El proyecto de acuerdo que presentó la Administración distrital para extender el cobro de valorización para obras de infraestructura, no tiene todavía un futuro fácil. A pesar de que la Comisión de Hacienda del Consejo aprobó la iniciativa, ahora le resta su trámite en la plenaria donde el alcalde Enrique Peñalosa deberá convencer a los cabildantes de su necesidad de recursos.

En este proyecto los propietarios de predios estratos uno, dos y tres no tendrían que pagar este tributo.

El Gobierno distrital espera recaudar $900.000 millones que se destinarán en cinco obras de infraestructura vial: seis proyectos de acera y ciclorrutas, tres conexiones peatonales, un corredor ambiental y un centro cultural.

Este tributo, que aplicará para 382.000 predios de los estratos cuatro, cinco y seis se podrá pagar por cuotas. Además, habrá un descuento por pronto pago.

“La ciudad no puede hacer obras si no es a través del recurso de la valorización, va a ser muy difícil en una ciudad donde todos los años ingresan 180.000 carros nuevos, la ciudad crece 250.000 habitantes por año, va a ser muy difícil que, con recursos propios, la ciudad pueda hacer todas esas obras que se requieren con urgencia”, aseguró Jorge Lozada, concejal de Cambio Radical. Si avanza el cobro, el primer pago que realizarán los contribuyentes sería a finales de 2020.

Cuestionamientos

Pese a esta aprobación parcial, algunos concejales que votaron negativo aseguraron que el Distrito, antes de proponer una nueva recaudación, debe entregar las obras que ya fueron cobradas hace varios años, pero que aún no se han ejecutado. También denunciaron falta de socialización.

El cobro de valorización ahora deberá pasar su trámite por la plenaria, donde el Gobierno local tiene mayorías.

La directora del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), Yaneth Mantilla, dijo que “yo no diría que mano al dril, sino manos a las obras. Nosotros podemos demostrar que estamos ejecutando todas las obras de valorización”.

Según la funcionaria, lo que se tiene previsto es hacer 16 proyectos de infraestructura divididos así: cinco son viales; seis son aceras y ciclorrutas; tres conexiones peatonales; un corredor ambiental, y un centro cultural que estaría ubicado en la Calle 82 con Carrera 11.

“Los que van a pagar la valorización son los que tienen la capacidad para hacerlo en los estratos cuatro, cinco y seis, es decir, que los estratos uno, dos y tres no van a pagar, salvo que en el estrato tres una persona tenga un predio que vale más de $500 millones”, explicó Mantilla.

Además, hizo reparos a administraciones anteriores. “A los bogotanos les gustaba pagar valorización porque veían las obras, desafortunadamente, durante los últimos 10 años, la gente no vio las obras, pagaron la contribución y las obras estáticas”, sostuvo.

César Cubillos, un ciudadano preocupado por el tema, investigó qué ha pasado con las obras por las cuales se pagó, hace cinco años, un cobro de valorización. Él le pidió explicaciones a la Directora del IDU por una intervención en la Calle 153.

“Esta obra de La Sirena, actualizamos los diseños y compramos los predios. Hace dos meses, el alcalde Peñalosa puso la primera piedra para la construcción de la avenida La Sirena y la estaremos entregando en el segundo semestre del próximo año”, respondió Mantilla.

Los pagos

Sobre cuándo llegaría el cobro si es aprobado, la Directora del IDU indicó que “nosotros estamos mandando el cobro en enero para que se programen a pagar en el mes de agosto”, declaró y precisó que el pago para residenciales no puede ser más de un predial. En el caso de los no residenciales será no mayor a 2,5 prediales”.

De si no se buscaron otras fuentes de financiación para las obras, señaló que “con recursos ordinarios estamos haciendo importantes avenidas en el sur de la ciudad, efectivamente en el sur de la ciudad no hay capacidad de pago y estamos haciendo la Bosa, la Cali, que la entregamos, y las tintales. Donde estamos cobrando valorización es donde la gente sí tiene capacidad de pago”. 

Recordó que si una persona quiere pagar inmediatamente, tendrá un descuento del 10%. También está la posibilidad de diferir el pago a cinco años, por cuotas.

Mantilla se comprometió y afirmó “que estamos listos para poder cumplir con todas las obras de valorización que estamos proponiendo”. Se estima que 2.500.000 personas se beneficiarían de llevarlas a cabo.

¿Y la ecología?

Por su parte la concejal María Fernanda Rojas, reveló que el macro proyecto de “Circuito Ambiental” que sustenta la valorización del alcalde Peñalosa en los canales Córdoba, San Francisco y Molinos que enlazarán el Río Bogotá con los Cerros Orientales y el Sendero de las Mariposas, afectará la Estructura Ecológica Principal de Bogotá, por lo tanto anticipó su voto negativo al proyecto que será debatido próximamente en la Plenaria.

La concejal del Partido Verde, explicó que las ciclorrutas y el espacio público que se proponen en estos canales, hacen parte de un modelo de ciudad que se orienta más al uso recreativo y turístico que a la conservación de estos corredores ambientales.

“Yo hago un esfuerzo para entender cuál es la obsesión del alcalde Peñalosa por construir en los humedales, al lado de los canales y en las rondas de los ríos, pero no logro comprender, y debo decir que de tomarse esas decisiones se atentaría contra la Estructura Ecológica Principal, definitiva para garantizar que esta ciudad sea ambientalmente sostenible, por estas implicaciones no apoyo el proyecto” anotó.

Según señaló la cabildante, con esa visión de ciudad que platea la intervención sobre esos corredores ambientales y humedales para generar nuevos espacios públicos, que se conviertan en áreas de recreación y de desplazamiento en ciclorrutas y alamedas, se está ignorando la definición vigente del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), según el cual la función básica de esta estructura es sostener la biodiversidad y los procesos ecológicos esenciales para el territorio de la capital.

Asimismo recordó que intervenciones como las ciclorrutas que han querido ser incluidos como recreación pasiva por esta Administración mediante decretos sin esperar la modificación del POT que deberá realizarse en 2019, han generado acciones jurídicas al respecto.

La concejal Rojas también se refirió a intervenciones como la del Centro Cultural La Felicidad ubicado en el barrio El Retiro, el cual no hace parte del Plan Maestro de Equipamientos Culturales de Bogotá y que sí exige una contribución de $80 mil millones, iniciativa que no parece pertinente ni prioritaria.