Las autoridades de Colombia capturaron a un presunto disidente de la exguerrilla FARC, acusado de participar en el asesinato e incineración de un grupo de agentes judiciales en julio en la frontera con Ecuador, informaron este domingo fuentes oficiales.
El sospechoso, alias "Niño Richi", integrante del Frente Oliver Sinisterra que se apartó del proceso de paz de la otrora guerrilla comunista, fue detenido en el municipio de Tumaco, departamento de Nariño, por unidades del Ejército, indicó el ministerio de Defensa en Twitter.
"Este sujeto, al parecer, habría incinerado los cuerpos" de dos de los tres agentes judiciales asesinados el 11 de julio en una zona aledaña a Tumaco, el municipio con más narcocultivos del mundo, agregó la fuente oficial.
Los efectivos del Cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía (CTI) habían sido ultimados a balazos por un comando que interceptó su vehículo en la carretera que une a la ciudad de Pasto con Tumaco.
Las autoridades señalaron desde un comienzo al Frente Oliver Sinisterra como responsable del ataque, y el 12 de julio anunciaron la captura de 14 presuntos disidentes involucrados en el crimen.
La organización está al mando de Walther Arizala, alias Guacho, un exmando medio de las FARC que se apartó del acuerdo de paz de 2016.
Señalado por las autoridades colombianas de operar como brazo armado del cartel de Sinaloa de México, el grupo de Guacho es una de las múltiples bandas que se disputan el control del narcotráfico en Nariño.
Además, es acusado de asesinar en cautiverio a una pareja ecuatoriana y a un equipo periodístico del diario El Comercio de Quito.
A raíz de estos crímenes ocurridos entre marzo y abril, las autoridades colombianas y ecuatorianas lanzaron una feroz ofensiva contra Arizala.
Sin un mando unificado, los disidentes operan en alejados puntos de Colombia donde disputan las rentas del narcotráfico y de la minería ilegal. Según inteligencia militar, cuentan con unos 1.200 combatientes.
Colombia es el principal productor mundial de cocaína. Hasta 2017 había 209.000 hectáreas sembradas con la materia prima de esta droga, una cifra récord, según Estados Unidos.