Urge que autoridades vuelvan a asperjar con glifosato: Pinzón | El Nuevo Siglo
Foto Foro Económico Mundial.
Sábado, 9 de Marzo de 2019
Redacción Nacional
Debe usarse "en el marco de una estrategia integral" que proteja la población, dijo el exministro de Defensa a la Corte Constitucional

 

“En mi concepto urge la necesidad de devolverle a las autoridades la facultad de utilizar la aspersión con glifosato”, le manifestó el exministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, a la Corte Constitucional como insumo para hacerle seguimiento a sus decisiones sobre el tema.

Para Pinzón, la aspersión es “un instrumento efectivo para combatir el narcotráfico en determinadas áreas del territorio” y su uso debe realizarse “en el marco de una estrategia integral, que cuente con los elementos que hacen posible mitigar los riesgos y garantizan la protección de los derechos y libertades de la población”.

 

Impacto

El exministro Pinzón le dijo a la Corte, en un escrito remitido al magistrado Alberto Rojas, que “el narcotráfico es el combustible de todos los males del país, responsable de la actual violencia y la futura”, anotando que “desde la aparición de los cultivos de marihuana afectando los ecosistemas de la Sierra Nevada de Santa Marta y deteriorando el imperio de la Ley en el norte del país, pasando por el surgimiento de los carteles de narcotraficantes que entre la década de los 80 y 90 alcanzaron a poner en entredicho la vigencia de la institucionalidad, hasta el proceso de debilitamiento nacional que llevó a Colombia a ser considerada como un Estado fallido a finales de los 90, por cuenta del avance territorial de los grupos guerrilleros llevando la vigencia de la Constitución Nacional y de los derechos de los ciudadanos al punto más crítico de la historia reciente”.

“El narcotráfico es el responsable del asesinato de miles de colombianos inocentes. Niños, madres y padres de familia, indígenas, campesinos, afrodescientes, profesores, jueces, sindicalistas, médicos, soldados y policías”, sostuvo Pinzón, para luego expresar que “su poder y sus recursos han conseguido eliminar física y moralmente mentes brillantes, líderes que pudieron haber sido motores del desarrollo y el progreso nacional. Este flagelo ha penetrado la política y las instituciones y es determinante del cáncer de la corrupción”.

Pinzón llamó la atención sobre que el efecto tóxico del narcotráfico “no solo ha deteriorado la salud de numerosos colombianos, también ha tenido efectos en la violencia que afecta familias y a los colombianos en sus vidas diarias. Ha contaminado en una magnitud aun no cuantificada nuestro patrimonio biológico e hidrológico y ha multiplicado exponencialmente los efectos de la deforestación y el daño de los suelos”.

 

Limitación

Luego de hacer un recuento de los avances en erradicación gracias a la fumigación y los retrocesos experimentados con su prohibición, Pinzón declaró que “una visión integral de la lucha contra el narcotráfico permite encadenar estrategias y procesos para el diseño y ejecución de planes estructurados que generen información, acciones y soluciones enfocadas en el desmantelamiento de toda la cadena del negocio”.

“La discusión general sobre los métodos de erradicación ha derivado en los últimos años en la suspensión del método de aspersión aérea y la exploración de nuevos métodos, con nuevos componentes que deben responder a la necesidad de controlar la expansión del cultivo en paralelo con la disminución de las áreas cultivadas, y que respondan a un marco de referencia de salud pública y protección ambiental”, destacando al respecto que “tanto la salud pública como la protección ambiental han sido guardados con celo a lo largo del uso de la aspersión aérea y de otras formas de erradicación”.

Según Pinzón, “la participación del ICA, los Ministerios del Medio Ambiente, Salud, Justicia -entre otros- en la definición de la estrategia y la aprobación de las dosis de productos aplicables, así como la investigación científica en el área de erradicación de cultivos ilícitos que la Dirección Antinarcóticos de la Policía Nacional realiza, son quizás la prueba más irrefutable de la consideración permanente sobre el tema ambiental y de salud pública. Lo cual se puede apreciar en los consecutivos planes de Manejo Ambiental para el Programa de Erradicación de Cultivos Ilícitos mediante Aspersión Aérea con el Herbicida Glifosato —Pecig—”.

“La demostración de los criterios de previsión, control y monitoreo, estaban definidos por la propia estructura de los planes que incluían ocho programas: manejo de las operaciones de aspersión, seguridad industrial en las bases de operación, manejo de residuos sólidos, manejo de aguas residuales, monitoreo ambiental, salud pública, comunicación y gestión social, y contingencia”, explicó el exministro Pinzón, quien de otra parte expuso que “la acción de aspersión aérea desarrollada por el gobierno colombiano se ha cumplido con el uso de sustancias sobre las cuales en 2016 la FAO y la OMS señalaron la improbabilidad de los efectos cancerígenos de las sustancias usadas. Esta conclusión fue refrendada por la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU., la Agencia Europea de Sustancias Químicas, la Agencia de Salud de Canadá, entre otros”.

En opinión de Pinzón, “mientras que en el desarrollo de los planes de erradicación de cultivos ilícitos, el Estado se ha encargado de diseñar un completo arreglo institucional y un conjunto de procesos y procedimientos enfocados en la prevención, monitoreo y control de impactos sobre el medio ambiente y la salud pública, el narcotráfico no ha tenido contemplación en el daño que causa individual y colectivamente al medio ambiente y a la salud pública, además del que ha generado en términos de vidas perdidas, inseguridad y sometimiento de las comunidades a su dinámica criminal”.