Colombia tiene 120 mujeres pobres por cada 100 hombres | El Nuevo Siglo
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Miércoles, 10 de Octubre de 2018
Agencia Anadolu

La organización ONU Mujeres presentó este miércoles el informe ‘El Progreso de las mujeres en Colombia 2018’ donde por primera vez con datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) se expone un panorama sobre las condiciones de pobreza que enfrentan las mujeres del país.

Uno de los principales hallazgos de las Naciones Unidas es que para 2017 había 120.3 mujeres pobres entre los 20 y 59 años por cada 100 hombres en esa misma condición. El indicador aumentó pues para 2008 la cifra era de 102.5 mujeres pobres por cada 100 hombres.

El informe menciona que el aumento de la proporción de mujeres pobres frente a la de los hombres se dio en un lapso donde el país redujo sus tasas totales de pobreza.

“Uno de los mayores logros del país en el siglo XXI es la reducción de la pobreza monetaria en menos de una década, pasando de 42% en 2008 a 26.9% en 2017. A pesar de ello, se aprecia un rezago en contra de las mujeres”, detalló ONU Mujeres en su publicación.

La brecha de género en el impacto de la pobreza se evidencia también en el porcentaje de hogares pobres liderados por mujeres.

“En 2017, entre los hogares con jefatura masculina la incidencia de la pobreza monetaria alcanzó un 25.5%, en contraste con el 29,7% para aquellos con jefatura femenina, lo que representa una brecha de 4.2%”, indicó el documento.

Otro de los hallazgos de la entidad de la ONU es que de 2014 a 2017 se estancó la participación laboral de las mujeres en Colombia en el 54% y que la brecha con respecto al porcentaje de acceso al empleo de los hombres supera el 20%.

Las dificultades de las mujeres para salir de la pobreza en Colombia se ven acentuadas por el tiempo que dedican a actividades no remuneradas que las ponen en una situación de inequidad frente a los hombres.

El informe describe que las mujeres doblan el tiempo que dedican los hombres a actividades asociadas al trabajo doméstico o de cuidado no remunerado. “Por ende, reconocer, reducir y redistribuir el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado entre familia, Estado y mercado es una tarea imperiosa para completar e igualar los logros alcanzados en materia de empoderamiento económico”, detalló.

La publicación también mencionó que las mujeres campesinas, las de zonas afectadas por el conflicto armado (que suman 4 millones), y las cerca de 637.000 venezolanas que en el 2017 ingresaron formalmente a Colombia hacen parte de las poblaciones más vulnerables en el país.

La representante de ONU Mujeres en Colombia, Ana Güezmes, le indicó a la Agencia Anadolu que la situación de Colombia demuestra que al bajar la pobreza no necesariamente disminuye la desigualdad.

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“Colombia logró grandes avances en la disminución de la pobreza, pero las mujeres son las más pobres entre los pobres”, aseveró Güezmes para quien las mujeres en Colombia necesitan facilidades para acceder a mejores empleos y a la economía formal.

Para Güezmes, la inequidad en los ingresos de las mujeres con respecto a los hombres con los mismos cargos es otro de los indicadores que evidencia la inequidad de género que persiste en Colombia. “Por cada 100 pesos que recibe un hombre, las mujeres reciben 83 pesos. Esto ONU Mujeres lo califica como un robo tolerado y estamos trabajando para que no ocurra”, manifestó.

Güezmes describió algunas de las seis estrategias que contempla el informe para promover la equidad de género en Colombia y mencionó que cada una se debe aplicar de acuerdo al escenario en el que se encuentren las mujeres a las que se buscan beneficiar.

La representante describió tres escenarios que viven las mujeres de Colombia según sus ingresos y formación académica: mujeres en pisos pegajosos, mujeres enfrentando techos de cristal, y mujeres en escaleras rotas.

La líder de ONU Mujeres en Colombia explicó que aquellas en pisos pegajosos son las que tienen menor nivel educativo e ingresos. “Muchas de ellas son madres en su adolescencia. Necesitamos vincularlas a políticas de calidad relacionadas a la formación profesional y al primer empleo”, aseveró.

Sobre el grupo de mujeres enfrentando techos de cristal, Güezmes indicó que son aquellas que tienen educación superior, participan en la economía y sus ingresos son los más altos entre su género. Sostuvo que las mujeres en esta categoría tienen brechas en sus ingresos y cargos respecto a hombres con su misma formación y estilo de vida.

“Tenemos que romper esos techos de cristal promoviendo que más mujeres accedan a puestos de toma de decisiones en el sector público y privado”, manifestó Güezmes quien añadió que en Colombia aún hay demasiadas primeras mujeres accediendo a cargos importantes como la rectoría de la Universidad Nacional o la vicepresidencia de Colombia cuando debería ser una situación menos excepcional.

El tercer grupo son las mujeres en escaleras rotas que son aquellas con ingresos medios, en su mayoría con educación secundaria e insertadas en trabajos informales. Güezmes mencionó que son mujeres que muchas veces, cuando tienen hijos, dejan de trabajar y dedican unas 50 horas a la semana al trabajo doméstico y de cuidados no remunerados. “Si no se invierte en ellas pueden caer en la pobreza en escenarios de pisos pegajosos”, mencionó.

“En estos casos lo que necesitamos son políticas que generen estabilidad, de formalización de empleo, de prevención de embarazo adolescente y otras para que aquellas que sean madres no se vean afectadas en sus oportunidades de acceder al mundo laboral y educativo”, sostuvo Güezmes.

La representante se refirió a las mujeres víctimas del conflicto y a las migrantes venezolanas. Afirmó que son dos grupos vulnerables que necesitan medidas específicas en Colombia.

Para el caso de las víctimas, Güezmes indicó que se requiere que se les garantice su inclusión, la no repetición de su sufrimiento y estrategias de prevención de nuevas formas de violencia a las que son vulnerables, por ejemplo, las defensoras de derechos humanos.

La atención a las mujeres venezolanas debe ser una iniciativa hemisférica, según Güezmes. Resaltó, además, que la ONU tiene campañas para garantizarles su derecho a la salud, la prevención de la explotación sexual y contra la discriminación. El informe fue presentado este miércoles en Bogotá.