Acerca de los puntos que hay que corregirle a los acuerdos de paz, hablaron el presidente electo, Iván Duque, y el presidente de la Comisión de la Verdad, el padre jesuita Francisco de Roux.
Según Duque, mantuvieron “una conversación franca, una conversación donde pudimos expresar cuáles han sido nuestras observaciones y nuestras propuestas para poder mejorar aquellas cosas que consideramos son necesarias mejorar en los acuerdos de La Habana”.
El objetivo, destacó, es “darle al pueblo colombiano la posibilidad de un ‘Gran Pacto Nacional’, que nos permita a nosotros unirnos en defensa de la legalidad, de la estabilización, de la reconciliación de todo nuestro país. Creo que ha sido una conversación importante”.
Para el padre De Roux, la visita de Duque fue “un gesto de compresión de nuestra tarea. Y una invitación a construir juntos un futuro que acogemos desde nuestra responsabilidad como institución autónoma del Estado que tiene una obligación especial con las víctimas y con la paz”.
“De nosotros se han dado todo tipo de interpretaciones”, le dijo De Roux a Duque. “Y quiero decirle francamente que nosotros no somos parte de la oposición. Ni somos una Comisión contra el Gobierno actual ni contra el que usted va a presidir, ni contra el Ejército, ni contra las Farc. Estamos en contra de la mentira, de los silencios, del miedo”, agregó.
La Comisión es un órgano temporal, de carácter extra-judicial, creada para esclarecer patrones de violencia; no es un mecanismo para administrar justicia sino para contribuir a la verdad y reconocer los derechos de las víctimas.
Como lo ha informado EL NUEVO SIGLO, el trabajo de la Comisión estuvo en el ojo del huracán por cuenta de la información que le fue solicitada al Ministerio de Defensa sobre operaciones militares ejecutadas durante el conflicto armado, ante lo cual al saliente presidente Juan Manuel Santos le tocó mediar y ordenar que se facilite el conocimiento sobre hechos que aporten al conocimiento de la verdad, pero restringiendo lo que atente en contra la seguridad nacional.
En su momento, el padre De Roux aclaró que la información que acopien tendrá como único fin establecer la verdad de lo que sucedió en más de medio siglo de conflicto armado y no será usada con fines judiciales.
“El Ministerio está trabajando sobre eso, estamos haciendo una conversación interinstitucional en la que estaremos muy pendientes con el Ministerio para discernir sobre lo que pedimos, para que veamos realmente qué es lo pertinente, qué es lo importante, qué es lo que no viene al caso y por supuesto lo sacamos, de manera que lo que hagamos pueda ser realmente muy constructivo”, explicó de Roux.
No obstante el sacerdote admitió que se produjo un error al filtrarse una carta en que la Comisión oficia al Ministerio de Defensa para que entregue información sobre operaciones militares ejecutadas desde 1953. Este hecho hizo que algunos pusieran en duda la capacidad que tendrá para mantener a buen recaudo datos que comprometen uniformados y la misma seguridad nacional.
Por ello advirtió que están “en la urgencia de establecer contenedores de esa información para que se preserve de manera reservada, es lo que estamos conversando con el Ministerio y con las otras instituciones que tienen información reservada. Así como otra información será pública y esperamos que quede públicamente para el país”.