FUE DESVINCULADO por la Universidad del Rosario el rector Alejandro Cheyne, después de que en los últimos días exrectores y estudiantes pidieron que no siguiera en el cargo, debido a los crecientes problemas financieros y administrativos de la institución.
El centro de educación superior anunció en un comunicado que “nos permitimos informar que la Consiliatura del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario ha determinado la desvinculación del doctor José Alejandro Cheyne García, como Rector de la Universidad del Rosario, a partir de la fecha”.
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Agregó que de acuerdo con lo “establecido en las Constituciones ante la vacancia presentada, ocupará la Rectoría el vicerrector, doctor Gustavo Adolfo Quintero Hernández, quien convocará a elección de rector para el resto del periodo, a la mayor brevedad”.
En días pasados, Cheyne García envió un mensaje a la Comunidad Rosarista en donde transmitió tranquilidad en cuanto a la situación financiera de la Universidad y el compromiso con la excelencia académica y el bienestar de los estudiantes y profesores.
Añadió que la universidad continuará con su gobernanza autónoma, en busca del bienestar de toda la comunidad. Igualmente, el entonces rector invitó a los rosaristas a un diálogo abierto y constructivo, basado en argumentos sólidos y evidencia palpable.
Cheyne García dijo frente a las crecientes voces críticas por su gestión que se deben a “un ataque mediático”.
Sin embargo, el pasado jueves, se hizo pública una carta firmada por cinco exrectores y cerca de 140 profesores de distintas facultades, en la que manifestaron la necesidad de que se diera un cambio en la rectoría.
“Expresamos vehementemente que la pérdida de confianza, legitimidad y gobernabilidad del señor Cheyne García hacen inviable que pueda liderar el proceso de transformación que la comunidad rosarista está reclamando”, señaló la misiva.
Indica que “las críticas y observaciones a su gestión de ninguna manera constituyen un ataque contra la institución. Por el contrario, son la manifestación de la preocupación genuina de los actores de su comunidad por el interés superior de la universidad para salir avante de la crisis por la que estamos atravesando”.
Criticaron también los firmantes de la misiva que “solo ahora haya hecho un ofrecimiento al diálogo cuando, con posterioridad a la pandemia, esos espacios de comunicación con la comunidad académica y muy especialmente con el cuerpo de profesores no estuvieron abiertos”.
Cinco exrectores respaldaron el movimiento al interior de la Universidad del Rosario contrario a la gestión de Alejandro Cheyne: Guillermo Salah Zuleta, Rafael Riveros Dueñas, Hans Peter Knudsen Quevedo, José Manuel Restrepo Abondano, y Maria del Rosario Guerra de la Espriella, quien ocupó el cargo en calidad de encargada.
La institución dijo en un comunicado hace algunos días que “el sector de educación superior privada atraviesa una situación difícil. No obstante, las decisiones que la Universidad del Rosario ha venido tomando, nos permiten asegurar que nuestra institución registra una solvencia financiera comprobable”.