Factores como la ausencia de lluvias en los últimos días han contribuido a que el nivel del embalse en Hidroituango baje y esté en un nivel inferior a la cota 399 y se evalúe si se bajan los niveles de alerta.

“En las últimas 24 horas el nivel del embalse ha disminuido 24 centímetros y se encuentra en una cota de 393,32 msnm. En cuanto a las descargas por el túnel de desviación derecho no hay variaciones en su comportamiento”, informó EPM en un comunicado.

Así mismo, indicó que avanzan los trabajos para el lleno prioritario de la presa para llegar a la cota 415, dentro de las metas propuestas por la empresa. “En las últimas 24 horas se depositaron 23.439 m³, de los cuales 10.386 m³ son de material impermeable y 13.053 m³ de enrocado, con lo que se llega a una cota de 413,30 msnm, un 97%”.

La presa y el lleno prioritario son monitoreados con piezómetros, celdas de asentamiento, inclinómetros y puntos de control topográfico, así como una constante inspección visual por parte de geólogos y personal experto desde el Centro de Monitoreo Técnico de EPM (Centro Integrado de Información y Alerta) que opera las 24 horas del día en el campamento Tacuí, corregimiento El Valle, municipio de Toledo, Norte de Antioquia.

El monitoreo continúa permanente con radar de la montaña, especialmente en el sector de túneles de desviación y en la parte alta del pozo de compuertas. Las mediciones muestran que en estas zonas los movimientos no superan los 10 milímetros x hora (mm/h).

Las mediciones indican que las filtraciones (infiltraciones) de la presa se mantienen estables y sin variaciones, con un caudal sumado de 30,24 litros de agua por segundo. Estas filtraciones no tienen coloración ni finos.  Para controlarlas sigue la aplicación de bentonita, una arcilla que se expande y mejora la impermeabilidad de la estructura.

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A su vez, en los flujos de caudales se registra una disminución en el agua que está llegando al embalse, con un promedio de 1.100 m3/s. El caudal del agua que se descarga a la altura de la presa es de 1.150 m3/s.

De otro lado, Carlos Alberto Solano, vicepresidente de generación Energía EPM aseguró, “las fallas que serían las causantes de los deslizamientos están identificadas desde el comienzo de vida de este proyecto, es decir algo más de 40 años que se comenzó a estudiar este proyecto, era evidente y se tenía establecido que existían estas dos fallas”.

“Son fallas relativamente cortas, no muy anchas, no son de carácter tectónico, del tipo que origina grandes sismos. Son fallas que de acuerdo a las prácticas de ingeniería no impiden la realización de un proyecto de esta naturaleza”, sostuvo Solano.

“Lo que nosotros hemos evidenciado es que la mayoría de eventos como grietas en túneles, desprendimientos e incluso el derrumbe que ocurrió el sábado 26 de mayo en la parte superior de la montaña, están sobre el plano o muy cerca al plano de dicha falla, posiblemente esa liberación de energía sea la causa de estos eventos”, indicó Solano.

De otro lado, ante el Tribunal Administrativo de Antioquia fue radicada una demanda de acción de grupo contra el Estado e Hidroituango ante los graves daños causados por el proyecto.

Son 517 familias de pescadores, barequeros y balastreros organizados y reconocidos que dependían del río para su sustento y al construirse la represa fueron desplazados y quedaron sin peces, pues se interrumpe el proceso natural de reproducción.