De continuar con el incremento de la población, la capital de la República requerirá entre 770.000 y 926.000 viviendas nuevas para poder atender la demanda habitacional.
En efecto, la Secretaría Distrital de Planeación (SDP) determinó que Bogotá requerirá toda esta cantidad de unidades a 2031, según se deriva de las cifras suministradas por el DANE de los conteos preliminares del Censo de 2018, de registros administrativos de la entidad y de otras estadísticas oficiales.
En este sentido, el secretario de Planeación, Andrés Ortiz Gómez, sostuvo que de esta manera se corroboran los cálculos asociados al crecimiento poblacional y de necesidad de vivienda en Bogotá incluidos en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT), hechos con base en la información oficial y registros administrativos vigentes publicados por el DANE.
De hecho, para obtener las cifras de vivienda la SDP ha desarrollado varios cálculos y escenarios para estimar la población entre 2019 y 2031, utilizando las estadísticas vitales y las cifras de migración del DANE. Así mismo, ha calculado la recomposición de los hogares que le permite al Distrito identificar la necesidad de vivienda para los próximos 12 años.
Mediciones
Para determinar cuántas viviendas nuevas requiere la ciudad, la SDP tuvo en cuenta tres fuentes con diferentes escenarios: el crecimiento de la población durante la vigencia del POT (si son más personas), el cambio en la composición de los hogares (si los hogares serán más pequeños en el futuro) y el déficit existente y la evolución de los desarrollos informales.
Sin embargo, el secretario indicó que la necesidad de vivienda no se configura necesariamente por un aumento en el número de habitantes sino también por el déficit existente, la informalidad en la generación de vivienda y la recomposición de los hogares.
“Hoy día el número de personas por hogar es menor, fenómeno que se confirma con las cifras preliminares del Censo de 2018 y de las Encuestas Multipropósito realizadas por el DANE y el Distrito”, explicó.
También se analizó la población que actualmente vive con los jefes de hogar (especialmente jóvenes), quienes podrían conformar nuevos hogares en el futuro. Según los cálculos, estos demandarían cerca de 543.000 viviendas, incluso después de tener la probabilidad de heredar una. Esto no incluye el efecto de la migración.
Es importante precisar que en la medida que el DANE publique mayor información sobre el Censo de 2018, se precisarán cuáles escenarios representan de manera más cercana las necesidades de vivienda de la ciudad.
El censo
De otra parte ayer se reveló el último censo de edificaciones del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), en que la construcción de viviendas en la capital del país aumentó de manera significativa, ya que durante el primer trimestre del año se inició la construcción de 7.320 viviendas, es decir un 14,9% más que en el mismo periodo de 2018, cuando fueron aprobadas 6.371 unidades.
De acuerdo con esa entidad, el crecimiento de la ciudad fue 2,6 veces superior al agregado nacional que registró un crecimiento del 5,7% durante el primer trimestre de 2019.
El reporte señala que durante el primer trimestre de 2019 se licenciaron 9.233 unidades de vivienda en la ciudad de Bogotá, reflejando un crecimiento del 24,4% frente al mismo periodo de 2018, cuando se licenciaron 7.425 unidades.
“Con los 164 proyectos inscritos en nuestra ventanilla única de la construcción, hemos apoyado el licenciamiento de más de 11 mil viviendas y la iniciación de 5.848 viviendas en 19 proyectos. Hemos reducido la duración en los tiempos de trámites críticos en la cadena de urbanismo y construcción, que afectaban la eficiencia del sector”, aseguró el secretario del Hábitat, Guillermo Herrera.
El funcionario precisó que la dinámica de licenciamiento estuvo soportada en la Vivienda de Interés Social (VIS), que registró un crecimiento del 28,2% con 4.130 unidades más. El Distrito señaló que este factor es muy positivo, pues es un indicador de mayor oferta futura de vivienda para los hogares de menores ingresos.
Herrera señaló que “desde la Administración distrital se seguirá impulsando el licenciamiento de proyectos como los que se tienen en los planes parciales de La Felicidad y El Bosque, donde hay más de 20 mil unidades disponibles, así como el del plan parcial Tres Quebradas”.
Herrera manifestó que seguirán impulsando el licenciamiento de proyectos como los que se tienen en los planes parciales de La Felicidad y El Bosque (donde hay más de 20.000 unidades disponibles), así como el proyecto Tres Quebradas para la edificación de 8.000 viviendas nuevas de interés prioritario.
Con miras a las próximas décadas y para atender el crecimiento poblacional, el Distrito aseguró que a 2031 Bogotá requerirá entre 834.000 y 892.000 nuevas viviendas. Según la Secretaría de Planeación, para calcular esas cifras ha desarrollado varios cálculos y escenarios, utilizando las estadísticas vitales y las cifras de migración del DANE, así como la recomposición de los hogares.
Reactivación
De otra parte Camacol, el gremio de la construcción, le hizo un llamado al Gobierno para que adopte medidas que estimulen la inversión y logren reactivar rápidamente al sector.
En ese sentido la presidenta del gremio, Sandra Forero, urgió asegurar los subsidios de vivienda social para los próximos años, con el fin de incrementar en un 40% la oferta de proyectos de viviendas de interés social.
Igualmente, Camacol ha propuesto el diseño y puesta en marcha de un instrumento de garantía a los créditos hipotecarios y leasing, que permita profundizar el financiamiento y acelerar las decisiones de inversión de los hogares.
“Por eso hemos insistido que para que la inversión, el lanzamiento y ventas de los proyectos ganen dinamismo tenemos que trabajar en todos los frentes, de lo contrario veremos un desempeño muy bajo del valor agregado del sector, con riesgos adicionales sobre el empleo”, dijo Forero.
De la misma manera, la Presidenta del gremio propone que se reduzcan los costos transaccionales para el desarrollo de los proyectos y que permitan corregir oportunamente las ineficiencias que hoy desincentivan la inversión.
Eso no es otra cosa que tener mayor seguridad jurídica para habilitar suelo y evitar que los proyectos en ejecución se afecten o paralicen por decisiones reglamentarias o administrativas a nivel local.
Cabe mencionar que el DANE reveló que en el primer trimestre el año el valor agregado del sector de edificaciones presentó un decrecimiento de -8,8%.