Polémica resultó para algunos la decisión del Consejo Nacional Electoral (CNE) de entregar la credencial a Jesús Santrich, exintegrante de la guerrilla las Farc, para que ocupe una curul como representante producto del acuerdo de paz que garantiza diez escaños (entre Senado y Cámara) al ahora partido político.
No obstante, Santrich no se pudo posesionar ayer en el cargo en la instalación del Congreso 2018-2022 porque, como se sabe, desde hace un par de meses fue privado de su libertad debido a un proceso de extradición solicitada por Estados Unidos, que entregó pruebas a la Fiscalía colombiana acerca de su presunta participación en una conspiración para enviar diez toneladas de cocaína a ese país.
El exguerrillero solicitó al Inpec y a la Jurisdicción Especial (JEP) permiso para salir de prisión y asistir a la instalación del Congreso, el cual le fue negado.
En esas condiciones la posesión de Santrich en dicha curul es incierta y solo tiene ocho días para hacerlo, porque de lo contrario es causal de pérdida de investidura por parte del Consejo de Estado.
Previamente y desde el Partido Centro Democrático, se oyeron voces para que el CNE no le entregara la credencial a Santrich como congresista, debido a la situación jurídica que afronta.
No obstante en este caso, como en el de la senadora electa Aida Merlano (Partido Conservador), quien está privada de libertad tras las elecciones parlamentarias pasadas por supuestamente incurrir en corrupción al elector, el organismo consideró que le correspondía entregar estas credenciales.
La presidenta del poder comicial, Yolima Carrillo, explicó que “nosotros solo declaramos elección, entregamos credencial y ya los demás procesos no competen al Consejo Nacional Electoral, ya competen a otras entidades”.
Sin embargo, en el Partido Centro Democrático se escucharon voces contrarias a esta decisión, y una de estas fue la de la senadora Paloma Valencia, quien apuntó: “Que vergüenza que alguien pedido en extradición por narcotráfico, que financia el asesinato de los colombianos, pueda ser congresista”.
En tanto que el senador Carlos Felipe Mejía indicó que “es tal el degeneramiento de la paz de Juan Manuel Santos, que tipos perversos como Jesús Santrich tienen curul en el Congreso sin pagar por ninguna de sus atrocidades. No hay derecho a tanta infamia y humillación para las víctimas y para el país”.
Días antes, el procurador Fernando Carrillo pidió al CNE revocar la elección de la senadora electa Aida Merlano: “Los comportamientos mediante los cuales lograría su elección son inadmisibles. Permitir la posesión sería permitir que se defraude la confianza pública y se tergiverse la voluntad democrática”.
Carrillo Flórez señaló que Aida Merlano no solo tiene procesos abiertos en la Procuraduría General de la Nación, sino también en la Fiscalía y en el Consejo de Estado, donde se interpuso una demanda de pérdida de investidura.
Añadió el Procurador General que van “a demostrar que la democracia es capaz de resistir la corrupción del sistema electoral y castigar a quienes han hecho de la política un negocio”.