La embajada de Israel en Bogotá fue objeto de un ataque por parte de un grupo de encapuchados, como un acto de vandalismo que refleja la tensión global en torno al conflicto israelí-palestino y en medio de una intensa escalada de violencia en Medio Oriente que deja un saldo lamentable de víctimas.

El incidente ocurrió durante la noche del pasado sábado, cuando un grupo de personas no identificadas pintó graffitis en las columnas de la embajada, incluyendo símbolos como una esvástica y la estrella de David, que se encuentra en la bandera de Israel. Además, prendieron fuego a una bandera israelí frente a la sede diplomática y entonaron consignas relacionadas con el conflicto entre Israel y Hamás, el grupo islamista militante palestino.

Uno de los mensajes escritos en una de las columnas rezaba: "Jerusalén es la capital de Palestina", destacando la fuerte carga política detrás de este acto de vandalismo.

Hasta el momento, no se reportan daños más allá de la infraestructura de la embajada ni heridos como resultado de este incidente.

El embajador de Israel en Colombia, Gali Dagan, comentó sobre el ataque y lo relacionó con la situación actual en Medio Oriente. Expresó que Hamás lanzó un gran número de misiles y cohetes hacia Israel, lo que ha llevado a una respuesta contundente por parte del Estado hebreo. Dagan señaló que este conflicto representa una de las situaciones más difíciles que Israel enfrenta en las últimas décadas.

La respuesta de Israel, según el embajador, se dividirá en dos etapas: la primera, la eliminación de los terroristas de Hamás y la restauración de la tranquilidad y la soberanía; la segunda, el ataque a la infraestructura bélica de Hamás y sus líderes.

Hasta el momento, el conflicto en Medio Oriente cobrá la vida de más de 600 israelíes y 313 palestinos, según las últimas cifras proporcionadas por las autoridades de salud. Estos números continúan aumentando, lo que agrava aún más la crisis en la región y genera preocupación en la comunidad internacional.

Este ataque a la Embajada de Israel en Bogotá refleja la intensidad de las tensiones en torno al conflicto en Medio Oriente y la manera en que este se extiende más allá de las fronteras de la región, llegando a ciudades de todo el mundo, incluida la capital colombiana. La comunidad internacional sigue atenta a la evolución de esta situación y busca soluciones para poner fin a la escalada de violencia.