Cada 48 horas denuncian la desaparición de una mascota | El Nuevo Siglo
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Domingo, 15 de Diciembre de 2019
Eduardo Carrillo

 

La pérdida o el secuestro de una mascota, por cuyo rescate criminales exigen a sus propietarios entre $100 mil, $500 mil y hasta $7 millones, es cada dos días denunciada, generalmente a través de las redes sociales, mientras que otras son hurtadas para reproducción, por encargo y unas pocas son torturadas y asesinadas por deudas de sus propietarios, ajustes de cuentas y por razones sentimentales.

El número podría ser mayor si se tiene en cuenta que en un alto número no se instauran las denuncias formales ante la Fiscalía y la Policía, “para perseguir a esas bandas de delincuentes comunes dedicadas a esta modalidad criminal que viene creciendo en forma alarmante en todo el país”.

El director del Gaula de la Policía, general Fernando Murillo, en diálogo con EL NUEVO SIGLO,  afirmó que es un delito grave secuestrar una mascota, bien sea perro o gato, para exigir dinero para su devolución, por cuanto se constituye en el delito de extorsión tipificado en el Artículo 244 del Código Penal y el responsable incurrirá en prisión de 192 a 288 meses y a una multa de 800 a 1.800 salarios mínimos legales mensuales vigentes.

“El problema radica en la falta de información, pero le podemos decir a los colombianos que la Fiscalía General y el Gaula de la Policía sí investigan los casos de secuestro y extorsión de perros y gatos. Podemos hablar de secuestro, pero estos casos se centran más en la extorsión”, precisó el general Murillo.

Explicó que “como director de Antisecuestros de la Policía he visto a través del Observatorio del Delito el fenómeno del secuestro y la extorsión de las mascotas por parte de la delincuencia común. Es decir, los antisociales emplean la modalidad de secuestrar, digámoslo así, retener en contra de la voluntad a mascotas. Los antisociales miran las condiciones económicas de sus dueños para exigir sumas de dinero que en muchos casos son montos muy pequeños”.

Añadió que “el problema radica en que el ciudadano del común no ve estos hechos como un delito grave y en donde deba actuar la institucionalidad, en este caso la Policía a través del Grupo Gaula, y por esta razón llamamos la atención a los colombianos y extranjeros víctimas de esta modalidad criminal, que es importante denunciar debido a que si pagan, entonces esta acción criminal se seguirá repitiendo y por esta razón es necesaria la denuncia para que podamos actuar como autoridad y enviar a la cárcel a los responsables”.

Expresó que en lo corrido del presente año el Gaula de la Policía conoció tres casos de secuestro y extorsión, dos en Villavicencio y uno en Popayán, con resultados altamente positivos pues no solo se logró impedir el pago de importantes sumas de dinero sino capturar a dos delincuentes y recuperar tres mascotas. “Lo más importante es que hemos identificando a los antisociales que siempre son de la delincuencia común y poniéndolos a buen recaudo, especialmente por el tema de las exigencias de dinero. En muchos casos los montos van entre $100 mil a los $3 millones”, dijo.

Investigaciones

“En desarrollo de las investigaciones que permitieron la captura de dos sospechosos se les tipificó el delito de extorsión por la exigencia de dineros para devolver a los animalito a sus propietarios. Los capturados quedaron a disposición de la Fiscalía General y fueron presentados ante un juez con funciones de control de garantías luego de los correspondientes trámites de rigor en estricto cumplimiento de la ley”, acotó.

En la mayoría de casos “hemos evidenciado que  la acción criminal la realiza alguien que conoce a la familia y a la mascota. Generalmente los delincuentes se van por el lado de la raza, que sea fina y que sus propietarios tengan una condición económica  que les facilite pagar esa extorsión a la mayor brevedad posible. Estamos hablando de secuestro  exprés  y siempre advierten que no llamen a la autoridad. Estos casos son ejecutados por pura delincuencia común”, explicó.

