A propósito del anuncio que hizo ayer el Gobierno de que se pospone el inicio del sexto ciclo de negociación en La Habana hasta el próximo 2 de julio, el Eln tras manifestar que la explicación que le dieron para este cambio es por el empalme que por estos días se hace con la administración del presidente electo Iván Duque, dijo que espera que en el mismo se garantice el desarrollo de la agenda de diálogos.
No obstante esta guerrilla señaló su preocupación por el futuro de la mesa por las declaraciones del nuevo mandatario a partir del próximo 7 de agosto, que a su juicio indican el desconocimiento de lo avanzado en más de un año de conversaciones.
"El sexto ciclo de diálogos por la paz entre las delegaciones del Gobierno nacional y del Eln se iniciará el próximo lunes 2 de julio en La Habana, Cuba", trinó la delegación del Gobierno.
Según aclaró Eln en un comunicado el ciclo debía iniciar ayer, pero fue a pedido del gobierno de Santos que se postergó para julio venidero.
"La razón expuesta por la delegación de Gobierno para hacer este nuevo aplazamiento es el empalme que está realizando con el gobierno entrante sobre la continuidad de los procesos de paz", dijo el Eln.
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En ese sentido manifestó en el comunicado que "esperamos que dicho empalme sea para garantizar el desarrollo de la agenda de diálogos y del diseño del proceso de paz, pactados el 30 de marzo de 2016, de tal manera que la paz sea una política de Estado".
Y expresó también el Eln su "preocupación por las declaraciones del presidente electo, donde desconoce lo avanzado en esta Mesa de conversaciones y establece condiciones diferentes a las pactadas hasta ahora con el Estado".
Lo más probable es que el sexto ciclo de conversaciones sea el último que se desarrolle en cabeza del actual Gobierno, pues como ha sido habitual cada ciclo suele extenderse por cinco semanas, que en este caso coincidiría con el fin del gobierno de Santos y el inicio de la gestión de Duque.
En este sexto ciclo apenas habría tiempo para que el Gobierno y el Eln ultimen los detalles de un cese bilateral el fuego indefinido, para lo cual se dieron algunos avances en el quinto ciclo con la instalación formal del Comité Técnico que trabaja para tal fin con presencia de oficiales activos de la Fuerza Pública, así como diseñar el proceso para la participación de la sociedad civil.
En realidad este último aspecto si se logra concretar sería el único avance para presentar al próximo gobierno en la agenda de negociación de cinco puntos desde que se instaló la mesa en Quito (Ecuador) en febrero de 2017.
La semana pasada el electo presidente Duque anunció que se reunirá con el equipo que designó Santos para la mesa con el Eln, encabezado por el exvicepresidente Gustavo Bell, con el ánimo de conocer el estado de la negociación.
No obstante, Duque remarcó en esa oportunidad que “el mensaje debe ser claro, la única manera de construir un proceso que dé confianza al pueblo colombiano debe ser la suspensión de todas las actividades criminales y la mejor forma de proceder en esa materia debe ser una concentración con supervisión internacional”.
Añadió el entrante Mandatario “queremos una paz creíble y eso amerita que no sigamos cometiendo errores en el pasado, donde se aceptaba conversar mientras se utilizaba la violencia y eso deslegitima la posibilidad de dialogar”.