El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) lleva a cabo este miércoles un mega operativo en 45 cárceles del país, donde 1.468 unidades de guardia participan en los operativos.

Al mando de la operación se encuentran el director del Inpec, Mariano de la Cruz Botero Coy, y el ministro de Justicia, Wilson Ruiz, quien indicó que se investigan a 83 miembros de la guardia del Inpec que podrían estar involucrados en favorecimientos a presos mediante entrega de celulares y otros objetos para facilitar actos de extorsión desde las cárceles.

"Vamos a seguir con toda la parte disciplinaria para tratar de controlar toda esta gente que está permitiendo que ingresen este tipo de armamentos y elementos desde la calle hacia las cárceles", dijo el funcionario.

Por su parte, Botero indicó que hasta el momento se han destituido 85 funcionarios y nueve más están capturados por haber permitido el ingreso de estos elementos a los centros penitenciarios. Además señaló que en lo corrido del año más de 160 funcionarios del Inpec fueron capturados por estos hechos de corrupción.

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Varios denuncias fueron hechas por los propios funcionarios del Inpec, quienes señalaron que las celdas de algunos detenidos tienen lujos que no están permitidos o beneficios adicionales no autorizados por la dirección del Instituto. 

Por ejemplo, se encontraron equipos móviles en las celdas de la Picota, que estaban ubicados en el patio donde se encuentran los presos sindicados de extorsión.

De acuerdo con Botero, el costo que se paga por el ingreso de un teléfono al centro penitenciario supera los 15 millones de pesos, dinero que se le cancela a los guardias para que permitan el paso del equipo.

Una de las propuestas a futuro es trasladar los centros carcelarios a espacios rurales para que los internos puedan laborar en diferentes actividades y así se permita su correcta resocialización, agregó Botero.