El Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres de Antioquia (Dagran) confirmó la recuperación de los 10 cuerpos de las víctimas del accidente aéreo ocurrido en Urrao, Antioquia, el 8 de enero. Los restos fueron trasladados a la sede de Medicina Legal en Medellín para realizar los procedimientos forenses correspondientes, luego de varios días de intensas labores de rescate en condiciones extremas.
La aeronave, un Cessna 402 con matrícula HK-2522, cubría la ruta Juradó (Chocó) – Medellín cuando se estrelló contra una montaña en la vereda La Aná, ubicada en el municipio de Urrao, en el suroeste antioqueño. El impacto, que ocurrió alrededor de las 5:30 p.m. del 8 de enero, se produjo a una velocidad de más de 350 km/h, lo que provocó la muerte inmediata de los 10 ocupantes de la aeronave, quienes viajaban a Medellín, después de las festividades de Fin de Año o con la intención de asistir al Festival de Festivales.
El director del Dagran, Carlos Andrés Ríos, destacó la coordinación exitosa entre varias instituciones y organismos de rescate durante la operación. Entre los actores involucrados se encuentran el BRAC (Grupo de Búsqueda y Rescate Aeronáutico de Colombia), la Defensa Civil, el Ejército Nacional, la Policía Nacional, la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), la aerolínea Pacífica y otras autoridades locales y regionales. Ríos explicó que la articulación de esfuerzos de estos cuerpos operativos fue clave para cumplir con el compromiso con las familias de las víctimas y con los departamentos de Antioquia y Chocó.
Rescate en condiciones extremas
El operativo de rescate fue especialmente complicado debido a las dificultades del terreno y las condiciones climáticas adversas. La aeronave siniestrada se encontraba en una zona de difícil acceso, a una altura de 9.700 pies, rodeada de árboles de hasta 30 metros de altura, lo que dificultó la intervención. Las labores de rescate fueron intensas y se prolongaron durante varios días, a causa de la lluvia intensa y el terreno fangoso, que hicieron casi imposibles las operaciones en los primeros días.
A pesar de los obstáculos, las condiciones meteorológicas favorecieron el domingo 12 de enero, lo que permitió que el rescate se completara de manera exitosa. Ríos señaló que "el cielo despejado de ese día permitió que las labores culminaran sin contratiempos", después de que los equipos operativos lucharan durante días con las complicaciones climáticas previas.
En total, 130 personas participaron en las arduas labores de rescate, que incluyeron a rescatistas de la Fuerza Aérea Colombiana y otras fuerzas de seguridad y emergencia. Se utilizó un helicóptero UH-60 Black Hawk "Ángel" de la FAC para realizar la maniobra de rescate, que consistió en una extracción aérea de los cuerpos mediante el uso de una grúa con canastilla y herramientas especializadas. Este helicóptero fue esencial para alcanzar la zona del siniestro, que solo era accesible desde el aire, dada la inaccesibilidad de la montaña donde se produjo el impacto.
El traslado a Medellín y los procedimientos forenses
Una vez los restos de las víctimas fueron extraídos, fueron transportados primero a Urrao, para luego ser trasladados en helicóptero hacia Medellín. El aeropuerto Olaya Herrera en la capital antioqueña fue el punto de llegada de los cuerpos, que posteriormente fueron llevados a las instalaciones de Medicina Legal en el barrio Caribe, donde se procederá con los análisis forenses correspondientes.
Este traslado fue realizado mediante dos vuelos de helicópteros UH-60 de la FAC, que garantizaron la seguridad y rapidez en el transporte, a pesar de la complejidad de la operación. Las autoridades locales confirmaron que el transporte se llevó a cabo con máxima seguridad, teniendo en cuenta tanto el respeto a las víctimas como las normativas legales para el manejo de los cuerpos.