EL ALCALDE de Bogotá, Carlos Fernando Galán, confirmó que el primer jueves de febrero se llevará a cabo la primera jornada del Día sin carro y moto en la capital, durante 2025. Ante lo anunciado por el alcalde Mayor, el próximo 6 de febrero, se llevará a cabo la restricción que, según lo anunciado, se mantendrá de la misma forma que durante 2024.
La Secretaría de Movilidad de Bogotá señaló que la jornada iniciará a las 5:00 de la mañana y finalizará a las 9:00 de la noche, además de asegurar que el Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) operará a su 100% desde las 4:00 a. m. hasta las 11:00 p. m.
Además, se dispondrá de 630 kilómetros de ciclorrutas habituales y 101 que funcionarán desde las 6:00 de la mañana hasta las 11:00 de la noche.
El Distrito contará con 3.300 bicicletas disponibles en Bicis Compartidas, para que los ciudadanos puedan transportarse durante la jornada. De igual forma, más de 37.000 taxis estarán a disposición para prestar el servicio en la capital.
Utilidad de la medida
Tras el anuncio, EL NUEVO SIGLO consultó con tres expertos en movilidad qué tan útil ha sido y será esta medida en la actualidad.
Darío Hidalgo Guerrero, profesor de Transporte y Logística de la Universidad Javeriana, explicó que el Día sin Carro y sin Moto es un mandato ciudadano.
“Es una jornada que después de 25 años sigue demostrando que la ciudad funciona mejor sin carros para la mayoría de personas. Hay que volver a recordar que para esa mayoría cercana al 80% todos los días son sin carro y sin moto. Ese día, el transporte público funciona mejor (sin tantos trancones), se reduce el ruido y la contaminación y se disminuye la exposición de todas las personas a siniestros viales. No soluciona nada de forma estructural porque es solo una jornada, tiene un gran efecto demostrativo”, afirmó.
Asimismo, explicó que para la mejora estructural se requiere seguir expandiendo y mejorando el transporte público, andenes y ciclorrutas, trabajar en proximidad a través de usos del suelo mixtos y densos e introducir medidas económicas de gestión de la demanda que hagan poco atractivo el uso del carro.
“Nueva York, Londres, Estocolmo, Singapur, entre otras han hecho eso y funcionan mejor que las ciudades orientadas a los carros”, afirmó.
A su turno, el profesor José Stalin Rojas, director del Observatorio de Movilidad y Logística de la Universidad Nacional, aseveró que la jornada del Día sin carro y sin moto es un momento para reflexionar la forma en que contaminamos al movilizarnos en la ciudad.
“Este es el único propósito. Debería medirse cuántas personas después del Día sin Carro se quedarían utilizando bicicleta o caminando o transporte público. Es ahí la utilidad del día sin carro, de evaluar qué cambios produce esa reflexión en el día sin carro. Se debería también aprovechar este Día sin Carro y sin Moto, para mover la idea de los cobros por contaminación. Esto significa que quien utilice para movilizarse diésel o gasolina debería pagar más impuesto o contribución al Distrito”, propuso.
Por último, Fernando Rey, ingeniero civil, docente de la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Santo Tomás y consultor en sistemas de transporte, indicó que esta medida se ha vuelto costumbre para cada uno de los alcaldes de la ciudad.
“Hoy pasa desapercibido un alcalde que no haga el Día sin Carro y sin Moto. Eso tiene tanto de ancho como de largo. En cuanto al ahorro del combustible, sí, y eso contamina menos únicamente por un día. Pero también salen perjudicados los vendedores de combustibles, los comerciantes que tienen relación con los vehículos automotores, etcétera. El impacto para las motos puede ser positivo en cuanto se disminuye el número de accidentes que es excesivamente alto en ciudades como Bogotá o Medellín; pero aquí debe haber medidas más de fondo”, puntualizó.
En este sentido, enfatizó que el alcalde debe preocuparse por sacar la línea 3 del metro de Soacha, que tiene problemas de integración con la línea 1 y 2, sacar la integración de la Línea 2 del Metro con la Línea 1 y desarrollar los dos trenes de cercanías para que pueda tomar medidas de fondo que permitan reestructurar el sistema de transporte.
“El doctor Galán lo que está haciendo es cumplir con un compromiso que han abocado todos los alcaldes, pero medidas de fondo no se toman. Es un día que es más lo que perjudica al comercio, que lo que beneficia a la ciudad. Se debe incentivar, por ejemplo, el uso de vehículos híbridos y eléctricos. Un día sin carro efectivamente baja la contaminación, pero al día siguiente se vuelve a subir, entonces no es de gran ayuda”, aseguró.
Señaló además que, en una ciudad como Bogotá, con los índices de inseguridad que la ciudad tiene, es peligroso promover el carro compartido.
“Esto es un verdadero fracaso porque nadie se atreve a llevar gente desconocida en su carro para disminuir el número de vehículos. Es una medida más de pantalla que de fondo, y eso es típico en todos los alcaldes. Lo hizo Mockus, lo hizo Peñalosa, Petro cuando estuvo en la alcaldía dijo que lo iba a implementar más días”, concluyó.
Modificaciones en vehículos exentos durante la jornada
Durante el 6 de febrero, los vehículos de emergencia, de transporte de valores, servicio diplomático o consular y de control de tráfico, así como las rutas escolares, carrozas fúnebres y las grúas estarán exentas de la medida de pico y placa.
Así mismo, los vehículos de empresas de servicios públicos, domiciliarios, militares o de organismo de seguridad del Estado, los carros destinados al control operacional y mantenimiento del SITP y de emisiones y vertimientos, estarán también libres de la jornada.
Por último, los vehículos o motos eléctricas o cero emisiones y aquellos conducidos por personas con discapacidad o para el transporte de ellos podrán transitar con normalidad.
Si decide salir en su carro o moto durante la jornada, podría afrontar una sanción, que se encuentra estipulada en el Código Nacional de Tránsito en la infracción C14, correspondiente a una multa de $677.266.