En el municipio de Tibú, Norte de Santander, miembros del Eln (Ejército de Liberación Nacional) atacaron con explosivos al batallón de la Fuerza de Tarea Vulcano del Ejército. Afortunadamente, la Segunda División del Ejército informó que ninguno de los soldados ubicados en el sector resultó afectado.
El ataque se produjo cuando integrantes del grupo armado organizado Eln lanzaron cuatro artefactos explosivos improvisados contra las instalaciones de la Fuerza de Tarea Vulcano. El Ejército Nacional rechazó este acto, catalogándolo como una violación a los derechos humanos e infracción del derecho internacional humanitario. Tras el incidente, se activó un dispositivo de seguridad para ubicar a los responsables.
El incidente, perpetrado por presuntos miembros del Eln, fue interpretado por fuentes militares como una posible represalia por los recientes enfrentamientos con las tropas del Ejército en la zona.
Recientemente, en el municipio de Lourdes, también en Norte de Santander, se registraron combates que resultaron en la muerte de un presunto guerrillero del frente Juan Fernando Porras del Eln y la captura de otros dos.
Este hecho se suma a una serie de ataques y hostilidades en la región del Catatumbo, donde la presencia y accionar del Eln son persistentes. El 22 de diciembre de 2024, cuatro militares resultaron heridos tras la explosión de un artefacto al paso de una patrulla en una zona rural de Tibú.
El grupo guerrillero anunció un cese al fuego unilateral hasta el 3 de enero como un "gesto de paz" durante las festividades navideñas, instruyendo a sus estructuras a no realizar operaciones militares ofensivas contra las fuerzas armadas. Sin embargo, este ataque reciente sugiere una continuidad en las acciones violentas en la zona.