En un calvario se ha convertido para los viajeros la vía al Llano, afectada por una serie de derrumbes que obligaron al cierre total, según reportó el concesionario Coviandes, tras explicar que las fuertes lluvias han dificultado las labores de remoción de tierra, árboles y las crecientes súbitas de algunas quebradas.

En principio se habían logrado despejar varios puntos de los 21 sitios afectados entre el K31 Y K70, pero los aguaceros registrados agudizaron la situación de movilidad en la carretera que une a Bogotá con Villavicencio.

“Continúa cerrada la vía entre el peaje Naranjal y Pipiral, luego de registrarse 14 nuevos deslizamientos, caídas de árboles, desbordamientos y crecientes súbitas de quebradas que la obstruyen, aparte del deslizamiento que ha sido recurrente en el K64+200, entre otras emergencias que también afectaron la comunidad urbana y rural de Guayabetal”, informó Coviandes.

Explicó que en varios sitios fue necesario realizar la evacuación preventiva de los residentes, especialmente en el sector de Mesa Grande, en el K67+000. “En el paso urbano de Puente Quetame también se presentaron algunos deslizamientos que afectaron la calzada en sentido Villavicencio-Bogotá, entre otros sectores”, indicó en un comunicado el concesionario.

Asimismo, las autoridades informaron que a esta hora también permanece cerrada la vía antigua entre Pipiral y La Grama, por derrumbes en la zona de Servitá.

Señaló que se realiza la valoración de todos los sitios afectados y la movilización de la maquinaria para poder iniciar las labores de remoción de escombros. “Por ahora no se tiene hora establecida de apertura, pero como siempre, el compromiso del concesionario es trabajar arduamente para normalizar la movilidad en el menor tiempo posible”, explicó.

A su vez, un llamado urgente al Gobierno nacional para buscar medidas que permitan la comunicación entre los llanos y el centro del país, hizo la gobernadora del Meta, Marcela Amaya, ante las pérdidas por $53 mil millones diarios que deja al departamento.

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“También tenemos una afectación en el sector hotelero con un 95% de cancelación en las reservas y con Camacol, las dificultades en el transporte con material para la construcción, así como el sector ganadero y agrícola cuando está a punto de salir la cosecha de arroz”, dijo la Gobernadora.

Ante esa situación, solicitó al presidente Iván Duque medidas urgentes “porque se necesita un inversión por $100 millones y al Ministerio del Transporte una contingencia aérea, ante el cierre total de la vía Bogotá- Villavicencio”.

A su vez, Asecarga, gremio que representa a los empresarios de carga por carretera, dijo que el cierre de la vía los tiene afectados y se han dejado de percibir $1.000 millones en fletes dejándose de movilizar 400 tractomulas con hidrocarburos y 800 camiones sencillos con alimentos y mercancías.

Por su parte, el Ministerio de Transporte indicó que aún no se tiene conocimiento de cuándo será reabierta porque “pasó de tener dos puntos críticos a 21”.

Durante su pronunciamiento, el Gobierno dejó en claro que junto a su preocupación por los constantes derrumbes y cierres de la carreta, se encuentra la preocupación por la intervención del hombre en esa vía, la cual está cambiando las condiciones de la montaña que se encuentra en esa zona, generando mayores afectaciones a la carretera cuando la ola invernal se hace presente.

Según manifestó el viceministro de Infraestructura, Manuel Felipe Gutiérrez, la preocupación por lo que ocurre en la vía Bogotá – Villavicencio viene en aumento.

Finalmente, dentro de su pronunciamiento, el viceministro de Infraestructura expresó con contundencia que la vía no será reabierta hasta que no se garantice la seguridad de quienes necesiten transitarla.