Bajo la supervisión del Ministerio de Transporte y la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), se adelantan más de 60 intervenciones en los zonas inestables de la vía Bogotá-Villavicencio, con el objetivo de garantizar la movilidad de cara a Semana Santa, temporada en la que se incrementa el tráfico vehicular por este importante corredor.

En la vía continúan las obras en los puntos críticos y se realiza el mantenimiento programado de túneles, acciones adelantadas por el concesionario Coviandes, que buscan asegurar la operación de la vía y prevenir posibles deslizamientos, indicó la ANI.

Con una inversión cercana a 60 mil millones de pesos, hay 37 frentes de obra activos en el tramo Bogotá–Cáqueza (Cundinamarca), donde se realizan trabajos de  protección de taludes, reconstrucción de muros, construcción de obras de drenaje, construcción de gaviones y recubrimiento de los mismos, concreto lanzado para protección, canales de coronación y obras hidráulicas en el río Cáqueza, entre otros, para brindar seguridad a los viajeros y garantizar la disponibilidad de esta vía.

Otra de las actividades de prevención se realiza en el km 64+200, donde se construyen terrazas con hidrosiembra, en la parte superior de la montaña, y canales para el manejo de aguas; así como la protección con concreto lanzado en el km 46+600, dos de los sitios más críticos y afectados por deslizamientos el año pasado.

Se proyecta que las obras de estabilización terminen en junio y que para la temporada de Semana Santa se abra el paso a un carril en el km 46+600.

Coviandes, concesionario a cargo del corredor, también realiza labores de mantenimiento preventivo y correctivo a los sistemas eléctricos, electrónicos y de ventilación de los túneles de la vía, por lo que habrá cierres programados.