Por lo menos mil personas resultaron damnificadas en la región de Tadó (Chocó) a causa de fuertes temporales registrados durante el fin de semana, lo que originó la declaratoria de una calamidad pública.

Las informaciones conocidas desde la alejada zona del occidente del país señalan que la cifra de personas damnificadas en este municipio, a orillas del río Iró, por el fuerte vendaval de las últimas horas, podría aumentar.

Las autoridades comenzaron a realizar un censo de familias afectadas, el que se ha extendido a las zonas rurales, donde los habitantes no tendrían capacidades para autoalbergarse.

Por ahora se han identificado 200 familias damnificadas, las cuales recibirán un mercado como ayuda inicial.

El alcalde de Tadó, Arismendi García, explicó que las viviendas fueron destechadas por las fuertes ráfagas de viento. Además, hubo pérdida de electrodomésticos, colchones y afectaciones al ganado.

"El balance es bastante complejo, hemos pasado de más de 200 viviendas afectadas. La administración municipal no cuenta con los fondos necesarios para atender esta emergencia; hemos convocado a la gobernación y en especial a la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo para que, con el cambio de gobierno, nos brinden la mano amiga", dijo el Alcalde.

El vendaval ocurrido en Tadó es una de las peores afectaciones que deja la segunda temporada de lluvias del año en Chocó. Mientras tanto, la Alcaldía se declaró sin los recursos económicos necesarios para atender la emergencia, por lo que pidió ayuda de la Gobernación para la compra de zinc y materiales de construcción que permitan reparar las viviendas.

Aunque no ha sido necesario instalar albergues para las familias damnificadas, las autoridades hicieron un llamado a la solidaridad de los vecinos que no se vieron afectados. Por la falta de techos, los habitantes perjudicados no tienen donde guardar los pocos enseres que no se dañaron con las fuertes precipitaciones.