El Gobierno y el Eln acordaron que mientras se desarrollan las elecciones presidenciales en Colombia, no negociarán en La Habana.
Por ello ayer anunciaron que hasta el próximo martes queda suspendido el quinto ciclo, el cual se retomará al día siguiente hasta el 12 de junio.
En tanto que el sexto ciclo se iniciará el 20 de junio. Como se ve en esto último al establecer el receso entre uno y otro ciclo tuvieron cuidado de no sesionar el 17 de junio, cuando se realizaría una segunda vuelta.
"Dadas las elecciones presidenciales que se llevarán a cabo el próximo domingo, la Mesa de Diálogos retomará el quinto ciclo el miércoles 30 de mayo", dijo un comunicado conjunto.
El texto está firmado por Gustavo Bell, jefe de la delación gubernamental, e Israel Ramírez, alias Pablo Beltrán, en representación del Eln.
El quinto ciclo de conversaciones comenzó el 10 de mayo en La Habana luego de que Ecuador se marginara como país garante y por ende quedó sin piso que la capital Quito se mantuviera como sede de las conversaciones.
“Expresamos nuestro firme compromiso con la búsqueda de un acuerdo que permita que los colombianos y colombianas puedan disfrutar de un país en paz, con plenos derechos y bienestar", sostuvieron ambas partes.
Agregaron en el comunicado que en La Habana avanzaron en la "instalación formal del Comité Técnico que trabaja en el diseño de un nuevo cese al fuego con presencia de oficiales activos de la Fuerza Pública".
Esta noticia genera expectativa de que ya con un Comité Técnico montado se facilite a las partes lograr acordar un nuevo cese al fuego ya sea en el primer ciclo, para lo cual tendrán 12 días según la fecha que determinaron para la finalización del mismo, o en el segundo ciclo, que indicaron arrancará el próximo 20 de junio pero no fijaron su fecha de expiración.
Ambas partes han mostrado su interés en alcanzar un cese al fuego mejor al logrado en 2017, y que se extendió por 101 días.
El 14 de mayo el Eln anunció un cese unilateral de actividades militares por cinco días, a partir de ayer, debido a las elecciones presidenciales.
Según las dos partes, este quinto ciclo tiene como objetivos conseguir una tregua y encontrar un mecanismo para que la ciudadanía pueda participar en el proceso de paz, una demanda constante del grupo subversivo.
Es claro que ya no hay tiempo para que la paz con el Eln se alcance en la administración Santos, por ello analistas consideran que dejar pactado un cese bilateral el fuego sería la única posibilidad que tendría este proceso para que el próximo gobierno le dé continuidad, especialmente en caso de que Germán Vargas o Iván Duque ganen la presidencia, pues han criticado el accionar de esta guerrilla que mientras está sentada en la mesa de negociación, no ha rebajado sus accionar terrorista.
Por ello, Vargas y Duque han advertido que si el Eln no da muestras efectivas de paz, no seguirán con la negociación.
Oxígeno a negociación
El presidente Santos ha admitido que no será posible un acuerdo final de paz con el Eln antes del término de su mandato, el 7 de agosto.
Ante ese escenario, Santos está dispuesto a firmar un documento marco con la guerrilla, que sea difícil de romper para su sucesor. "Si el Eln está dispuesto a avanzar sustancialmente antes de terminar el gobierno, éste está dispuesto a avanzar sustancialmente con el Eln", afirmó.
El objetivo es "firmar una especie de acuerdo marco (...) con parámetros básicos y el próximo gobierno decidirá si continúa o no" con los diálogos, explicó el Presidente. "Si se logra llegar a ese nivel, creo que al próximo gobierno le quedará difícil reversar esa negociación", dijo Santos.
Para el Eln, "los candidatos presidenciales de la derecha hacen gala de un discurso de odio para perpetuar el ejercicio de la violencia como mecanismo de lucha política".
En el reinicio de las tratativas el 10 de mayo pasado, Ramírez expresó su preocupación por "las dificultades" e "incumplimientos" que enfrenta la aplicación del Acuerdo de Paz que desarmó y transformó en partido a las Farc.
Aseguró que "de un año a otro ha crecido un 20 por ciento el asesinato de líderes sociales y opositores" y que, pese a los reclamos, se está "configurando un genocidio de la oposición que actúa en la legalidad".