La propuesta la hizo el concejal uribista Diego Molano. De otra parte, se implementan cambios en tres rutas zonales para mejorar servicio.

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Mientras la administración espera que en marzo se conozcan las condiciones para la licitación de los nuevos buses de Transmilenio, el concejal del Centro Democrático, Diego Molano, envió una carta al acalde Mayor de Bogotá, Enrique Peñalosa, para que la flota de buses sea ecoeficiente y no siga contaminando la calidad del aire de la ciudad.

Para la administración, a finales de este año iniciará el reemplazo donde llegarán entre 1.350 y 1.450 buses -articulados (18 m) y biarticulados (27m)- con tecnologías que cumplan mínimo con la norma de estándar ambiental Euro V y la norma colombiana, con una inversión entre 400 y 500 millones de dólares.

En carta enviada al alcalde Enrique Peñalosa, el Concejal Molano Aponte, solicitó que la nueva licitación para la renovación de los buses de transmilenio sean cero emisiones.

“Para los próximos doce años, Bogotá necesita una flota de buses de transmilenio moderna, digna, segura,  pero sobretodo ecoeficiente. Lo que no puede continuar en la ciudad,  es una mala calidad del aire que está matando a muchas personas (tres mil en 2017) con enfermedades asociadas a esto”, dijo Molano.

Aseguró que en Bogotá el  sistema de salud gastó más de cuatro billones de pesos atendiendo este tipo de enfermedades.

Por eso esta licitación, dijo el Concejal, se convierte en una ruta crítica para que Bogotá sea más sostenible y que esta oportunidad no puede ser desaprovechada.

Molano Aponte manifestó que en el mundo ya está  pronosticado que los buses eléctricos tendrán igual valor que los buses a diesel o a gasolina, y que por lo tanto, Bogotá debe liderar una nueva iniciativa en Transmilenio para que esta flota de buses sea tecnológicamente amigable, que no emita gases y que por el contrario se convierta en una flota ejemplo de sostenibilidad en el sistema de transporte público.

De otro lado, desde ayer Transmilenio implementó cambios en tres rutas zonales, que consisten en modificaciones de trazado y cambios de inicio de ruta.

En efecto, desde ayer la ruta 466 (Sabana del Dorado - Chicó Norte), no tomará la Carrera 7ª. Realizará el recorrido por la Carrera 11 desde la Calle 100 hasta la Calle 94. Con este ajuste de trazado se busca reducir el tiempo de recorrido y así tener mayores frecuencias en el servicio en las horas pico del día.

En la Ruta C25 (Sabana del Dorado - Unicentro) tendrá una modificación de cabecera; es decir, en el inicio del recorrido. El propósito es llevarla desde el parque de Engativá hacia el patio Marantá, ubicado en el mismo sector. Con esto, se busca minimizar el parqueo en espacio público que actualmente se presenta y mejorar la confiabilidad en la salida de la flota.

Para la Ruta 2-5 (San Cristóbal) retoma el trazado original por la Carrera 8G. El servicio tenía un desvío temporal por el mal estado del pavimento. La administración Distrital adelantó la reparación de la malla vial en este punto y a partir de este 26 de febrero, retorna a su trazado original beneficiando a los usuarios habituales.

Transmilenio indica que escucha a sus usuarios, por eso es importante resaltar que algunos de estos cambios se hacen gracias a sus sugerencias. Además de esto, la entidad ha dispuesto personal en las zonas donde se realizarán estos cambios para que toda la comunidad esté enterada de ellos.