A un par de días de que concluya su gestión, el contralor general Edgardo Maya, quien ha propuesto la eliminación de las contralorías regionales para que un solo organismo ejerza el control fiscal, la Asociación de Servidores Públicos de los Órganos de Control de Colombia (Asdeccol) ha insistido en su desacuerdo con esa postura.

El tema volvió a ser noticia porque uno de los principales puntos del proyecto de reforma judicial radicado ayer por Cambio Radical es, precisamente, la eliminación de las contralorías regionales y locales.

“Decir que el tema de la corrupción en Colombia se arregla o se acaba terminando con las contralorías territoriales, es tender una cortina de humo, es engañar al país, es engañar a todo el mundo y fijar la atención donde no es”, le expresó a EL NUEVO SIGLO la presidente de Asdeccol, Blanca Ramírez.

“Como dice el adagio popular: es buscar el ahogado río arriba, porque justamente, si en algo han contribuido las contralorías municipales, departamentales y distritales es a que se vigilen los recursos”, agregó.

Además, dijo que aunque “no alcanzamos seguramente a administrar todos los recursos, porque no ha habido una voluntad política del Estado para darnos los suficientes, tenemos datos muy interesantes que podríamos mostrarle al país en el tema de recuperación y también en el tema de que crezca en el país la corrupción en todas las regiones”.

Sin embargo, Ramírez admitió que se podrían hacer reformas al control fiscal para buscar la adecuada regulación de los recursos regionales: “Sí ameritaría una mirada de cómo está el control fiscal en el país, todo, la Contraloría General, las territoriales. Y ameritaría de pronto reformar, pero en ningún momento pensando en la supresión ni en la centralización, porque eso sería meterle fuego a la hoguera de la corrupción en el país”.

Según la dirigente gremial, entre las posibles reformas que se deberían realizar al control fiscal “hay dos fundamentales: la primera es la elección de contralores con la ley de equilibrio de poderes que quedó por convocatoria, como lo vimos en las pasadas elecciones de los contralores territoriales y ahora con la elección del Contralor General. Nosotros decimos que debe ser, tratándose de un tema eminentemente técnico como lo es el control fiscal, la elección mediante un proceso meritocrático, estrictamente de concursos de méritos, donde el que sacó los mayores puntajes es el que va a ocupar el cargo de Contralor, sin dejarle el manejo al Congreso, a las asambleas y a los concejos, porque eso se ha impregnado de politiquería”.

“Por otro lado, el tema presupuestal. El presupuesto de las contralorías territoriales está amarrado por la ley 617, un porcentaje de los recursos corrientes de los departamentos y los municipios y es muy limitado, entonces no hay posibilidades de tener mejores recursos técnicos y humanos, y por lo tanto mayor cobertura para hacer un trabajo como se requiere”, concluyó.

Sobre este tema, en días pasados, el contralor electo Carlos Felipe Córdoba le dijo a este Diario que “hay que cambiar el modelo del control fiscal” y que “mi meta será la vigilancia y el control de los recursos públicos de toda la Nación”.