El presidente Gustavo Petro reconoció públicamente su responsabilidad en el escándalo de corrupción que envuelve a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD). Desde Ayapel, en La Mojana, el mandatario admitió: "Se robaron la plata y fue una responsabilidad mía porque yo puse a Olmedo en la UNGRD".

El caso estalló tras revelarse que un contrato millonario para el suministro de carrotanques con agua potable a La Guajira fue desviado para pagar sobornos a altos funcionarios del Senado y la Cámara de Representantes, según denunció Sneyder Pinilla, exsubdirector de la UNGRD. Este contrato, en lugar de beneficiar a las comunidades afectadas, terminó alimentando un entramado de corrupción que socavó la confianza en una entidad clave para la respuesta a desastres.

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Petro, consciente del impacto de sus palabras, se dirigió también al nuevo director de la UNGRD, Carlos Carrillo, instándole a actuar con rapidez y eficacia. "Ahora usted está recién posesionado y tiene que asumir esta tormenta, así que tiene que mover el cerebro rápidamente porque si no el caballo lo tumba", declaró el presidente, subrayando la urgencia de implementar soluciones efectivas.

El escándalo no solo ha sacudido al gobierno sino que también ha puesto en evidencia las fallas estructurales dentro de la UNGRD. "Las predicciones del Imat y el Ideam nos alertaban sobre el ascenso del agua, y pese a las medidas emergentes que tomamos, la corrupción aprovechó la rapidez de los contratos directos para desviar los fondos", explicó Petro.

En este contexto, el presidente también criticó la existencia de "carteles de la contratación" que se aprovechan de situaciones de emergencia para lucrarse a costa de los más vulnerables.

Desde Bojayá, otro punto afectado, Petro insistió en la necesidad de reformas profundas dentro de la estructura de gestión de riesgos. "El Fondo de Adaptación debería encargarse de estas tareas, pero sabemos los problemas de corrupción estructural que enfrentan estas entidades. Se han robado la plata una y otra vez, millones de pesos que debían llegar a la gente más humilde", sentenció el presidente.

El nombramiento de Olmedo López por parte de Petro se ha convertido en un punto de crítica y autocrítica dentro de su administración. López y Pinilla, ahora en la mira de la justicia, son solo una parte del complejo entramado que ha puesto en jaque a la UNGRD. La confesión de Petro marca un hito en la lucha contra la corrupción en Colombia, poniendo de relieve la necesidad de transparencia y responsabilidad en la gestión pública.