos estratégicos en España, como Algeciras y Valencia, para el ingreso de cargamentos.
La influencia del cártel ha generado preocupaciones significativas sobre la seguridad y la economía global. Su capacidad para operar a gran escala y su red logística sofisticada han permitido que controlen aproximadamente la mitad del tráfico de cocaína que entra a Europa.