En 2016, más de 250.000 personas fallecieron en América producto de las armas de fuego. Un total de 50,5 % de estos decesos tuvieron lugar en seis países de América: Brasil, Estados Unidos, México, Colombia, Venezuela y Guatemala, según un reciente estudio publicado por el Journal of the American Medical Association.

En la investigación se detalla que Brasil encabeza la lista con 43.000 fallecidos, seguido de Estados Unidos con 37.200. En el ranking de los diez primeros puestos a escala mundial ingresa India, con 26.500; México, con 15.400; Colombia, con 13.300; Venezuela, con 12.800; Filipinas, con 8.020; Guatemala, con 5.090; Rusia, con 4.380 y Afganistán, con 4.050.

Asimismo, se detalla que en países como Brasil, Colombia, México, Filipinas y Sudáfrica, la gran mayoría de estas muertes fueron asesinatos a mano armada, mientras que un muy pequeño porcentaje de las víctimas se suicidaron.

"Esto confirma lo que muchos hemos afirmado durante años: la violencia armada es una de las mayores crisis de salud pública de nuestro tiempo", manifestó Mohsen Maghavi, autor principal del estudio.

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No obstante, destacó que "no hay antídotos simples para hacer frente a este problema de salud. La tragedia de cada muerte relacionada con un arma continuará hasta que líderes razonables y razonados se reúnan para abordar el problema".

Importante destacar que en el estudio se evalúa la mortalidad vinculada a las armas de fuego, y se empleó el período entre 1990 y 2016 en 195 países por edad y sexo. Se excluyen los decesos producto de conflictos, tiroteos o ejecuciones; sin embargo, se resalta que los homicidios superaron a las muertes provocadas por conflictos y terrorismo cada año de 1990 a 2016, con excepción de 1994 ya que se produjo el genocidio de Ruanda.

Otro dato importante es que el 87 % de las muertes a mano armada en el mundo (218.900) fueron de hombres: 34.700 de ellos tenían entre 20 y 24 años de edad.