DOS SOLDADOS profesionales, pertenecientes al Batallón Especial Energético y Vial Nº 10, fueron asesinados en medio de un ataque perpetrado por el Eln. Ocurrió la mañana de este viernes en el casco urbano del corregimiento de Guamalito, municipio de El Carmen, Norte de Santander, mismo departamento donde el pasado miércoles fue ultimado otro uniformado del Ejército por un francotirador de la guerrilla, lo que demuestra la escalada terrorista en el nororiente del país.

Los soldados muertos fueron identificados como Fredy Antonio Torres Suárez y Leonidas Vásquez Bermeo, según información suministrada a los medios de comunicación por las autoridades.

De acuerdo con la institución, los soldados se encontraban cumpliendo con tareas tácticas de protección a la población civil cuando fueron atacados por integrantes del grupo armado organizado.

Aun cuando hubo una inmediata reacción de la unidad y los esfuerzos de los enfermeros de combate en el lugar, tanto Torres Suárez como Vásquez Bermeo perdieron la vida.

"Este comando lamenta profundamente la pérdida de nuestros soldados y rechaza enérgicamente este acto criminal. Se instaurarán las denuncias correspondientes ante las autoridades judiciales competentes para que se adelanten las investigaciones del caso", indicó el Ejército.

Este tipo de hostigamiento por parte del Eln no es nuevo. De acuerdo con las autoridades y los más recientes reportes, se ha vuelto una constante en el Catatumbo, donde la guerrilla ha incrementado sus actividades, generando un clima de inseguridad y desplazamiento forzado entre la población civil.

En la tarde del pasado 30 de agosto, el grupo insurgente impactó la infraestructura petrolera de Caño Limón-Coveñas ubicada en el municipio El Carmen. Según datos de Ecopetrol, este oleoducto ha sufrido más de 1.500 atentados terroristas en 33 años, generando el derrame de cerca de 3,7 millones de barriles de crudo y causando graves daños ambientales.

Gobierno pide volver a la mesa

Además de eso, el Gobierno nacional hizo un reclamo a la guerrilla del Eln y solicitó volver a las mesas de diálogo de paz, así como retomar el cese al fuego, en beneficio de la población. Según el Ejecutivo, regresar a las conversaciones podrá “evitar la muerte y destrucción” en el país.

Es que, después de un año, el pasado 3 de agosto se terminó el cese al fuego bilateral, nacional y temporal que establecieron la Casa de Nariño y el Eln, medida mediante la cual hubo “efectos positivos para comunidades y territorios”.

Después de eso "se vienen produciendo acciones bélicas que causan muerte y destrucción en diversos territorios del país, como los departamentos de Arauca y Norte Santander".

“Nuestra delegación reitera la necesidad de volver a los diálogos en la mesa establecida y plenamente vigente con el Eln, llama a prorrogar a la mayor brevedad el cese al fuego y reafirma su disposición para abordar todos los temas planteados en el contexto de estos diálogos de paz”, destacó el equipo de negociadores.

Los acuerdos

Por su parte, Otty Patiño, consejero comisionado para la Paz, también hizo referencia a la situación en la que se encuentra el proceso de negociación. El funcionario dijo estar preocupado por el hecho de que los diálogos estén en el congelador.

“En este momento no hay mesa, en la práctica no hay mesa. Están perdiendo la oportunidad de la paz y se está creando una fisura muy fuerte entre las bases del Eln y la población que alguna vez los apoyó”, indicó.

Mientras tanto, Eliécer Herlinto Chamorro, conocido con el alias de ‘Antonio García’, se pronunció, tras la declaratoria del grupo negociador del Gobierno, culpándolos de no querer cumplir con los acuerdos.

“El Eln no está descontento porque no lo hayan sacado de la lista de los Gaos, pues el Eln sabe que está negociando con quien se enfrenta política y militarmente. No se trata de estar contentos o amargados”, trinó ‘García’.

También dijo que “simplemente el Gobierno no ha querido cumplir con acuerdos hechos en la mesa. El congelamiento de la mesa es por el incumplimiento de ese acuerdo y otros cuantos. En cualquier negociación, la parte que acepta incumplimientos, acepta imposiciones y por tanto claudica”, indicó.