Tras el Encuentro Nacional por la Paz y la Continuidad de los Diálogos con el Eln, cerca de medio centenar  de organizaciones sociales, políticas y centros de estudio, enviaron ayer una carta al presidente electo Iván Duque en la que le piden que dé continuidad a la mesa con esta organización guerrillera y que el primer objetivo sea acordar un cese bilateral el fuego.

El pasado miércoles finalizó en La Habana (Cuba) el sexto ciclo de la mesa de negociación con el Eln que sostuvo el presidente Santos desde febrero de 2017, con una etapa inicial en Quito, Ecuador, sin alcanzar el principal objetivo al final de este gobierno, como era un segundo cese bilateral el fuego.

Ahora será el presidente electo Duque el que decida si mantiene o no la negociación con el Eln, lo que se espera anuncie el próximo martes en su posesión.

Las organizaciones sociales indican a Duque Márquez en la referida misiva que “estas conversaciones son fundamentales para cerrar el ciclo de violencia política en el país y dar paso a una fase de transformaciones pacíficas. A pesar de las diferencias de enfoque y de las fuertes contradicciones que se vieron en la campaña electoral, estamos convencidos y convencidas de que, como usted, la inmensa mayoría del pueblo colombiano quiere la terminación de la confrontación armada por la vía negociada. Consideramos que este puede ser el punto de partida para que desde diferentes orillas políticas asumamos la fase que se inicia este 7 de agosto con el nuevo gobierno presidido por usted”.

Añaden en la misiva al Presidente electo, que “las partes tienen avanzado un posible acuerdo sobre la forma como la sociedad colombiana participará en el proceso con sus aportes y consensos; un proceso de paz basado en un consenso amplio de la sociedad es precisamente el camino para una paz creíble y confiable para todos. Solicitamos que se salvaguarde la posibilidad de un nuevo cese bilateral el fuego y que su gobierno designe una delegación para dar continuidad a la mesa de La Habana”.

La misiva, como se dijo, está suscrita por cerca de medio centenar  de organizaciones sociales, políticas y centros de estudio, entre las que se destacan los partidos Unión Patriótica y Autoridades Indígenas de Colombia (AICO), el Congreso de los Pueblos, la Campaña Colombiana contra Minas Antipersona, la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), Redepaz y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT). 

Esta semana el presidente Santos explicó que la falta de acuerdo en los protocolos para la verificación de la ONU impidió pactar un nuevo cese al fuego bilateral con el Eln en Cuba.

"El Eln insiste en no aceptar unos protocolos que Naciones Unidas exige y nosotros también para efectos de vigilar el cese al fuego", declaró el mandatario.

"Si no aceptan los protocolos de Naciones Unidas, pues entonces no puede haber un cese al fuego verificable y si no es verificable, no vamos a aceptar ningún cese al fuego", agregó Santos.

El Presidente aseguró que las condiciones exigidas por la ONU y la Iglesia Católica son resultado de la "experiencia" que dejó la supervisión que llevaron a cabo ambos organismos del primer cese al fuego bilateral que rigió entre octubre y enero pasados, en medio de acusaciones mutuas de incumplimientos. 

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Condiciones de Duque

Tras su elección en segunda vuelta a mediados de junio pasado, Duque reiteró sus exigencias para mantener la negociación con el Eln.

“Queremos una paz creíble y eso amerita que no sigamos cometiendo errores del pasado, donde se aceptaba conversar mientras se utilizaba la violencia y eso deslegitima la posibilidad de dialogar”, señaló.

Añadió que “el mensaje debe ser claro, la única manera de construir un proceso que dé confianza al pueblo colombiano debe ser la suspensión de todas las actividades criminales y la mejor forma de proceder en esa materia, debe ser una concentración con supervisión internacional”.

El Eln señaló en una carta que dirigió a la Conferencia Episcopal de Colombia, poco antes de que concluyera la mesa con la administración Santos en la capital cubana que mantienen “plena disponibilidad para proseguir estas conversaciones en la búsqueda de una solución política del conflicto interno que nos aproxime hacia la paz, contando con la participación de la sociedad en este esfuerzo”.