EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo ve el panorama del Partido de La U en Risaralda para las elecciones territoriales en 2019?

CARLOS ENRIQUE SOTO JARAMILLO: Aunque todavía está muy temprano, sí me parece que hoy en concreto no hay nada consolidado en cuanto a la oficialidad del Partido de La U, porque lo que hay es una gran disputa por quienes pueden asumir el control del mismo entre los diputados y los concejales que están ejerciendo.

En cuanto a lo que tiene que ver con Carlos Enrique Soto y el grupo que dirige, estamos pensando hacer presencia en cada uno de los catorce municipios del departamento y hacer unos buenos acuerdos en coalición para alcaldías y gobernación correspondientes.

ENS: ¿Considera que La U, que no le fue nada bien en las elecciones de este año en comparación con sus antecedentes, tiene fuerza para presentar candidato a gobernación de Risaralda?

CESJ: En Risaralda no tiene la fuerza. Pienso que en el departamento tiene que hacer una coalición lo más adecuadamente posible, que realmente esté acorde con lo que son las garantías, primero, para las gentes en el departamento de Risaralda, que es lo que debe de jugar como prioridad en la vida política.

ENS: ¿Esa minicoalición que se dio en la pasada elección de mesas directivas del Congreso entre Cambio Radical y La U podría replicarse en Risaralda frente a las elecciones regionales de 2019?

CESJ: Esa es otra realidad. Aquí primero nunca ha habido un entendimiento pleno entre lo que es el partido de Cambio Radical y el Partido de La U ni en las pasadas elecciones, ni tampoco en las que se vienen.

Aquí quien más tiene protagonismo es el Centro Democrático en este momento, el mismo Partido Conservador, y todos tienen una partecita. Y pienso entonces que entre esas fuerzas correspondientes es que debe haber un análisis para hacer los acuerdos, que aquí lo que más importa es, repito, qué le conviene al departamento.

ENS: Hay quienes piensan que si La U no repunta en los comicios territoriales de 2019 será el principio de su extinción, ¿qué cree usted?

CESJ: Los partidos desaparecen si sus miembros no tienen la capacidad de asumir el liderazgo. El Partido de La U, a mi juicio, puede sufrir de algún desgaste fuerte. No obstante me parece que catorce senadores y 25 representantes a la Cámara, aparte de alcaldías y gobernaciones, diputados y concejales, me parece que es una fuerza bastante significativa. Y lo que tiene que demostrar es que no estaba haciendo presencia en Colombia sencillamente por la burocracia, porque tuviera poder en la presidencia de la República.

Lo que tiene que demostrar es que verdaderamente se constituyó con una visión de servicio a la sociedad colombiana y si se constituyó realmente con una visión filosófica de trabajar por el desarrollo, de luchar para demostrar que debe contribuirse significativamente para acabar con la corrupción y que la politiquería no debe existir, y que debe primar por encima de todo es cómo sacamos a Colombia adelante. Eso es lo que el partido tiene que demostrar. De lo contrario me parece que sería una vergüenza inclusive haber tenido el poder.