Se sabe, de acuerdo con la información, que casi siempre actúan dos o más personas para llevar a cabo el ilícito. Uno de los antisociales se encarga de arrastrar, levantar o alzar a la mascota, mientras los otros distraen a su propietario. Luego, la mascota es entregada a los llamados transportadores que a bordo de un vehículo, cuyas placas son borrosas o blanqueadas para evitar su identificación a través de testigos o cámaras de seguridad, escapan del lugar. Horas después empiezan las exigencias si el secuestro es extorsivo y de acuerdo con la raza del animal exigen desde $100 mil hasta $7 millones.

El director del Gaula precisó que “cuando se presentan estos hechos de secuestro de los animalitos -podemos llamarlo así-, sufre todo el entorno familiar pero en especial los niños, que llegan a experimentar o sufrir quebrantos de salud y problemas psicológicos, y es necesario atenderlos de inmediato”.

“Es importante que las mascotas cuenten con su collar y con su identificación, porque cuando se pierden y son encontradas por personas buenas, llaman y las devuelven sin ninguna exigencia o contraprestación. Pero, cuando un ciudadano encuentra un perro o un gato que está plenamente identificado y se queda con él, entonces podemos hablar del delito de hurto, porque no hay exigencia de dinero”, afirmó el oficial.

El general Murillo expresó que los antisociales también hurtan mascotas de raza para someterlas a través de inseminación y emplear su pedigrí en la venta de sus crías.

Con frecuencia

De otra parte, como dramática y alarmante calificó el asesor y experto en seguridad de la Universidad Central, Andrés Nieto, la pérdida cada dos días de una mascota y la extorsión de la que son víctimas sus propietarios por parte de redes criminales que, en otros casos las hurtan y en menor proporción las torturan y asesinan por ajustes de cuentas o deudas de sus propietarios y por hechos sentimentales.

“Efectivamente en la Universidad Central hicimos un cruce de información y datos entre las redes sociales y denuncias formales que nos permitió establecer que cada 48 horas se registra la denuncia de la pérdida de una mascota, el secuestro o el hurto especialmente de perros”, dijo Nieto a EL NUEVO SIGLO.

Precisó que “el cruce de información también nos permitió establecer que el 80% de los casos que se registran, se dan en Bogotá. Asumimos  que cada dos días se denuncia la pérdida de una mascota, especialmente, de perros. Luego logramos identificar que los antisociales ejecutan la modalidad criminal conocida como -secuestro exprés-  y  exigen entre $100 mil, $500 mil o más dinero, por el rescate en un lapso de 24 horas”.

“Además del secuestro viene el pedido económico con la amenaza que si no se les da el dinero exigido y se informa a las autoridades, entonces terminan matando al animalito. Eso es lo que nosotros hemos identificado. Claro que entre más pura sea la raza, entonces más vale. Los malhechores siempre buscan la raza de la mascota y establecen que tan fácil es venderla o exigir una importante cantidad de dinero como rescate para que sus propietarios la puedan volver a tener en el seno de su hogar”, aseveró Nieto.

Explicó que de acuerdo con el cruce de la información, las acciones criminales contra las mascotas, después de la capital del país en su orden están: Medellín, Cali, Barranquilla, Manizales, Ibagué, Pereira, Villavicencio y Popayán.

Dijo que “los facinerosos” hacen las exigencias económicas a través de números privados, de cabinas telefónicas, de minuteros, de celulares hurtados, por mensajes de texto o desde cabinas con servicios de Internet, difíciles de rastrear.

“El secuestro exprés es una modalidad de secuestro extorsivo y los hampones intimidan a los propietarios de los perros o gatos para que no denuncien el caso ante las autoridades y lo único que buscan es un dinero rápido y fácil para evitar ser sorprendidos por las autoridades u organismos de Inteligencia”, indicó.

Señaló el asesor y experto en seguridad que también se registra la modalidad de hurto y en especial en Bogotá, en donde luego de una investigación los criminales logran establecer que las mascotas sean de raza, que no hayan sido esterilizados para poder montar “fábricas de cachorros” y venderlos a altos precios en diferentes sectores de la capital u otras ciudades del país.

