La Niña vendría débil, pero se extendería hasta inicios de 2025 | El Nuevo Siglo
Se espera un impacto sobre todo en la producción de alimentos. / Presidencia de la República
Viernes, 13 de Septiembre de 2024
Redacción Nacional

De acuerdo con la NOAA (National Oceanic and Atmospheric  Administration), a partir del trimestre entre septiembre y noviembre hay una probabilidad del 71 % de que comiencen condiciones de La Niña, que podrían extenderse hasta el primer trimestre de 2025, con una probabilidad del 63 %, alcanzando su madurez entre noviembre y enero (83 %).

Sin embargo, el modelo del IRI (International Research Insititute For Clima And Sociedad) sugiere que La Niña podría ser débil y solo presentarse en dos trimestres consecutivos, generando incertidumbre en las predicciones de precipitación y temperatura para Colombia a finales de 2024 e inicios de 2025. El clima durante el resto de 2024 dependerá tanto del ciclo de lluvias de cada región, como de la evolución incierta del ENSO (El Niño-Oscilación del Sur).

En muchas regiones, en el segundo semestre, suele darse un segundo periodo de lluvias; en otras, de sequía. El análisis se basó en una revisión histórica (1991-2020) de las precipitaciones por departamento, y se proyectaron los niveles  de  lluvias entre septiembre  y  diciembre  de este año con base en el reporte del Ideam. Se concluye que en las regiones Pacífica y Andina, que tienen un sistema de precipitaciones bimodal (dos épocas  de lluvia), podría observarse una mayor vulnerabilidad en los departamentos que enfrenten un aumento de las lluvias por encima de un 10 % vs. el promedio histórico.

Las regiones

En la Orinoquía, Amazonía y Caribe el impacto podría ser mixto. Estas regiones tienen un régimen de lluvias monomodal (una sola época lluviosa) y se caracterizan por una época seca que suele ir entre julio y abril para  la Orinoquía y la Amazonía, y entre noviembre y abril para Caribe.

Precipitaciones por encima del promedio histórico podrían ser positivas al mitigar los efectos de la sequía, pero una disminución en las  lluvias durante  el último trimestre, adicional a este periodo seco, podría tener un impacto bastante negativo.

Siete departamentos podrían afrontar un déficit de precipitaciones frente al promedio histórico: Meta, Vichada, Vaupés, Guainía, Casanare, Guaviare  y Arauca, donde se estima un poco más de 1 millón de hectáreas  cultivadas. El 84 % del área cultivada está concentrada en palma de aceite (286 mil ha), arroz secano mecanizado (277 mil ha), plátano para consumo interno (98 mil ha), soya (84 mil ha), maíz amarillo tecnificado (52 mil ha), arroz de riego (48 mil ha) y cacao (48 mil ha).

En contraste, 19 departamentos a nivel nacional podrían enfrentar un escenario de superávit de lluvias frente al promedio histórico, aquellos en donde el aumento de lluvias proyectado es de más del 10 % por encima del promedio histórico. En estos departamentos hay sembradas, aproximadamente, 3,4 millones de hectáreas, donde el 59 % corresponde a café (654 mil ha), plátano consumo interno (289 mil ha), palma de aceite (271 mil ha), caña  de azúcar  (267 mil ha), caña panelera (224 mil ha), arroz de riego (202  mil ha), maíz amarillo tradicional (180  mil ha) y yuca para consumo interno (180 mil ha).

Las lluvias

La precipitación suele presentar una distribución monomodal con una época de lluvias y una de sequía, variables según la subregión. Junio y octubre son usualmente los meses más  lluviosos en la región. Durante el último cuatrimestre de 2024 se proyecta un superávit de lluvias, especialmente en Córdoba y Bolivar, comparado con el promedio histórico de 1991-2020.

Así se caracteriza esta región en cuanto a lluvias: en La Guajira usualmente llueven alrededor de 855 mm anuales, concentrados en septiembre y primera mitad de noviembre, (54 %), y la sequía dura entre 9 y 10 meses. En Córdoba y Bolivar, en promedio, llueven entre 2.000  y 2.700  mm anuales y la época seca se extiende de diciembre a abril. Para los demás departamentos de la región llueven en promedio 1.500 mm anuales y la época seca va desde diciembre a abril.

El periodo de diciembre a abril es el más seco en la región. En promedio, para dicho periodo caen solamente 51 mm/m2 al mes, lo que representa retos, especialmente para los cultivos semestrales, donde la planificación de las siembras tiene que hacerse en los meses donde comienzan las lluvias (abril-mayo). Así las cosas, un escenario de mayor precipitación podría ser incluso positivo para algunas actividades, favoreciendo la germinación y  el desarrollo de los cultivos.