A menos de dos semanas de la asegunda vuelta electoral para escoger el nuevo presidente de la República el tema tributario toma una dimensión especial ante las alertas surgidas por los recientes análisis que señalan que la economía no está creciendo a los ritmos que el país necesita para alcanzar indicadores que den la tranquilidad con miras al futuro.
Según los datos de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), durante abril los recaudos alcanzaron los 12,88 billones de pesos, un 8 por ciento menos que en el mismo mes de 2017.
De este total, el 46,5 por ciento se concentró en el recaudo de renta y complementarios con 5,98 billones de pesos y de la retención en la fuente a título de renta, IVA y timbre, que aportó el 32 por ciento con ingresos por 4,11 billones de pesos.
Iván Duque
El candidato Iván Duque dijo que el país necesita una reforma fiscal integral que corrija los grandes problemas de calidad y eficiencia del gasto público, y que permita tener un sistema tributario sencillo, transparente, confiable y con tarifas competitivas que reduzcan la evasión, fomenten la inversión, la expansión empresarial y una mayor formalización laboral.
Según la propuesta de Duque hay que bajar tarifas a la renta corporativa para estimular la inversión, generar empleo y mejorar los ingresos de los trabajadores. Para se deben eliminar gastos innecesarios, reformar la administración pública para fomentar eficiencias y ahorros, y una reducción estructural de la evasión.
Igualmente el aspirante a la primera magistratura indica que siguiendo el ejemplo de otros países, “sortearemos seis días sin IVA al año para que los comerciantes puedan liquidar su inventario y los compradores acceder a productos de consumo diario, tecnología y educación a menores precios. Será el Black Friday colombiano”.
La factura electrónica es una de las principales herramientas para frenar la evasión y la elusión, Según Duque se debe comenzar por bienes raíces y luego extendiéndola a todas las transacciones, ahorrando costos, generando trazabilidad y con transparencia absoluta.
Igualmente se desarrollarán instrumentos de fiscalización digital, aprovechando la Big Data e inteligencia artificial para reducir evasión tributaria.
Se redefinirá el sistema tributario territorial, buscando generar mayor autonomía fiscal por la vía del fortalecimiento de los ingresos locales y de las capacidades administrativas de departamentos y municipios.
Habrá una racionalización del gasto público y se crearán herramientas para su clasificación y ejecución transparente, privilegiando la inversión, generando alertas tempranas para evitar despilfarro y proyectos desfinanciados.
Igualmente se anuncia un ajuste a la Regla Fiscal y mecanismos de evaluación para generar estabilidad y predictibilidad presupuestal, con un enfoque contra-cíclico que genere ahorros en tiempos de bonanza y permita expansiones sostenibles del gasto en periodos de recesión.
La regla actual no ha evitado que la deuda y el gasto se disparen, dejando por fuera del balance salud y vigencias futuras, entre otras. Se trata de fortalecer –no de mermar- la frágil posición fiscal del país.
Duque también anunció que un punto del Gravamen a los Movimientos Financieros (4x1.000) iría a la educación.
Gustavo Petro
El candidato Gustavo Petro dice que es un convencido de que el país requiere con urgencia una reforma tributaria, pero muy a su manera.
Petro ha anunciado que presentará una reforma tributaria que tiene un con enfoque en tres aspectos que para su opinión son fundamentales para al país.
La propuesta de Colombia Humana busca eliminar el desfase entre las tasas nominal y efectiva en el impuesto de renta, reduciendo tasas y quitando exenciones en personas jurídicas, identificando y gravando de manera efectiva las rentas de capital en personas naturales, y retornando de forma gradual a una tarifa de IVA de 16 por ciento.
Sugiere una mayor tributación a los lotes de engorde y que los gobiernos de las ciudades adopten tributos como los cargos por congestión y distintos tipos de tasas de impacto, para mejorar la capacidad fiscal. Plantea un impuesto predial rural, con tarifas crecientes en función del área de los terrenos, de las condiciones de producción, para aumentar la oferta de tierras productivas y democratizar el acceso a la tierra.
Uno de los puntos por lo que el candidato ha sido criticado es por los anuncios de posibles expropiaciones a tierras improductivas.
El candidato propone un impuesto a las remesas a las utilidades que van al exterior. Petro afirma que los impuestos al capital deben tener un enfoque que lleve a aumentar la producción real, castigar las rentas y construir más igualdad social, “Disminuir los impuestos al capital no solo conduce a una sociedad extremadamente desigualitaria, sino también a la destrucción de la clase media colombiana”, su programa de gobierno.
El programa económico de Petro sobre el tema señala que no se expropiarán empresas, ni negocios, ni viviendas ni tierra productiva, pero será objetivo prioritario que progresivamente ingresen a la producción de alimentos y a la agricultura campesina alrededor de tres millones de hectáreas que hoy están destinadas a ganadería extensiva o no tienen uso alguno.
Hay que detener el aumento de la frontera agrícola, impulsando el desarrollo productivo de las zonas planas y de sabana con vocación agrícola, para frenar la deforestación, uno de los principales problemas ambientales que enfrenta el país.
Igualmente mantendrá el impuesto a los dividendos, pero lo aumentará.
Sobre las exenciones que son calificadas como un problema, señala la proposición que hay que quitar esos huecos que permiten la trampa, si los quita y simplifica no necesita aumentar la tasa, con eso suple el déficit,
Igualmente la apuesta de Colombia humana tiene que ver con una reestructuración del gasto. Sobre todo cuando su programa de educación pública demandaría un esfuerzo fiscal adicional de unos 15 billones de pesos.
Propone un impuesto al carbono que se cobrará a las importaciones de productos que contaminan. Es una especie de arancel que se fijará teniendo en cuenta el grado de emisión CO2 de las mercancías. Eso se mediría tanto en el proceso de producción como en el uso del producto o artículo.