Razones

“Sabemos que muchos de los canes de raza o felinos van a criaderos ilegales donde las hembras tienen sus cachorros cuantas veces sea posible en un año y por esta razón reciben buena alimentación. Pero, cuando ya los animales no están en condiciones de seguir procreando, son sacrificados o simplemente los lanzan a la calle en estado lamentable de desnutrición”, acotó.

Pero, afirmó, “lo más dramático es que a las mascotas las están secuestrando o hurtando por ajuste de cuentas. Este caso es por venganzas con sus dueños y los animalitos son torturados o muertos y luego se le envía el comunicado a la persona que por no pagar una deuda, por un ajuste de cuentas,  por un tema amoroso y por otras circunstancias. En este caso, la mascota termina siendo la culpable y la responsable de estos hechos y se convierte en la víctima fatal”.

Nieto dijo que los antisociales secuestran con fines extorsivos o para las llamadas -fábricas de cachorros- perros de las razas: Pug, Yorkei, Boston Terrier, Bulldog Francés, Bulldog Inglés, Pitbult, Pastor Ovejero, Labrador, Pastor Alemán;  Chihuahueño, Caniche, Staffordshire Bull Terrier, Roottweiler, Dóberman, Mastín Inglés, Gran Danes, Dálmata; las tres vertientes de la raza Beagle: El Limón, El Limón Natural y el Gris y en menor medida los Golden Retriever.

Explicó que en desarrollo de los trabajos de investigación “logramos identificar bandas criminales que se encargan de conseguir perros de ciertas razas, incluso que no son nacionales o de criaderos colombianos, también con fines extorsivos, para la venta clandestina o para llevarlos a las fábricas de cachorros ilegales”.

De otro lado, narró que “nosotros creemos que existen redes especializadas y por esta razón ya pasamos las informaciones a las autoridades, pues el trabajo de inteligencia que ejecutan para saber si es de raza pura, si está esterilizada o no, a qué horas queda sola, quién es el encargado de sacarla a pasear o para que puedan hacer sus necesidades fisiológicas, si son niños, niñas, adolescentes o adultos. También investigan si son recogidas las mascotas por las Escuelas de Entrenamiento o si son entregadas a los conocidos paseadores y a qué horas, todo para poder ejecutar el secuestro con fines extorsivos, para la venta o para reproducción”.

“Ciudadano de cuatro patas”

Nieto destacó que el microchip que está entregando en forma gratuita la administración Distrital, es uno de los grandes avances para enfrentar a la criminalidad, porque se trata de un sistema de identificación animal con el que se creó una plataforma digital para registrar a las mascotas y a sus dueños en la capital del país.

Precisó que el microchip que se instala en el dorso del perro o del felino  y que contiene un código de 15 dígitos, está recubierto de una sustancia que al inyectarse forma a los tres días una cápsula fibrosa, que no permite que se desplace o salga y prácticamente se puede afirmar que es la cédula del cuadrúpedo.

Indicó que los microchips son identificados por lectores especiales que están en las alcaldías locales, en clínicas veterinarias, en los Centros de Atención Inmediata, CAI y en las Estaciones de Policía y cuando es recogida una mascota, entonces rápidamente se puede saber quién es su propietario o cuidador, su nombre y residencia, entre otra información.

Explicó que el microchip no funciona como  GPS como ocurre en otros países, pero en Colombia se cuenta con cuatro empresas que prestan este servicio  con costos mensuales y anuales y el dueño de una mascota extraviada puede hacer a través de su teléfono celular el seguimiento y establecer el lugar donde se encuentra.

Destacó Nieto que “los propietarios de mascotas de raza deben esterilizarlas, pues esta medida baja hasta un 79.3 por ciento las posibilidades de rapto para llevarlas a criaderos clandestinos. También deben ser adultos los encargados de pasear a los canes y felinos y cuando se encuentren con niños, niñas y adolescentes en faenas de recreación o de paseo estar pendientes en  forma permanente sobre sus desplazamientos e informar a las autoridades la presidencia de personas sospechosas”.