En medio de un santuario natural en la vereda La Fila del municipio de Icononzo, en el oriente del Tolima, 17 exguerrilleros de las Farc están listos para iniciar un proyecto de ganadería.

Para llegar a esta pequeña vereda hay que recorrer algo más de tres horas en carro desde Bogotá y media hora más desde el casco urbano de Icononzo, región que vio nacer las primeras insurrecciones campesinas que dieron origen a la guerrilla de las Farc y que ahora es testigo de un nuevo capítulo.

Los excombatientes, que residen en el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) Antonio Nariño, contarán con el apoyo de profesionales de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) y del PNUD y la Organización Internacional para la Migraciones (OIM). Estos dos últimos otorgarán $ 351 millones de los $487 que se necesitan para financiar el proyecto.

El resto, $ 136 millones, hacen parte del beneficio económico ($8 millones por persona) para cada excombatiente pactado en los Acuerdos de Paz entre el Gobierno colombiano y la extinga guerrilla de las Farc en 2016.

Para llegar a esta instancia se necesitaron varios meses de estudios, capacitación y acompañamiento. Periodo durante el cual nacieron tres cooperativas multiactivas (comercio y servicios, manufactura y agropecuaria).

En el área de de manofactura y agropecuaria es dónde se encuentra el proyecto relacionado a la ganadería de doble propósito (leche y carne) con el que estos 17 reinsertados, 13 hombres y cuatro mujeres, buscan reincorporarse económicamente a la sociedad.

Abraham Castillo, quien perteneció al frente 44 de las Farc, es ahora el líder de este pequeño grupo de excombatientes y, al igual que los demás, espera poder dar un paso más que lo acerque a lo sociedad civil.

“El ganado da ganancia, bien sea carne, leche o simplemente en la cría si es de buena genética, la gente viene, compra su ternero y eso da plata”, indicó Castillo quien reitera que con este nuevo paso también se beneficiarán las comunidades.

El excombatiente senaló “Nosotros miramos desde ese punto de vista, que con este proyecto de ganadería podemos darle un empujón a la comunidad, fortalecerla en desarrollo agropecuario”.

Los retos

“El principal reto que hemos tenido, que ha sido más colectivo, es la paciencia. Tener mucha paciencia, porque estamos en un país donde se puede decir que nada es fácil. Todo se ha logrado con enormes sacrificios”, sostuvó Jesús Alejandro Caro, uno de los integrantes del proyecto.

Caro espera que más personas se vinculen al proceso para que tome mayor fuerza y visibilidad, dos herramientas necesarias para su continuidad.

Fernando Calado, Jefe de Misión Adjunto en la Organización Internacional para las Migraciones, Colombia, identifica tres elementos claves para el éxito no solo de este sino de los demás proyectos que se desarrollen en el país.

El primero es el compromiso, no solo de quienes participan (excombatientes) sino de todas las instituciones, seguido de la capacitación y el acompañamiento.

Las cooperativas y los obstáculos

Según Fernando Ordoñez, gerente de la Cooperativa Multiactiva Agropecuaria del Común, no fue fácil pasar los proyectos del papel a la realidad, esto por falta de asesoramiento técnico económico.

“Las cooperativas y su legalización, ese ha sido uno de nuestros calvarios […] Cuando empezamos a ingresar a las cuentas bancarias, a donde ya teníamos que empezar a tener relación comercial, nos vieron de nuevo como delincuentes”.

Ordoñez le pidió al Gobierno a que se comprometa en asesoría técnica, económica y en especial la asesoría comercial. “Esperamos asesoría sobre como comercializar y como crear los mecanismos para que nosotros podamos competir con ese mercado que no es nacional, que es totalmente extranjero y con el cual tenemos que competir”.