El Consejo Noruego para los Refugiados (CNR) publicó un informe que revela el deterioro en la situación humanitaria en Colombia durante el primer semestre de 2018.
Según el documento, en los primeros seis meses del año que corre hubo 19.220 personas desplazadas a nivel nacional. Dicha cifra es 106% superior en comparación con el mismo periodo del 2017, cuando fueron desalojados de sus tierras 9.075 colombianos.
El informe del CNR remarcó que los departamentos de Norte de Santander (región Catatumbo), Antioquia (región del Bajo Cauca), Chocó y Nariño (región Pacífico) concentran el 95% de las personas en situación de desplazamiento.
El texto determinó que las comunidades campesinas de la región del Catatumbo fueron las más afectadas por la migración forzosa con 12.107 personas. Estos indígenas huyeron de sus hogares por cuenta de los constantes enfrentamientos entre las guerrillas del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Ejército Popular de Liberación (EPL).
Por su parte, los registros de la Unidad de Atención y Reparación Integral para las Víctimas (UARIV), determinaron que entre marzo y junio del 2018, las acciones armadas dejaron cerca de 16.000 personas desplazadas (5.168 familias), pertenecientes a seis municipios de Norte de Santander.
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La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés) añadió que durante el primer semestre de 2018 las restricciones a la movilidad y acceso a bienes y servicios impactaron a comunidades afrocolombianas y campesinas en los departamentos de Nariño (Mosquera, Roberto Payán, Magui Payán, Olaya Herrera y Cumbal), Chocó (Baudó, Riosucio y Bagadó, Bojayá), Norte de Santander (Catatumbo) y Antioquia (Bajo Cauca).
“En total, más de 1.121.671 personas (incremento del 1.500% frente a 2017) fueron afectadas por restricciones, y 13.954 personas por confinamiento (incremento del 1.098%); el aumento desproporcionado en el número de afectados, muestra la complejidad y el deterioro de la situación humanitaria en comunidades rurales, controladas por los actores armados y con impacto de sus acciones (uso de minas antipersona, enfrentamientos, entre otras)”, reveló el informe.
De acuerdo con un monitoreo hecho por OCHA, en lo que va del 2018 se evidenció una “reconfiguración, copamiento, aumento y expansión” de los grupos armados en Colombia hacia territorios abandonados por la extinta guerrilla de las Farc, la cual firmó un acuerdo de paz con el Gobierno colombiano en noviembre del 2016.