Ni el viaje a última hora a La Habana del jefe de la misión de la ONU en Colombia, Jean Arnault, sirvió para que el Ejército de Liberación Nacional comprendiera la propuesta del gobierno para aceptar un cese el fuego bilateral. Esa decisión sepultó semanas de tensión y expectativa sobre la posibilidad de que el gobierno de Juan Manuel Santos y los altos mandos del Eln llegaran a un acuerdo. Esa posibilidad quedó descartada de plano y ahora el futuro de estos diálogos de paz quedó en manos de la administración del presidente electo, Iván Duque. Esto mismo lo confirmó el Jefe de Estado saliente, quien declaró que "lo que esperamos es que el nuevo gobierno decida que sí va a continuar, yo espero que lo haga con lo que falta, que es muy poco, yo diría que un 10% para iniciar el cese al fuego real y verificable, y continuar con el resto de la agenda". Las dudas Horas antes de esta decisión, el alto comisionado para la paz, Rodrigo Rivera, había dicho que Arnault despejaría las dudas de los guerrilleros en torno a la verificación de un posible cese el fuego. Este intento con Arnauld, ya lo habían hecho en Cuba el senador Iván Cepeda, el abogado Álvaro Leyva, la canciller María Ángela Holguín, el consejero José Noé Ríos y el propio comisionado Rivera, quienes se devolvieron frustrados a Colombia. Ayer por la mañana el senador Roy Barreras se les adelantó a quienes en el gobierno pretendían realizar una rueda de prensa con el anuncio negativo. Barreras dijo que “el Eln no supo leer la coyuntura de transición política. Fue un error su negativa a condiciones de cese el fuego. Exigimos no más secuestro, atentados y hostilidades y así también lo hará sin duda el nuevo gobierno ¿Qué ganaron aplazando esas decisiones? Ojalá no pierda espacio la paz por este error”. Sostuvo asimismo que “el Eln tendrá que decidir si influye más en ellos su voluntad de poner fin al conflicto armado y sus violencias y su compromiso con la Agenda de construcción conjunta de una Colombia más justa y en paz o las presiones del gobierno venezolano y de sus sectores más radicales”. Promesas Con anterioridad, el jefe de la delegación del Eln en los diálogos de paz, Pablo Beltrán, había afirmado que los 'puntos rojos' que señaló el gobierno para lograr un cese bilateral y temporal de fuegos “se han venido resolviendo incluso desde el cese anterior, cuando todas las operaciones a las que se comprometió las cumplió”. Al tiempo llegó a asegurar que ese grupo armado ilegal tiene la voluntad de continuar las conversaciones con el presidente electo, Iván Duque. El jefe negociador del Gobierno, Gustavo Bell y Pablo Beltrán, resaltaron el camino recorrido durante estos diálogos y reiteraron la importancia de esta vía como solución política para poner fin al conflicto, reconociendo de igual manera que no se llegó a "acuerdos completos". El único cese al fuego bilateral que se desarrolló durante los diálogos fue entre el 1 de octubre de 2017 y el 9 de enero de 2018, sin embargo las partes no lograron acordar uno nuevo. En el comunicado conjunto, las dos partes señalaron que “convencidos que el logro de la paz es el bien supremo de toda democracia y condición necesaria para la construcción de una sociedad solidaria, justa y progresista, hemos trabajado en desarrollar los puntos del 'Acuerdo de Diálogos para la paz' de marzo de 2016. En ese empeño hemos conformado la Mesa de Diálogos que cuenta con mandatos claros para sus tareas y en la que se discuten de manera respetuosa y constructiva los diferentes puntos de la agenda”. Para el futuro “Los dos temas principales que nos ocuparon en los ciclos Quinto y Sexto han sido acordar un nuevo Cese al Fuego Bilateral, Temporal y Nacional, y el diseño del proceso de participación de la sociedad en la construcción de la paz. En ambos temas hemos logrado un acumulado que constituye un valioso activo de la Mesa y del país, pues a él han contribuido diversas organizaciones sociales de las diferentes regiones de nuestra geografía”, confirmaron en el comunicado. Asimismo sostuvieron que “en el punto 1 de la agenda, ‘Participación de la sociedad para la construcción de la paz’, logramos definir sus fundamentos. Concertamos que será transversal y articulará los puntos de la agenda: democracia para la paz, transformaciones para la paz y víctimas. Tendrá un carácter amplio, plural, transparente e identidad propia”. Las partes también dijeron que “la participación se desarrollará de abajo hacia arriba a través de dos carriles: el territorial y el temático-sectorial-poblacional. Tomará en cuenta un enfoque diferencial y las realidades territoriales y sectoriales del país, así como las organizaciones que promueven esos procesos sociales. Deberá acompañarse previamente y durante su avance de una estrategia pedagógica y de comunicaciones. Contará con plenas garantías de seguridad y protección a las comunidades, a sus organizaciones y representantes”. Respaldo Tanto el Gobierno como el Eln apuntaron que “la comunidad internacional y nacional valoró positivamente el Cese al Fuego Bilateral, Temporal y Nacional (…) Concertamos construir sobre lo construido. Las delegaciones trabajamos intensamente para acordar un nuevo cese al fuego; avanzamos en la precisión de los elementos necesarios para sentar las bases de un nuevo acuerdo, quedando pendiente concertar otros que permitirán su implementación y hacer más efectivo el trabajo del Mecanismo de Veeduría y Verificación”. “A lo largo de sus seis ciclos de trabajo, la Mesa ha logrado afianzar el respaldo de la comunidad internacional representada en los países garantes (Brasil, Chile, Cuba, Noruega, y Venezuela), los que conforman el Grupo de Países de Apoyo y Acompañamiento a las Conversaciones (Alemania, Holanda, Italia, Suecia y Suiza), y el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas”. Como colofón de los encuentros, manifestaron que “la Conferencia Episcopal de Colombia y un número importante de organizaciones de la sociedad civil colombiana se han constituido en socios leales de esta ardua empresa. Su permanente apoyo, sus voces de aliento y sus recomendaciones, nos han hecho sentir que nuestro trabajo es valioso y que en la búsqueda del principal objetivo, la paz de Colombia, no debemos dar marcha atrás”. “Si bien no llegamos en este ciclo a acuerdos completos sobre participación y cese al fuego, el camino recorrido hacia ellos es muy significativo. Tenemos la certeza de que al persistir con voluntad y compromiso facilitaremos un impulso decisivo hacia el desarrollo de la Agenda de Diálogos”, concluyeron.