Condenados dos policías por “chuzadas” a Marelbys Meza | El Nuevo Siglo
Las interceptaciones ilegales revelan un escándalo en la Policía Nacional. / Foto: Archivo ENS
Miércoles, 25 de Septiembre de 2024
Redacción Web

LA JUEZ 53 de Conocimiento de Bogotá sentenció a diez años de casa por cárcel a los policías Alfonso Quinchanegua y Dana Canizales por su participación en las chuzadas ilegales a Marelbys Meza y Fabiola Perea, exniñeras de la funcionaria Laura Sarabia, lo que destapó una trama de corrupción en la institución.

En una audiencia celebrada el pasado 11 de septiembre, la jueza detalló las implicaciones de las acciones de los uniformados, quienes, mediante un preacuerdo, admitieron su responsabilidad en delitos como fraude procesal y falsedad material en documento público. Este caso ha puesto en el centro de la discusión no solo la conducta de los policías, sino también las órdenes que recibieron, las cuales ellos mismos admitieron provenían de instancias superiores, sugiriendo una posible complicidad en niveles más altos.

Alfonso Quinchanegua, intendente de la Policía, y Dana Canizales, patrullera, actuaron como agentes de la Sijín en este escándalo que ha tenido repercusiones significativas en el ámbito policial. En su intervención, Canizales expresó su arrepentimiento, destacando su inexperiencia y la presión de cumplir órdenes superiores.

“Por falta de experiencia, por creer, confiar y recibir órdenes de mis superiores, todo me llevó a creer poder hacer un trabajo de manera honesta y correcta para la comunidad. Sin embargo, quiero pedir disculpas por mi error a las víctimas: a la señora Marelbys Meza, Lucía Robles, Fabiola Perea, al señor Johnson Pineda; a los fiscales, la doctora Marvel Morales y el doctor Óscar Zapata y a sus familias”, indicó durante la audiencia.

Quinchanegua también ofreció disculpas, afirmando: "Quiero presentar excusas públicas a todas las partes afectadas, a los ciudadanos que de una u otra forma afectamos tanto moral como psicológicamente. Estoy arrepentido de todo lo que se quiso hacer en este proceso".

El escándalo estalló cuando se reveló que las interceptaciones a Meza y Perea fueron parte de una investigación destinada a desviar la atención sobre un caso que implicaba a un miembro del Clan del Golfo. Las evidencias mostraron que ambos policías, utilizando documentos falsos, indujeron a fiscales a autorizar las chuzadas bajo pretensiones engañosas. Según la Fiscalía, este actuar no solo violó derechos individuales, sino que también comprometió la confianza pública en la institución policial.

Marelbys Meza, en su testimonio, relató cómo su vida cambió drásticamente tras la revelación de estas chuzadas. A partir de ese momento mi vida cambió, la salud de mi familia, yo siempre he dicho que no he robado nada", sostuvo, enfatizando el impacto emocional y psicológico que este episodio ha tenido en su vida.