¿Es viable imponer cadena perpetua para los violadores? | El Nuevo Siglo
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Viernes, 3 de Agosto de 2018
Redacción Política

La reciente propuesta del presidente electo Iván Duque en torno a implementar en Colombia la cadena perpetua para violadores significa, para quienes impulsan de tiempo atrás ese castigo, el pago de una deuda moral con las víctimas de este flagelo.

Sin embargo, aunque hay poco debate sobre que las penas deben ser ejemplares, lo que no logra poner de acuerdo a la ciudadanía es su extensión.

Igual sucede en el Congreso, donde para unos el endurecimiento de penas no resuelve el problema de fondo y para otros se hace necesario hacer más férreas las mismas. En medio está el hecho de que la pena máxima es de 60 años, que algunos consideran en la práctica una cadena perpetua.

La Comisión Primera del Senado está presta a estudiar el caso, una vez sea presentado el proyecto del Ejecutivo.

El senador Carlos Guevara, del partido MIRA, le dijo a EL NUEVO SIGLO que la colectividad apoyará el proyecto, “pero debe estar acompañado por otras medidas, porque el acceso carnal no es la única forma de violación, sino que hay conductas conexas como la explotación sexual infantil virtual. Colombia es el tercer país productor de pornografía infantil en el mundo”.

Guevara explicó que al hablar de delitos sexuales conexos se refiere a conductas como el ‘grooming’, situación en la que el violador busca crear una conexión emocional con su víctima para ganar favores sexuales; otra conducta similar es el ‘revenge porn’ (porno vengativo) a través del cual se publica contenido sexual de una persona sin su consentimiento, normalmente conseguido a través de engaños.

Medidas complementarias

Pero además que contemplar otras conductas que merecen castigo, para Guevara el tema no puede circunscribirse al endurecimiento de penas por sí solo, sino que se requiere medidas como un acompañamiento sicológico veraz y un tratamiento clínico real, ya que suelen ser personas recurrentes a este delito.

Respecto a la viabilidad del proyecto, Guevara confía en que la Corte Constitucional, instancia hasta donde llegó un proyecto similar, en una nueva oportunidad lo apruebe. Su optimismo lo basa en un pronunciamiento que hiciera la Corte en el que señaló que prevalecen los derechos de los menores sobre cualquier otro derecho.

No a rebaja de penas

Sin embargo, como se dijo, no hay unanimidad en torno a este tema. Para el senador Antonio Sanguino, de la Alianza Verde, proponer el endurecimiento de penas es un “populismo penal que no resuelve la exigencia ética de la sociedad en la protección de los niños y las niñas. 60 años de condena son suficientes”.

Sanguino argumentó que un violador no piensa en el número de años de su condena al cometer este tipo de vejámenes.

“Con cadena perpetua o no, una persona que tiene esta conducta mide muy poco las consecuencias jurídicas de la misma. La cadena perpetua no disuade a las personas para cometer el hecho. Una condena de 60 años prácticamente ya es una pena perpetua”, insistió.

A pesar de sus diferencias, Guevara y Sanguino coincidieron en que la impunidad en el tema es considerable y que la prevención es fundamental para acabar con el flagelo.

 

 

Algunos castigos en América Latina

 

Argentina: cadena perpetua por violación en serie

Perú: prisión perpetua

Chile: prisión perpetua

Bolivia: estudia endurecimiento de penas

México: multas entre tres y 1.200 días de salario