Después de 50 años de debate en el Congreso, el senador Roberto Gerlein deja el legislativo para dedicarse a atender su salud.
Horas antes del homenaje que le rendirá el Partido Conservador en el Hotel Tequendama, Gerlein habló sobre varios temas transcendentales en la política y manifestando sobre su partido porque, dijo, “veo disminuida su participación en las corporaciones públicas”, aunque “debo destacar el fortalecimiento en lo regional, con grandes líderes regionales”.
EL NUEVO SIGLO: ¿Se va del Congreso con tristeza?
ROBERTO GERLEIN: Por supuesto, porque allí he permanecido durante las últimas cinco décadas de mi vida política tiempo en el cual transcurrió parte de mi juventud, tuve la oportunidad de construir grandes amistades, disfruté la actividad parlamentaria, participé en múltiples debates donde se hicieron importantes leyes que hoy son guía del buen desarrollo de la sociedad.
Hubiese querido haber contado con mejor salud para dar mucho más por mi país.
ENS: ¿Cómo deja el Partido Conservador?
RG: Dejo el partido con inmensa preocupación. Veo disminuida su participación en las corporaciones públicas.
Debo destacar el fortalecimiento en lo regional, con grandes líderes regionales.
Mi partido nunca recuperó el liderazgo nacional que le dieron los jefes conservadores de otras épocas. Sin embargo, quiero destacar que con el apoyo al candidato Iván Duque, hoy el partido ha empezado a retomar las mejores épocas de gloria en la política nacional. Estoy convencido que volverá por momentos de gloria.
ENS: ¿Qué le queda al país en política?
RB: Le queda una polarización profunda. Lo vimos en la campaña para primera vuelta presidencial donde todos los candidatos estaban preparados y cualquiera de ellos estaba capacitado para llegar a la Presidencia.
Destaco que la política nos haya enseñado a ser humildes. Hoy con las redes sociales la participación de los colombianos es muy activa, es más crítica frente al actuar de sus dirigentes. Vamos a tener una reorganización de los partidos. Líderes de estas nuevas generaciones llegarán para transformar la política.
ENS: ¿Qué viene para el país en los próximos años?
RB: Espero ver prosperidad, una recuperación de la economía que sin duda posicionará a Colombia en el contexto internacional, más ahora con la entrada a la OCDE.
El nuevo gobierno debe trabajar por equilibrar la balanza con sus socios de la Alianza del Pacífico, especialmente con México.
No van a ser días fáciles en el campo de la paz firmada con las Farc. Los ajustes que anuncia quien creo que va a ser el nuevo presidente así lo dejan prever.
Los escándalos en la justicia en los últimos tiempos me hacen pensar que una reforma a la justicia no da espera.
ENS: ¿Cómo ve al Congreso a partir del 20 de julio?
RB: No quiero imaginar al Congreso sin mi presencia, pero es una realidad a la que me tengo que acostumbrar.
Sin duda, será un Congreso muy participativo. Llegan nuevas fuerzas políticas, habrá mucho debate, se estrena la figura del ingreso por derecho propio al Senado del candidato perdedor en la elecciones del próximo 17 de junio y su fórmula vicepresidencial a la Cámara de Representantes. De igual forma, al Senado ingresan por los Acuerdos de Paz con las Farc cinco senadores y cinco representantes a la Cámara. Será entonces un Congreso deliberativo.
Quienes eran opositores en este gobierno serán ahora quienes lideren las mayorías. Cada vez más el Congreso tendrá más participación en el diseño la política del Estado.
ENS: ¿Cómo ve la consulta anticorrupción?
RB: No la veo. La legislación colombiana contempla sanciones suficientes para quienes atentan contra el erario público. La justicia debe ser más eficiente. En el Congreso hemos sacado las leyes que el país requiere para castigar a los corruptos.
Llevar a cabo una consulta para endurecer las penas contra los corruptos es costoso. El país tiene otras prioridades. Esos dineros deben llegar a las clases más necesitadas para ayudar en algo a sus múltiples necesidades.
ENS: ¿Cómo ve la implementación de la paz?
RB: Bueno, el Congreso ha cumplido, ha dado todas las herramientas suficientes para que en Colombia haya paz.
Hemos vivido momentos de horror. Esperamos por años que cesara la horrible noche. El Gobierno debe negociar rápido con el Eln. Todavía vivimos con algo de zozobra.
ENS: ¿Qué le espera al próximo presidente?
RB: Mucho trabajo. Debe empezar por armar una coalición fuerte en el Congreso. Consolidar la paz es una tarea que va a requerir mucho esfuerzo y sacrificio.
Con la perspectiva del crecimiento económico, hay que atraer inversión extranjera para generar desarrollo y de esa manera habrá más empleo.
ENS: ¿Qué significa el homenaje que le harán el martes?
RB: Significa que ha terminado una etapa de mi vida.
ENS: ¿Este Congreso que termina, cómo le pareció?
RB: Me pareció bueno. Ha recibido críticas injustas. Dedicó muchas horas de debate y discusión al tema de la paz. No recuerdo una legislatura que como esta haya dado todo por el país.
ENS: Termina un Gobierno. ¿Qué aspectos positivos dejó y cuáles negativos?
RB: Sin duda la firma de los acuerdos de La Habana. Hay que reconocer que en ocho años de Gobierno se hacen cosas. El país hoy es otro. Hay obras de infraestructura, se han construido miles de vivienda, hay avances en el mejoramiento de la salud, en lo social hay más presencia, la economía empieza a pespuntar con la firma de los acuerdos de paz.
No quiero hablar de lo negativo. Quien gobierna siempre desea lo mejor para su pueblo.
ENS: ¿Deja usted un heredero en la política?
RB: No dejo un heredero. Quise que muchos de los amigos que hicieron política conmigo hoy estuviesen para recoger mis banderas. Dejo un legado de ideas para las generaciones presentes y futuras.
En algún momento creí que mi hermano Jorge me hubiera remplazado en el Senado, pero no fue así.