La posibilidad de la continuidad de la negociación de paz con el Eln en el gobierno de Iván Duque que se inicia mañana es incierta.
Esta guerrilla ha manifestado su voluntad de permanecer en la mesa que en lo corrido de este año se ha desarrollado en La Habana (Cuba).
Por su parte, el entrante mandatario ha reiterado que estaría dispuesto a seguir con la condición de que el Eln cese en el acto sus actividades terroristas, el secuestro y la extorsión así como que se concentre en unas zonas con verificación internacional de su cumplimiento.
De lo contrario, ha advertido Duque Márquez, la Fuerza Pública perseguirá sin tregua al Eln y otras organizaciones al margen de la ley, en cumplimiento del mandato constitucional que tiene de defender la vida de los colombianos.
En sentido algunos analistas han señalado que el Eln no tendría otra que aceptar las condiciones que imponga el presidente Duque y de esta forma mantener la mesa, así como de adelantar una negociación corta porque en la otra opción, la guerra, difícilmente sobreviviría considerando que tendría tras de sí a toda la Fuerza Pública tras la desmovilización de las Farc en 2017.
Sin embargo el profesor del Departamento de Ciencia Política de la Universidad Nacional, Alejo Vargas, indicó al respecto a EL NUEVO SIGLO que “creo que eso son fantasías, un país como el nuestro tiene una geografía, unas condiciones muy difíciles que desafortunadamente pueden permitir que un grupo de este tipo se pueda mantener haciendo daño mucho tiempo”.
Añadió que “no creo que ese tipo de análisis tenga sentido. Obviamente que la Fuerza Pública va tener mucha más capacidad, pero también del otro lado han aprendido a moverse en las condiciones de la guerra”.